En Constitución, en el Área de Alto Valor de Conservación “Bosque Maulino con Ruiles y Pitaos de Quivolgo”, de 1090 hectáreas, de la empresa ARAUCO, acaba de ser liberado un pudú, con el propósito de que pueda reinsertarse en un ambiente natural y de importante biodiversidad.
Esto, luego que este ejemplar -macho, joven-adulto- fuera rescatado en la zona de Curepto por personal del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y sometido a un proceso de rehabilitación para sanar sus heridas provocadas por mordeduras de perros.
Para proceder a su liberación, fue necesario trasladarlo desde Talca en un viaje en vehículo que se prolongó por más de una hora y media y luego internarse otra media hora por un camino forestal hasta llegar al lugar escogido, un hábitat ideal y donde podrá disponer de toda la alimentación necesaria.
En la capital regional, el pudú fue sometido a un estudio clínico-físico en la Universidad Santo Tomás y luego, durante 12 días, se le mantuvo aislado, tranquilo, con dieta y en una jaula especializada en la Casa Chueca.
“Hoy realizamos la liberación de un pudú, que fue rescatado, rehabilitado y se procedió a su liberación en condiciones bastante óptimas, tanto del pudú, como de donde se liberó, en su hábitat, teniendo la alimentación correspondiente y lo cual nos va a permitir dar un grado de tranquilidad de que este animal se puede volver a adaptar a las condiciones naturales”, destacó Fernando Pinochet, director regional del SAG.
Paula Slimming, Subgerenta de Patrimonio de ARAUCO, resaltó el significado que tiene esto para la compañía. “El lugar donde nos encontramos es un AAVC de la compañía, que fue arrasada por el mega incendio de 2017, y hoy es una satisfacción ver que esto se recuperó, que el bosque está nuevamente generando vida, y en ese contexto, el poder participar en estas actividades de conservación de nuestra fauna, es sumamente importante. La recuperación de este bosque y la liberación de hoy nos permite asegurar el éxito de todo el trabajo que se está realizando y con el objetivo de la sostenibilidad”, afirmó, insistiendo en la relevancia de que “trabajemos en una campaña de concientización para proteger nuestra fauna”.
Las AAVC de ARAUCO son zonas de alta protección en cuyo interior se han identificado Altos Valores de Conservación de tipo biológico, cultural y socioambiental y que por lo mismo, requieren un nivel de resguardo y gestión especial para asegurar su preservación o mejora en el tiempo.
Esta actividad de librar una especie se enmarca en el trabajo de alianza que está llevando adelante el SAG con la Corporación Chilena de la Madera (CORMA) y con especial participación de la empresa ARAUCO y que, entre otras acciones, ha significado la certificación de trabajadores forestales como inspectores y fiscalizadores de la ley de caza, ad honorem, y además la instalación de letreros camineros en las rutas que llevan a Constitución y Chanco, y que llaman a proteger la fauna silvestre.
Leonardo Vergara, gerente de la CORMA, señaló que “llevamos a la practica el concepto del desarrollo sustentable en la actividad productiva, absolutamente compatibilizada con los temas ambientales, con la protección de la fauna, de la flora y la biodiversidad. Y hoy estamos llevando a la practica una acción concreta del convenio con el SAG y que esperamos se proyecte en el tiempo”.
Del mismo modo, la Secretaria Regional Ministerial de Agricultura, Ana Muñoz, indicó que “para nosotros como Ministerio de Agricultura tenemos grandes desafíos como es la conservación de la flora y la fauna y es muy importante tener esta articulación con el mundo privado ya que nos permite realizar estas hermosas actividades que son en beneficios de los animales”.
La importancia de la reinserción de este ejemplar de la familia de los cérvidos en un ambiente natural radica en su escasa población en esta zona.
“En esta zona, por la Costa, no hay más pudúes en Chile. Curepto y Constitución son el límite norte de esta especie por la Costa. Y por la Cordillera de Los Andes, Río Claro y Teno son el límite norte. De ahí entonces la importancia de protegerlo”, sostuvo Rodrigo Villalobos, médico veterinario del SAG.
El gran problema y amenaza para la sobrevivencia del pudú es el ataque de perros y la cacería ilegal e indiscriminada del ser humano.
Por lo mismo, el SAG junto a otros organismos están impulsando un plan de conservación de este cérvido, considerado además una especie paraguas y que además permite poner a salvo a otros animales y en general la vida silvestre y de los bosques.