Después de más de 11 años, este 31 de diciembre de 2020 Horacio Hernández Anguita deja este jueves 31 de diciembre sus labores en la Villa Cultural Huilquilemu de la Universidad Católica del Maule, en Talca. A esa casa de estudios, llegó a desempeñar funciones académicas desde 2001 como profesor.
Desde 2003 dirigió el Departamento de Filosofía y luego el Instituto de Estudios generales de la UCM entre 2007 y 2008. A contar de julio de 2009, asumió la responsabilidad de conducir la Villa Cultural Huilquilemu, bella y antigua casa de campo chilena, al oriente de Talca, construida en adobes, tejas y envigados de roble, por el rico minero de Vallenar José Bruno González Vallejos, en 1870 y que es monumento histórico.
Desde 1975, la Universidad Católica del Maule, se hizo cargo de esta casona para desarrollar el proyecto de la “Villa Cultural Huilquilemu”, emblema de las tradiciones y expresiones típicas chilenas, lugar de encuentro muy representativo de la Región del Maule.
La casona de largos corredores, patios amplios, y sobrecogedor parque exótico, alberga, además, un museo de valiosa colección: con textiles litúrgicos, bordados, artesanía, muebles de épocas, pinturas e imaginería religiosa.
La partida de Hernández de la Villa Cultural obliga al natural balance de una gestión museística que es muy apreciada en el medio local, puesto que a él se debe que, tras el terremoto de 2010, fuera preservado el bien patrimonial. Con tesón y paciencia, golpeó puertas y puso en marcha proyectos y medidas de emergencia para preservar el inmueble.
Sus investigaciones y estudios históricos acerca de la casona lo llevaron a publicar libros sobre los orígenes y vida en Huilquilemu, así como artículos en diarios y revistas para difundir periódicamente el patrimonio cultural.
Destaca entre otras iniciativas, la gestión principal en la elaboración del Proyecto de Restauración y Puesta en Valor de la Villa Cultural Huilquilemu, junto a un equipo de la UCM, en coordinación con la consultoría Epsilon, dirigida por el destacado arquitecto Patricio Gross y un selecto grupo de especialistas en el ámbito del patrimonio, la museografía, la arquitectura y otras experticias.
Lamentamos que hoy ese proyecto de restauración esté entrampado en el Gobierno Regional del Maule.
Horacio Hernández emprende ahora nuevos desafíos. Desde la Fundación Roberto Hernández Cornejo, que fundó en 2013, y de la que es su presidente, ya viene gestando varias iniciativas culturales, en el rescate de la memoria de su abuelo escritor e historiador.
La Fundación tiene convenios con la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, que preserva el archivo personal de Roberto Hernández Cornejo, y con la Universidad de Valparaíso, donde tiene la sede porteña.
Pronto, la Fundación y Ediciones de la Biblioteca Nacional, publicarán el libro “La Biblioteca Pública de Valparaíso Santiago Severin y Roberto Hernández: Homenaje a los 100 del edificio”, con la colaboración de siete académicos de universidades en Valparaíso y cuyo editor es Rodrigo Moreno Jeria.
De esta forma, Hernández tiene por delante un abanico de tareas y desafíos, como las asesorías en la ejecución de proyectos museísticos del agua en Bullileo y de la cuna de Neruda, en Parral.
Así, seguirá las huellas del estudio, la gestión y difusión de patrimonio cultural. A contar de febrero próximo abre su oficina de Consultorías en Patrimonio Cultural, en 1 Oriente 1120, Edificio Cervantes, Oficina. 319, Talca. Correo [email protected]