Chile no llegaba al quinto mes del año y se transformaba en el primer país de Latinoamérica en alcanzar el sobregiro ecológico. Un preocupante hito que se alcanzó el 23 de mayo y que da cuenta de que se están consumiendo más recursos de los que el país puede generar, poniendo en riesgo la habitabilidad.
Por si fuera poco, la ONU alertó que la promesa de cumplir los 17 acuerdos para una economía mundial sostenible al 2030, está en riesgo. Por esa razón, es clave seguir avanzando en iniciativas que vayan en línea con la descarbonización de los países. Una de ellas son los edificios inteligentes. Muchas empresas conciben, actualmente, sus negocios en este tipo de inmuebles, los cuales cumplen con estándares de sostenibilidad y bajo consumo.
A continuación, algunos factores clave para su materialización.
Objetivos únicos de descarbonización. Antes de invertir, es crucial tener una comprensión clara de los objetivos de digitalización, asegurarse de que se alineen con los KPI de reducción de emisiones, mejoras ambientales, transformación de la experiencia del usuario, mejoras de eficiencia e impacto socioeconómico.
Beneficio para las personas. Los edificios inteligentes sólo pueden tener éxito cuando los usuarios pueden interactuar intuitivamente con los espacios. De esta manera, la usabilidad es clave en el diseño. Hay que buscar soluciones que satisfagan las necesidades de todos los usuarios para maximizar la aceptación y adopción. Además, la medición constante de la realización del valor y la implementación de las mejoras adecuadas y la gestión del cambio son factores clave de éxito.
Infraestructura TIC clave. Los edificios inteligentes se suman a la demanda de infraestructura TIC en términos de almacenamiento, computación y conectividad. El espacio debe conectar miles de usuarios, múltiples sistemas, aplicaciones, dispositivos y sensores; si no se diseña correctamente, el costo de modernizar y expandir las salas de telecomunicaciones, el cableado y los puertos puede ser muy alto.
Ciberseguridad. Con una mayor conectividad, los edificios inteligentes son vulnerables a las amenazas. Es esencial implementar medidas y controles de seguridad efectivos para mitigar los riesgos y protegerse. La segmentación de la red, las actualizaciones regulares de software y la capacitación de los empleados son algunas medidas fundamentales.
Interoperabilidad. Los edificios inteligentes necesitan comunicación e integración entre una amplia gama de sistemas, dispositivos y tecnologías de múltiples proveedores para el intercambio de datos. Garantizar la compatibilidad y la interoperabilidad entre estos elementos dispares puede ser un desafío importante que requiere una planificación y una coordinación cuidadosas. Sin esta integración, será difícil implementar y operar casos de uso de extremo a extremo en todos los sistemas.
Escalabilidad. Es esencial garantizar que las inversiones estén preparadas para el futuro. Esto significa adoptar soluciones sostenibles, escalables e interoperables que puedan adaptarse a las necesidades y avances cambiantes. Se debe adoptar un enfoque basado en plataforma para escalar y facilitar la integración perfecta de múltiples soluciones.
Gobierno de datos. Se necesita un marco de gestión para proporcionar un enfoque organizado y coherente para los datos en toda la organización. Los edificios inteligentes generan grandes cantidades de datos, que deben ser seguros y cumplir con las normas y políticas reglamentarias locales e internacionales.
“Si bien los costos iniciales pueden ser una barrera para la adopción, con la combinación correcta de habilidades, soluciones y procesos, los edificios inteligentes serán cada vez más solicitados. Además, el impulso que le da el internet de las cosas permitirá obtener información clave basada en datos, aumentando la eficiencia de los sistemas, la sostenibilidad de los recursos disponibles, reduciendo los costos operativos y creando espacios inteligentes e intuitivos”, explica Claudio Ortiz Welsch, gerente general de Cisco Chile.