El domingo pasado se realizaron las primarias que tenían por objeto elegir los candidatos a gobernadores y alcaldes. Votaron 419 mil personas para autoridades regionales y 148 mil para autoridades locales, que representan al 3% de las personas habilitadas para votar. En esta última, está muy por debajo de las 282 mil personas que eligieron los candidatos a alcalde en la primaria del año 2016.
Las cifras de abstención están en niveles muy por debajo de los 7.562.743 votantes que participaron en el plebiscito de entrada al proceso constituyente. Lo anterior, unido al general desconocimiento del proceso, pudo haber influido en la baja participación ciudadana, sin embargo la desafección a los partidos, es un elemento relevante a la hora de explicar la ausencia de votantes.
Sin embargo, es claro que Chile no tiene cultura de primarias. Además, los partidos no han sido eficientes en crear adhesión al ejercicio democrático. El mayor desafío de cara a los numerosos procesos eleccionarios, consiste en quebrar la apatía, sobre la base de promover la participación interna. La buena salud del sistema democrático, requiere de partidos políticos fuertes y conectados con la ciudadanía.
Un hito más en el caso Corpesca
Esta semana se conoció también el veredicto en el juicio contra los ex parlamentarios Jaime Orpis y Marta Isasi, por el financiamiento irregular de la política. El primero condenado por fraude al fisco y cohecho, arriesga penas efectivas de cárcel por el número de delitos acreditados e Isasi sólo fue condenada por cohecho. La sentencia se conocerá el próximo 16 de abril de 2021. Luego quedan pendientes los eventuales recursos de nulidad contra la sentencia definitiva.
La decisión condena en juicio oral por primera vez a una persona jurídica, en este caso Corpesca, por la Ley de Responsabilidad Penal de las Personas Jurídicas. Habrá que esperar a la sentencia la sanción aplicable que puede llegar incluso a la disolución. Pero más allá de cuestiones técnicas, la sentencia tendrá un efecto preventivo general para la conducta futura de los parlamentarios que deberán actuar con especial pulcritud en sus relaciones con los grupos intermedios de la sociedad.
La caída de Orpis, otrora un importante miembro de la UDI, contrasta con la suerte de otros involucrados en hechos de similar naturaleza. Para la presidenta del partido de derecha, el Ministerio Público no perseveró y en el caso del Senador Iván Moreira, ofreció una salida alternativa y los ejemplos se multiplican en todas las tiendas. Así de la larga lista de imputados, Orpis es el único que cumpliría pena efectiva, si es que así lo decide el Tribunal Oral en su sentencia.
El diez por ciento y un esfuerzo inútil
Casi el proyecto de la oposición. Así podría titularse el corolario de la batalla que tuvo lugar e n el Congreso, luego que el gobierno presentara un proyecto alternativo para obligar a las personas a tributar y devolver el retiro de fondos que sería entregado en dos cuotas. Finalmente, sólo pagarán impuestos quienes tengan un sueldo superior a 1.5 millones, poniendo fin a la incertidumbre en la recepción del dinero.
El gobierno continúa teniendo problemas para alinear a sus fuerzas en el Congreso, extendiendo la general falta de conducción que se observa en materias fundamentales que también alcanzan al orden público y otras materias relevantes. Lo cierto es que luego del proceso en curso, más que la amenaza de un tercer retiro, la verdadera preocupación debería ser cómo disciplinar a las fuerzas oficialistas, en un período que se ve muy difícil.
No deja de ser delicado que las personas hayan visto en sus ahorros previsionales la mejor forma de paliar la crisis económica que comenzó con el estallido social del 18-O. Hubiera sido deseable que se hubieran implementado medidas oportunas para evitar los retiros. En el tiempo inmediato el desafío sigue siendo importante, toda vez que la pandemia no cede, muy por el contrario la segunda ola debería ocurrir a mediados de enero, profundizando la crisis. Esperemos que prime el buen juicio y la eficiencia en las iniciativas.