VALPARAISO.- Luego de más de seis horas de argumentaciones y debate, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados rechazó, por 71 votos a favor, 73 en contra y siete abstenciones, la admisibilidad de la acusación constitucional en contra del exministro de Salud, Jaime Mañalich.
Por efecto de lo anterior, se desestima su viabilidad y se entiende por no presentada.
Cabe recordar que la acusación planteaba, en concreto, que el exministro de Salud fue responsable de:
– Vulnerar gravemente los derechos constitucionales a la vida e integridad física y psíquica de miles de personas en la República, infringiendo el artículo 19 N°1 y N° 9 de la Constitución Política de la República y de los artículos 1.1 y 4 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, ello en relación al artículo 5 del texto constitucional.
– Vulnerar gravemente los principios constitucionales de probidad y publicidad (artículo 8), los artículos 4 y 5 de la Ley 20.285, sobre acceso a la información pública, y los artículos 13 y 52 de la Ley 18.575, Orgánica Constitucional sobre Bases Generales de la Administración del Estado.
La sesión comenzó pasada las 10 horas con la exposición de la diputada Marcela Hernando (PR), en representación de los firmantes del libelo acusatorio, ello, en atención que la parte acusada desistió de apelar a la denominada cuestión previa, que refuta la procedencia formal de la acusación.
Además, desde el punto de vista parlamentario, participaron en el debate las y los diputados Ramón Barros (UDI), Daniella Cicardini (PS), Marisela Santibáñez (PC), Karol Cariola (PC), Ricardo Celis (PPD), Esteban Velásquez (FRVS), Luciano Cruz-Coke (EVO), Iván Flores (DC), Miguel Crispi (RD), Patricio Rosas (IND), Diego Ibáñez (PCS), Camila Rojas (Comunes) y Leopoldo Pérez (RN).
Argumentos de la Defensa
En el tiempo de la defensa intervino, en primer lugar, el exministro Mañalich, quien destacó el gran desafío epidemiológico que ha implicado el combate del Covid-19, para lo cual se ha debido actuar “sin receta ni esquema”. Afirmó en este contexto que el reglamento sanitario internacional entró en vigencia tardíamente, definiendo solo un mínimo para el accionar de los países y que ha ido en constante evolución.
Mañalich reconoció que es una “persona áspera” y que cometió errores en su actuar como titular de Salud. “Me arrepiento que eso haya ocurrido”, acotó, pidiendo disculpas por los malos ratos a alcaldes con quienes tuvo diferencias de opinión en el proceso.
Luego, tomó la palabra el abogado Gabriel Zaliasnik, quien explicó que se renunció al derecho de apelar a la cuestión previa para ir derechamente al fondo del asunto y refutar las imputaciones que calificó como falsas.
En sus argumentos, Zaliasnik apeló al testimonio de algunos invitados a la comisión y resaltó la importancia de reflexionar y contextualizar la situación que vivía Chile en marzo. “La pandemia llega a Chile en un contexto de estallido social”, recalcó.
Sostuvo que Mañalich “habló con la verdad con lo poco que se conocía en cada momento” y reconoció que se equivocó, hecho que motivó que presentara su renuncia hace más de cinco meses y se concretara esta hace cuatro. “Esa es la forma que en política uno asume su responsabilidad, es la forma política de dar la cara”, sentenció.
El defensor argumentó que la acusación se desploma porque prácticamente todos los abogados que expusieron dijeron que esta acusación no pasaba el test jurídico y criticó que, cuando se apreció que el hilo se desarmaba, apareció la filtración sobre las cifras de fallecidos. “La única verdadera consecuencia será la muerte cívica del ciudadano Jaime Mañalich (…) Acá está en juego imponer una sanción, quitar derechos a un ciudadano”, puntualizó.
“No hubo ocultamiento”
Subrayó que “aquí nunca hubo ocultamiento de información” y reiteró los dichos del exministro en la comisión, señalando que “los instrumentos de navegación para enfrentar una pandemia, los que poseíamos eran precarios y frágiles”.
El profesional dijo que hay vicios y desprolijidades en la acusación que no se deben pasar por alto y fue enfático en estimar que su presentación se usó para fines punitivos. “No hay una precisión clara de los hechos; es una acusación genérica que invoca normas constitucionales que se dice afectar pero no precisa con el debido resguardo el contenido de dichas infracciones, por lo que subyace la idea de que no cumple con los estándares mínimos de rigor”, enfatizó.
El abogado dijo que hay confusión entre dos sistemas de reporte de información: el sistema Epivigila, la plataforma de notificación de enfermedades infecciosas, y el Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS). Entregó sus lineamientos, diferencias y la evolución que tuvieron en el desarrollo de la pandemia.
“El supuesto fáctico inicial no se encuentra establecido porque nunca existió, no ha habido ocultamiento ni manipulación de datos. Nunca hubo una cifra exacta de muertos nominativa exacta que se escondiera. No hay muertos desaparecidos”, sentenció.
Señaló que este “es un proceso dinámico, evolutivo, de ensayo y error, donde existían y existieron varias fórmulas de recuento de registro de datos, originadas en procesos limpios, transparentes y legítimos de conteo, pero que tenían componentes o requisitos diversos que fue mutando en el tiempo, por el cambio de las definiciones metodológicas, por el intento de perfeccionar la data existente e, incluso, por nuevos conocimientos sobre el virus”.
Resaltó que se pudieron cometer errores, pero sostuvo que ello no justifica que se pueda construir el fundamento material de algún tipo de responsabilidad penal o jurídico constitucional o político como aquí se pretende.
Gabriel Zaliasnik denunció que hubo problemas informáticos en el sistema Epivigila, lo que incluso llevó a la subsecretaria de salud Paula Dazza a presentar acciones legales. Esta situación, según Zaliasnik, habría influido en generar errores en cuanto al número de personas fallecidas.
La defensa aseguró que “no había una metodología plasmada en piedra” e insistió en que no hubo ocultamiento de datos, sino diferencias en la metodología y en la forma de entregar los antecedentes”. Recordó, asimismo, que las decisiones sanitarias se tomaban con los reportes semanales de epidemiología y no con en los reportes diarios dados a conocer por el Minsal, descartando errores en la toma de decisiones, por ejemplo, con las cuarentenas.
Finalmente, junto con pedir que se descarten los dos capítulos del libelo, resaltó que durante el mandato de Mañalich se avanzó en crear lasos con el mundo privado para enfrentar la pandemia; se aumentó la capacidad de testeo y se logró que Chile fuera uno de los primeros países en el mundo en secuenciar el genoma del coronavirus para hacer exámenes de PCR, lo que permitió, según el abogado, hacer 40 mil test de coronavirus diarios, pasando de 4 laboratorios a 145 capaces de analizar los resultados de los exámenes.