La llegada de una persona con la nueva variante del SARS-Cov2, y la demora en la identificación y comunicación del caso, abrió nuevamente el debate con respecto a la pertinencia de permitir el ingreso de extranjeros y compatriotas que estén de viaje a través del aeropuerto de Santiago. A juicio de dos salubristas de la Universidad de Talca el gobierno debería limitar las llegadas al país así como también las salidas.
“Nosotros desde la Sociedad Chilena de Epidemiología, de la cual soy directora, desde el 24 de noviembre hemos estado abogando para que no se abrieran las fronteras. Básicamente porque la transmisión de un lugar a otro es súper rápida en un mundo tan globalizado. Tras la existencia de esta variante del SARS-Cov2, que ya se venía hablando desde septiembre, claramente era muy probable que si se abrían, iba a ingresar al país”, explicó la académica y salubrista, María Elisa Quinteros.
La profesora lamentó “la débil estrategia de trazabilidad, testeo y aislamiento que tenemos en el país”, lo que quedó demostrado con la detección del primer caso en Chile de la variante del Reino Unido. “Es necesario el cierre de las fronteras, porque no hemos podido controlar esta pandemia y vimos en los últimos días que hubo personas que llegaron el 21 de diciembre a Chile desde Europa. Pese a haber estado en Reino Unido, rápidamente viajaron dentro del país y llegaron a Panguipulli. Recién el 29 de diciembre las autoridades alertaron sobre esta situación, con una comunicación de riesgo muy deficiente”, afirmó.
“Esto demostró que el testeo, trazabilidad y aislamiento no ha funcionado como debiese ser. Aunque parezca redundante, la estrategia debe ser fortalecer el testeo, trazabilidad y aislamiento, identificar a las personas que tuvieron contacto con la pasajera y cerrar las fronteras”, argumentó Quinteros.
La directora del Departamento de Salud Pública de la UTalca, Erika Retamal, coincidió y enfatizó que se debe “cerrar fronteras, tanto para salir como para entrar al país”. Y recordó que cuando en noviembre, la autoridad sanitaria decidió abrir el aeropuerto, con un protocolo de seguimiento sanitario a turistas, “mencionábamos que si bien el decreto establecía una serie de requisitos había que esperar que todos los pasos se cumplieran y fueran efectivos, además de dejar claro que no iba a impedir el paso de casos positivos, en el mejor de las situaciones y si el seguimiento era efectivo solo los detectaría”.
Retamal añadió que “con la nueva detección de casos importados de COVID, y además de la detección de la nueva variante del virus, queda demostrado que tal vez la apertura de fronteras fue apresurada. Es importante, además, dejar claro y hacer énfasis que no solo nos debe preocupar el ingreso de personas contagiadas al país, sino también que personas del país salgan a contagiar y concurran a lugares con poca circulación. En ambas situaciones debemos actuar responsablemente como país”.
La académica remarcó también que “nos hemos olvidado de los viajes interregionales, donde no hay mucho control, especialmente en aquellos realizados en avión. Las grandes faenas mineras siguen movilizando a gran cantidad de trabajadores y hay que recordar los brotes que han habido en las regiones mineras, en este momento en el país las ciudades que están con mayores problemas van aparejados a brotes intraempresas, intrafaenas agrícolas, faenas mineras, etcétera. Por lo tanto, cualquier traslado masiva de trabajadores y trabajadoras debería controlarse, especialmente en las condiciones en que estos son movilizados”.