Hoy las empresas juegan un rol decisivo en promover y respetar los Derechos Humanos de sus colaboradores, colaboradoras, clientes, contratistas, proveedores y las comunidades con que se relacionan; derechos que son fundamentales para la calidad de vida de todos quienes integran la cadena de valor de una compañía.
Esta visión es ratificada con una noticia que da una clara señal de lo que se viene para todas las compañías del mundo: 26 empresas y organizaciones – entre ellas Adidas, Unilever, Nestlé, ABN-Amro – firmaron una declaración conjunta para impulsar que se legisle para hacer obligatoria la Debida Diligencia en Derechos Humanos y Medio ambiente en la Unión Europea (UE).
Pero ¿cómo llevamos adelante esta práctica? ¿las empresas están realmente al tanto de su situación y de su cadena de valor en materia de Derechos Humanos y Medio Ambiente? Hoy más que nunca se hace imprescindible para la correcta gestión de una empresa conocer estas respuestas.
En efecto, la compleja realidad que enfrentamos a causa de Covid-19 puede presentar un sinfín de graves afectaciones a los Derechos Humanos de colaboradores y colaboradoras; pasando por el hecho de que trabajen sin elementos de protección específicos, hasta el no tener acceso a información sobre los protocolos de la empresa respecto de los procedimientos a seguir en el marco de la pandemia o a no tener un mecanismo de reclamo para denunciar situaciones que los expongan.
Aún existe un gran número de compañías que desconoce todos sus riesgos de afectación para con los Derechos Humanos y el Medio Ambiente, lo que puede dañarles seriamente, ya sea provocando conflictos con las comunidades, trabajadores y trabajadoras, y ONG’S, u ocasionando causas judiciales, entre otros escenarios nada de favorables.
Pero estos riesgos sí se pueden prevenir ¿cómo? a través del uso de herramientas diseñadas para detectar riesgos de afectación, verificar, hacer seguimiento y corregir los procesos internos de una compañía, que es justamente lo que se logra al aplicar de manera sistemática un mecanismo de Debida Diligencia.
La Debida Diligencia, como un proceso continuo de gestión de una empresa, acorde a las circunstancias del momento -sumado a las características del rubro, el territorio donde opera y el contexto en que realiza su actividad- le permite hacer frente a su responsabilidad de respetar los Derechos Humanos y el Medio Ambiente.
Aplicar la Debida Diligencia en DDHH, experiencia en la que Arcadis ha sido pionera en Chile, permite conocer la real situación de la compañía, a través de una mirada profunda y transversal que involucra los derechos a la vida, laborales, de participación, salud y seguridad, medio ambiente e igualdad ante la ley, entre otros. De esta manera se pueden detectar y gestionar a tiempo las consecuencias negativas- reales y potenciales- que conlleva no respetar los DDHH, poniendo en acción medidas para adoptar, prevenir, mitigar y reparar estas consecuencias.
Lo mismo pasa en materia Medioambiental, ya que la Debida Diligencia, permite a las empresas detectar los riesgos ambientales de su operación o de un determinado proyecto o acción, incluso en materias que van más allá de lo normado en Chile, lo que ayuda proactivamente a definir planes a la medida para reducir este tipo de riesgos y evitar consecuencias negativas, tanto para la compañía, su cadena de valor y el planeta.
Por esto, hoy más que nunca, es imprescindible visibilizar los Principios Rectores de Naciones Unidas sobre Derechos Humanos y Empresas, promulgados por dicha entidad en 2011 y que establecen que todas las compañías tienen la obligación y responsabilidad de respetar los DDHH y hacer frente a las consecuencias negativas en las que tengan alguna participación.
Vilma Pérez
Consultora sénior en sostenibilidad, Arcadis Chile