Este domingo tenemos la segunda vuelta con Boric y Kast en el voto. A pesar de que ya o es el candidato comunista quien estará en la papeleta, ahora no trepidan en endosar el calificativo de comunista a Boric sabiendo que no lo es.
¿Por qué lo hacen? Porque da rédito, porque es la cantinela barata que facilita que familiares y amigos caigan en las redes de Kast y sus seguidores inmediatos. Cantinela que es reforzada y amplificada a través de las redes sociales, difundiendo noticias falsas al por mayor.
Resulta penoso saber que personas modestas, sencillas, se han comprado el discurso completo de la defensa de la democracia, de la libertad, de la seguridad, del orden que proclama Kast. Para el innombrable su dictadura también fue una democracia, a la que agregó el apelativo de “protegida” y su accionar estuvo centrado en exterminar comunistas a punta de torturas, desapariciones, exilios.
El resultado fue todo lo contrario.
Kast está convencido que la constitución del 80 no tiene por qué ser modificada. De hecho en el plebiscito constituyente estuvo por el rechazo. Un proceso constituyente aprobado por casi el 80% de los chilenos que hoy está siendo boicoteado por sus adherentes inmediatos –Cubillos, Marinovic, entre otros- y que muy probablemente se vea abortado frente a un eventual triunfo de Kast con todas las consecuencias que ello conllevaría.
Me resulta chocante que no pocos de mis conocidos, amigos y parientes amantes de la democracias terminen votando por un candidato, Kast, quien en su momento defendió al innombrable y su dictadura, con el argumento de la paz, la seguridad, el orden y la libertad. El discurso del orden y seguridad, de paz y libertad, es un discurso muy sentido cuando no hay orden, porque entonces no se tiene seguridad, ni paz ni libertad.
Pero ¿de qué orden estamos hablando? ¿cuál es el orden que defiende Kast? El orden financiero, el orden de los poderosos, de los grandes propietarios para abusar a su antojo, no trepidando en sacrificar el medio ambiente en aras de un crecimiento que beneficia a unos pocos.
Y ¿cuál es el orden que defiende Boric? El orden social, el de una sociedad integrada, que sume en vez de restar, donde la convivencia y el respeto entre unos y otros que posibilite el desarrollo de todos en armonía con el medio ambiente. Ese es el orden que busca Boric, el oponente de Kast, un orden que no tiene por qué ser incompatible con el orden económico- financiero. Sin orden social, la violencia seguirá reinando muy a nuestro pesar. No avalamos violencia alguna, ni la física ni la psicológica, pero la violencia no se erradica con represión, a lo sumo se apaga para que luego se reactive con más fuerza. La violencia se erradica con orden social, un orden social que nos proveerá la seguridad bajo al cual todos seamos felices comiendo perdices.
Creo que el último debate mostró con claridad de qué orden está hablando cada uno de los candidatos.