TALCA.- El Índice de Confianza Empresarial de la Región del Maule (ICE Maule) de agosto se mantuvo en nivel pesimista”, luego de registrar una leve variación positiva de dos puntos con respecto al período anterior. La medición, realizada por la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile en Talca, con metodología de la Universidad del Desarrollo (UDD) e información de la Asociación de Industriales del Centro (Asicent), muestra que el promedio móvil trimestral permaneció en rango “muy pesimista”.
Para la Decana (I) de Facultad, Mg. Jennifer Rivera Arroyo, los sectores económicos siguen navegando en terreno pesimista. Sin embargo, el rubro comercio es el único que presenta un avance, “en el sentido de que muestra una performance un poco más favorable dentro del pesimismo”, al avanzar nueve puntos desde “muy pesimista” a “pesimista”.
“Bajo el contexto de pandemia, es decir, cuando yo miro los resultados del indicador de marzo-abril a la fecha, que dicho sea de paso han estado en el espectro `pesimista´ desde octubre del año pasado, podemos ver que existen, en estos últimos dos meses, julio y agosto, algunas señales tibias, muy muy pequeñas todavía, de mejoras en las expectativas”, argumentó.
A juicio de Rivera, el pesimismo en las expectativas empresariales ha presentado en los últimos meses una fuerte correlación con valores como el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) y otros relevantes relacionados con la inflación.
La académica analizó que el período más crítico del Imacec se registró en mayo, cuando la actividad económica cayó más de 15%, mismo mes en el que el Índice de Confianza Empresarial del Maule tuvo su peor desempeño, como “muy pesimista”. “Posterior a ese mes, hemos ido observando paulatinamente mejoras, leves, pero mejoras que hay que considerar. El Imacec sigue estando en terreno negativo, o sea, todavía hablamos de una caída en la actividad económica, pero esa caída mes a mes ha venido mejorando su perfil, acercándose a números de mayor nivel de intensidad de actividad”, apuntó.
A partir de esta última proyección de Imacec, se espera, y se ha corregido al alza, la proyección de crecimiento de la economía nacional, por lo que se estima que el Producto Interno Bruto (PIB) sea -5,5% al cerrar el 2020.
Variables en la economía
El ICE Maule considera dentro de su medición seis variables de la actividad económica, las cuales, también se mantienen en terreno “pesimista”. Sin embargo, tres de estas muestran un crecimiento en sus percepciones (entre los nueve y doce puntos), al pasar de “muy pesimista” a “pesimista”, en los casos “situación de la economía” y “número de trabajadores”; y de “pesimista” a “moderadamente pesimista” en “precio de los insumos”.
Si bien el mercado laboral cuenta con una dinámica que no está directamente alineada con la confianza de los empresarios, al haber expectativas negativas se ve influenciada la capacidad empresarial de generar nuevos empleos y absorber mano de obra. Al relacionar esta percepción con el incremento en la tasa de desempleo regional (de 12% en trimestre mayo-julio), Rivera señala que en la medida en la que haya mejores proyecciones de crecimiento, debería reactivarse el mercado laboral, así como aquellos puestos de trabajo paralizados por la misma situación de pandemia.
“Sin duda es un gran desafío que la región tiene que abordar. Obviamente es un tema a nivel país, pero como región también tenemos que mirar en qué medida podemos ir generando políticas públicas y distintos mecanismos que favorezcan que las tasas de empleo no sólo nos muestren cantidad, sino que también den cuenta de la calidad de los empleos que se están generando”, agregó.
Respecto a las demás variables medidas por el ICE Maule, “demanda nacional” y “situación del negocio” se mantienen en los niveles mostrados en julio, “extremadamente pesimista” y “muy pesimista”, respectivamente; mientras que la percepción “posición de inventarios” fue la única que mostró una regresión al retroceder de “moderadamente pesimista” a “pesimista”.
Se trata por tanto de leves mejoras y de grandes desafíos producto de la pandemia, que la economía nacional, regional y local, deberán abordar en su conjunto.