La irrupción del Coronavirus en nuestro país vino a cambiar de manera profunda el mercado laboral. El teletrabajo se ha hecho parte de la vida de muchos chilenos, quienes han debido “instalar” sus oficinas en el living de la casa. Esta nueva realidad fue el centro del webinar “Teletrabajo: Adaptabilidad Laboral en Tiempos de Crisis”, organizado por Abbanz Consultores, la Cámara Nacional de Comercio (CNC), OTIC del Comercio y la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad Alberto Hurtado.
Análisis que debiesen realizar todos los actores del mercado laboral, según el presidente de la CNC, Manuel Melero, quien junto con reconocer que el modo de trabajar ha cambiado en el último año, advierte sobre las amenazas que se ciernen sobre él.
“Estamos preocupados por el altísimo desempleo, que es un fenómeno mundial, y que nos pone desafíos tremendos: cómo vamos a reinsertar a esos miles de trabajadores a la economía y cómo vamos a evitar que se vayan a la informalidad”, dijo Melero, quien recalcó la importancia de abordar los desafíos con responsabilidad. “Este fenómeno de la adaptabilidad laboral no puede ser nunca sinónimo de precarización o desempleo”, aseguró.
El planteamiento fue compartido por Cristóbal Valdés, presidente de la OTIC del Comercio, quien puso énfasis en la magnitud de las transformaciones en el mercado laboral. “Vamos a salir de la pandemia a un mundo donde el trabajo, su organización, sus horarios y reglamentaciones serán distintas. Son cambios que llegaron para quedarse”, sostuvo. Valdés también apuntó a la necesidad de contar con una regulación “equilibrada y realista”.
A juicio de Katia Trusich, presidenta del directorio de la Cámara Chilena de Centros Comerciales, la implementación del teletrabajo ha cambiado paradigmas y ha demostrado sus ventajas, por ejemplo, en el aprovechamiento del tiempo, evitando traslados por parte de los trabajadores y favoreciendo una mayor calidad de vida. Por parte de los empleadores, aseguró, hay ahorros en costos de infraestructura.
“El teletrabajo es una gran oportunidad para todos los trabajadores, porque pueden incorporarse al mundo laboral independientemente de donde se encuentren y con ello tenemos una tremenda oportunidad de desarrollo regional, de desconcentrar las grandes urbes, de manera que gente desde distintas partes del país aporten a proyectos comunes”, manifestó Trusich.
Para Luz María García, gerente del Programa Estratégico Regional SÉ Santiago Ciudad Inteligente de CORFO, una correcta implementación del teletrabajo permitirá reducir las brechas sociales en el presente y en el futuro. “Estamos en una era distinta, donde tenemos que ser capaces de poner la creatividad y la innovación en esta ecuación para sumar al producto interno bruto nacional y que Chile siga siendo competitivo frente a los mercados internacionales en esta transformación global mundial. Por ello, debemos tomar las tecnologías y, por supuesto, el teletrabajo, para reducir las brechas y avanzar en los próximos años”, aseguró.
Los desafíos cruzan los modelos de negocios actuales, según Mauricio Araneda, director del Diplomado de Gestión Estratégica de Relaciones Laborales de la U. Alberto Hurtado, quien recalcó que las capacitaciones y la integración de los distintos procesos de gestión de personas son clave para disminuir las llamadas brechas sociolaborales.
“El desafío máximo es que la productividad se tiene que aumentar, más que por el factor capital de trabajo, por la productividad total de los factores, es decir, cómo de manera eficiente vamos incrementando la curva de productividad del país”, puntualizó.