Recientemente se ha divulgado el estudio “Características nutricionales, procesos tecnológicos e ingredientes utilizados en la producción de cereales para el desayuno y efectos de su consumo sobre la salud de los seres humanos”. Esta investigación, que reúne más de 70 estudios científicos a nivel mundial hasta octubre de 2023, ofrece un respaldo a la importancia de los cereales integrales para una nutrición óptima, tanto en adultos como en niños, especialmente en el inicio del día.
La revisión bibliográfica fue llevada a cabo por Nestlé en colaboración con el Departamento de Nutrición de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile y Granotec, con el propósito de reunir evidencia investigativa sobre los beneficios de incorporar cereales en la primera comida del día.
Los cereales de grano entero son aquellos que incluyen todas las partes que lo componen (el salvado, el endospermo y el germen) y que aportan todos los nutrientes en su forma original. Esta revisión bibliográfica destacó especialmente el uso de este ingrediente como materia prima para la producción de cereales, debido a su alto contenido de fibra y beneficios para la salud.
En esta línea, Chile tiene el mayor consumo per cápita de cereales para el desayuno listos para consumir en Latinoamérica, alrededor de 1,4 kg al año por persona. No obstante, el consumo de granos integrales o enteros en el país es muy bajo, según datos del área de Cereales de Nestlé.
¿Por qué son clave los cereales de grano entero en el desayuno?
La radiografía demostró que los cereales integrales ofrecen una combinación perfecta de granos, vitaminas y minerales esenciales para una nutrición equilibrada. Comenzar el día con una dosis de estos nutrientes claves puede ayudar a enfrentar mejor las actividades diarias, desde el trabajo hasta las responsabilidades domésticas.
Además, un desayuno equilibrado, que incluya cereales integrales, contribuye a establecer patrones alimenticios saludables a cualquier edad, influyendo positivamente en las elecciones alimenticias futuras y en el bienestar a largo plazo.
“El consumo de cereales de granos enteros se asocia a la reducción del riesgo de enfermedades no transmisibles como la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, ciertos tipos de cáncer y alteraciones gastrointestinales. Además, su mayor índice de proteína y fibra hace que el cuerpo lo procese de manera más lenta, por lo que la energía que aporta dura más que otras alternativas. Sin embargo sólo 2.5% de los chilenos consume cereales de grano entero, abriendo una oportunidad para promover su consumo”, señala Daniel Guerrero, Gerente Regional de Nutrición, Asuntos Científicos y Regulatorios de Cereales de Nestlé para América Latina.
Además, la revisión bibliográfica arrojó que comer cereales al desayuno, tanto en niños como en adultos, tiene múltiples beneficios para la salud. Por ejemplo, aquellos que los consumieron tuvieron mayores ingestas de fibra dietética, calcio, magnesio, hierro, zinc, fósforo, potasio, vitaminas A, B y D, y lácteos totales en comparación con los que no lo hicieron.
“Los estudios revisados en este estudio confirman que la fortificación con vitaminas y minerales de los cereales para el desayuno es apropiada y contribuye significativamente a mejorar la nutrición de las personas al permitir abordar algunas deficiencias que puedan existir”, indica Macarena Ortiz, Líder Regional en Nutrición y Salud de Granotec.
Por otra parte, en adultos, la percepción de las calorías que aporta un desayuno que incluye cereales influyó positivamente en el apetito, el estado de ánimo y la satisfacción con la imagen corporal, ya que comenzar el día con esta alimentación fue percibido como menos calórico, generando reacciones psicológicas positivas en las personas.
De manera adicional, los resultados indican que consumir cereales para el desayuno o pan integral se relaciona con un Índice de Masa Corporal (IMC) significativamente menor en comparación con saltarse esta comida, o comer otros alimentos.
“El desayuno ayuda a establecer patrones regulares de alimentación a lo largo del día. Saltarse esta comida puede llevar a un aumento en el apetito más tarde, lo que podría resultar en elecciones alimenticias menos saludables y en exceso durante el resto del día”, señaló Lissette Duarte, Académica Departamento de Nutrición de la U. de Chile y autora principal del estudio.