“La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC, es un imán para las comorbilidades”, dice el doctor Rafael Silva, Broncopulmonar Adulto del Hospital Regional de Talca. El especialista continúa: “Es muy probable que la EPOC desarrolle enfermedad cardiovascular porque tienen una raíz común: el tabaquismo”.
Se estima que casi 400 millones de personas en el mundo tienen EPOC y que en 2030 será la tercera causa de muerte, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad, que se produce por una inflamación de los pulmones, hace sentir a las personas como si fueran peces fuera del agua, ya que su principal síntoma es la falta de aire, además de tos crónica y con esputo. En un altísimo porcentaje la EPOC se produce por el humo del tabaco (y en menor proporción por el humo de la leña).
“La EPOC no es una enfermedad pulmonar que afecte únicamente a nivel respiratorio. Hay estudios que señalan que sería una enfermedad inflamatoria sistémica, que también podría afectar la parte cardiovascular y provocar, específicamente, una inflamación en la pared arterial. En ese sentido, se ha visto que va muy asociada a enfermedad cardiovascular; de hecho, en un paciente con un cuadro severo de EPOC se incrementa hasta dos o tres veces el riesgo de morbimortalidad por causas cardiovasculares”, explica la doctora Benavides.
“La EPOC podría causar eventos cardiovasculares que no son solamente infartos, sino que también, son enfermedades cerebrovasculares”, agrega.
Para evitar todo lo anterior, la clave es dejar de fumar. “Hay un punto de quiebre en la enfermedad y es cuando se deteriora la capacidad respiratoria. Lo ideal es dejar de fumar previamente porque ahí realmente hay una prevención que evita muertes. Si uno previene el tabaco, previene la EPOC y las enfermedades cardiovasculares”, explica el doctor Silva.
Baja en hospitalizaciones
El número de hospitalizaciones por Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica con exacerbación (crisis) aguda bajó un 45% en 2020 en contraste con 2019, de acuerdo a cifras del DEIS. “Durante la pandemia se focalizó todo en COVID. Lo que uno como médico veía en la práctica es que muchos pacientes con EPOC que estaban cursando una exacerbación, no tenían la opción de tener una atención oportuna y, eventualmente, acceder a una hospitalización. Aquellos que lo requerían, se manejaban -a veces- de manera ambulatoria y otros que quizás requerían hospitalización en ese momento no se les podía otorgar”, relata la doctora Guacolda Benavides.
Hoy el llamado es al autocuidado y a realizarse los chequeos médicos correspondientes. “Los pacientes deben tener la tranquilidad que todos los estudios se realizan de forma segura siempre. Hoy el COVID no es una excusa para no controlarse”, declara el doctor Rafael Silva.