El Presidente Gabriel Boric hizo su última Cuenta Pública ante el Congreso Pleno.
El texto es el siguiente:
Congreso Nacional, chilenos, chilenas, habitantes de nuestra patria. Por cuarta y última vez vengo a dar cuenta al país de los avances y desafíos de mi gobierno.
¿Cómo poder valorar los logros alcanzados sin caer en la autocomplacencia? ¿Reconocer los tropiezos y errores sin ser derrotista? ¿Asumir los cambios de timón cuando fue necesario hacerlos?
¿E identificar los desafíos pendientes con decisión pero sin voluntarismo? ¿Cómo poder ponderar los cambios de Chile y el mundo entero en estos años y el rol que el gobierno ha jugado en ellos? Estas son preguntas que me hacía mientras preparaba esta cuenta.
Son preguntas difíciles, sin duda. Pero quiero que sepan que los principios con los que abordaré mis respuestas son claros y sencillos. Con humildad, con firmeza y con honestidad.
Asumimos el gobierno después de una de las movilizaciones más grandes de la historia reciente de Chile, a la que siguió una pandemia que trastocó las prioridades de todos los gobiernos del mundo y nos recordó, una vez más, sabiamente, que nadie se salva solo. El estallido social del 2019 fue la expresión de un legítimo malestar acumulado en el marco de un proceso de modernización acelerado de nuestra sociedad, que expresó en esos meses todas sus contradicciones. Hubo episodios de violencia inaceptables que no pueden ser justificados, como la quema del metro, la destrucción del patrimonio público y privado y la agresión a carabineros.
Y como respuesta por parte del Estado se cometieron graves e inexcusables violaciones a los derechos humanos, incluso con resultados de muerte y lesiones gravísimas, muchas de las cuales aún esperan justicia. Mucho se ha discutido sobre el significado de estos eventos, pero si hay algo que no se puede negar es que la gran mayoría de quienes participaron en las manifestaciones lo hizo de forma pacífica y con una gran voluntad de cambio. Con el paso del tiempo, quizás no suficiente aún para tener una evaluación histórica, pero sí para sacar aprendizajes, me atrevo a afirmar que los chilenos y chilenas exigieron terminar con los abusos, acceder a más derechos y bienestar y tener una voz protagónica en el devenir de la patria.
Pero lo hicieron sin renegar de sus propias trayectorias vitales, que dan cuenta de un innegable progreso en las últimas décadas desde la recuperación a la democracia, tanto en su dimensión material como en el ejercicio de libertades que antes, hace no tanto tiempo, estaban vetadas. Esto no fue bien aquilatado por izquierdas ni por derechas. Por un lado, se ha tratado de resignificar este periodo como un mero ejercicio de violencia desbocada, llegando a tildarlo incluso estallido delictual, lo que insulta a todos quienes participaron pacíficamente de éste y que conoce las causas profundas que generaban ese legítimo malestar.
Por otro lado, en momentos se pretendió desconocer una historia tanto colectiva como individual de progreso que permitió a las familias chilenas acceder a niveles de bienestar y libertad inimaginados poco tiempo atrás. No todo estaba bien, pero no todo estaba mal. Y es que la ansiedad por sintonizar inmediatamente con algún sector determinado de la población sin hacer una reflexión pausada, demostró para cualquiera de los sectores políticos no ser un buen camino.
Pese a todas las rivalidades, a todas las tensiones, Chile, de manera ejemplar, logró encauzar el proceso por la vía institucional, siguiendo lo mejor de su tradición republicana. Pero el germen de las interpretaciones reduccionistas estaba plantado y se expresó de manera clara en los dos procesos constituyentes que intentamos. El rechazo claro de ambas propuestas, dominadas cada una por fuerzas antagónicas que, en mi opinión, cometieron el error de negarle la legitimidad al que tenían enfrente, dio cuenta de un pueblo que exigía acuerdos entre nosotros, sin renunciar a su historia ni tampoco a los derechos conquistados tras largas luchas.
Considero que es un profundo error entender estos procesos constitucionales como un fracaso, porque fueron un tremendo aprendizaje para Chile. Fueron ambos un recordatorio de que Chile no quiere ni precisa de vanguardias que se escapen del sentido común de su propio pueblo, y una profunda reivindicación de que este país lo construimos entre todos y todas, sin negar jamás a quien piensa distinto. La ciudadanía le enseñó a la política que no tiene sentido pretender pasarnos a planadoras mutuamente.
Ustedes, estimados y estimadas, conocen mi postura, los ideales de igualdad que me animan. Soy una persona que cree en el cambio y el progreso social, que piensa que Chile necesita de importantes transformaciones para tener más justicia y una democracia que sea más profunda. El desafío era, y sigue siendo, cómo lograr aquello sin despertar legítimos temores y sin desconocer los logros individuales y sociales que tenemos buenas razones para valorar.
Ahora, en lo que respecta a nuestro gobierno, hubo señales anticipatorias que no supimos leer con claridad. El resultado de la primera vuelta y la elección parlamentaria de 2021, que estableció que las fuerzas progresistas serían minoría en el Congreso por los siguientes cuatro años, no fueron aquilatadas como correspondían. Y tuvo que ocurrir el primer plebiscito de salida para dejarnos en claro que no bastaba con las convicciones y la voluntad de cambio para gobernar, que es necesario una mejor síntesis entre generaciones y los proyectos progresistas.
Hubo, por tanto, que ajustar el rumbo. Se ha tratado de imponer una tesis de que este ajuste de rumbo y los énfasis programáticos del gobierno respecto a nuestro programa original y la incorporación decidida al corazón del gobierno de otras fuerzas políticas con las que antes habíamos antagonizado, fueron una supuesta claudicación respecto a los motivos que nos llevaron a participar en política. Y aquí, de cara al país, quiero refutar de manera tajante esta interpretación.
Y por el contrario, afirmo que una de las virtudes de nuestro gobierno fue precisamente ser capaz de ajustar sus prioridades sin abandonar jamás sus principios y ensanchar su espacio de alianzas para hacer posibles las transformaciones que Chile necesita. ¿Hemos logrado todo lo que queríamos con la profundidad que queríamos? No.
Pero hemos avanzado en esa dirección atendiendo a las condiciones en las que nos tocó gobernar y a la correlación de fuerzas no sólo del Congreso, sino de todo el espectro social. Revisando la historia, tal como en los años 30 el Frente Popular no pudo avanzar en la sindicalización campesina para en cambio avanzar en la industrialización de Chile, o en los 90 no se pudo terminar con todos los enclaves autoritarios por falta de votos en el Congreso, hoy nos tocó a nosotros ponderar nuestras aspiraciones para poder conseguir avances concretos y tangibles para el pueblo de Chile.
La reforma de pensiones que por 10 años había resultado infructuosa es quizás el mejor ejemplo de ello. Y es que ese es justamente el arte de la política democrática. Ser capaces de ponerse de acuerdo entre quienes piensan distinto en torno a un bien común compartido, en donde las distintas partes deben ceder respecto a sus posiciones originales.
Nuestras visiones programáticas como fuerzas progresistas son firmes y también lo es la convicción de que nuestras urgencias sociales no pueden seguir esperando una mejor correlación de fuerzas, porque la política también tiene el deber de responder al presente, a la gente, a quienes hoy día nos están viendo en sus casas, a quienes no nos están viendo, pero les afecta lo que hacemos. Y en este punto quiero reivindicar con mucha fuerza la unidad del progresismo para poder lograr estos consensos que pese a todos los pronósticos que anunciaban tempranos quiebres, llegan a este último año de gobiernos unidos y con más acuerdos que diferencias, tanto respecto al obrado como a lo que queda por hacer. Es la unidad, unidad de quienes reivindicamos que el desarrollo económico es compatible con el cuidado del medio ambiente, que la distribución justa de la riqueza es tan importante como su creación, que la democracia y los derechos humanos no se transan, que el mercado no se regula solo, que el Estado tiene un rol importante junto con el sector privado y la sociedad civil en la construcción del bien común y que la convivencia se fortalece desde la esperanza y no desde el miedo. Esta unidad es fundamental y necesaria para seguir construyendo un Chile más justo y próspero. Ahora, a todo gobierno se le evalúa por una mezcla de su cumplimiento programático como también por sus logros concretos durante el periodo que nos tocó gobernar.
Eso independiente de las intenciones que se hayan tenido. Y el nuestro, sin lugar a dudas, no va a ser la excepción. Tengo la convicción de que un buen gobierno no es solo aquel que muestra números o tickets de cumplimiento, sino el que logra que el Estado sea gobernado con la capacidad de construir acuerdos sociales.
En el fondo, no se trata de más o menos Estado o de frases amenazadoras a quienes abusan con la mayoría de los servidores públicos que sí hacen su trabajo con vocación y responsabilidad. Se trata, estimados y estimadas, de tener la capacidad política de progresar y justificar que las tensiones que produce el desarrollo pueden ser resueltas. Esto es precisamente lo que hemos logrado durante nuestro gobierno con las 40 horas, con el aumento del salario mínimo, con la reforma de pensiones, con el Sistema Nacional de Cuidado, con haber acelerado la inversión, con la solución a la deuda histórica con los profesores, la Comisión por la Paz y el Entendimiento, con la General de Búsqueda y la Estrategia Nacional del Litio, o los avances en Derechos de las Mujeres, entre otras tantas realizaciones. Esto es lo que jamás se podría lograr con una política hecha desde el miedo, desde la desinformación, la desconfianza y el pesimismo. Esto es, estimados y estimadas, al final del día la gobernabilidad.
Además de todo lo anterior, es necesario tener presente el escenario internacional, porque Chile está inserto en el mundo y el mundo que nos toca vivir cambia vertiginosamente, haciendo de la incertidumbre su característica central. En 2022, el mundo emergía con dificultad de los escombros de la pandemia. ¿Cómo olvidarlo?
Las cadenas de suministro estaban interrumpidas, la inflación presionaba a las familias y muchos empleos se habían destruido. La guerra había regresado a Europa y la democracia se tambaleaba donde antes se daba por sentada. Hoy, el orden internacional ya no gira en torno al multilateralismo y ha emergido un nuevo escenario marcado por alianzas pragmáticas y una reconfiguración de las cadenas productivas globales y una competencia por recursos estratégicos que afecta directamente a países abiertos como el nuestro.
La revolución tecnológica liderada por la inteligencia artificial está cambiando aceleradamente el trabajo, la educación, los medios y hasta la política misma. Y en este nuevo contexto, la democracia enfrenta desafíos que son inéditos, no menos graves a los que dieron lugar a las tremendas tragedias del siglo XX. La realidad nos recuerda una vez más que las libertades y derechos conquistados no hay que darlos nunca por sentados y deben ser defendidos con fuerza, con convicción, por cada generación.
En nuestra patria, en Chile, hemos respondido con firmeza y nos hemos puesto la tarea de avanzar hacia un clima político que sea más dialogante, que sea consciente de los límites pero también de las tremendas posibilidades que tenemos como país. Este es el punto de partida del mensaje que hoy les entrego. Mi objetivo es rendir cuenta con honestidad y de renovar ante Chile con serenidad el compromiso con un país que ha cambiado y que con toda justicia sigue esperando más.
Hecha esta primera reflexión, destacaré en esta cuenta pública los logros más importantes de nuestro gobierno. Plantearé los desafíos pendientes, identificaré los límites que enfrentamos y anunciaré medidas y decisiones para lo que resta del gobierno. Dividiré mi presentación en tres seguridades.
Seguridad ciudadana, seguridad social, seguridad económica y desarrollo sostenible. Y además me referiré finalmente a la promoción de la democracia y la cohesión social. Sobre seguridad ciudadana, el crimen y la inseguridad son hoy la principal preocupación de los chilenos.
Este es un fenómeno mundial del cual nuestro país no está exento. Y hemos actuado en consecuencia. En 2021, estábamos ante una tendencia que era preocupante.
Un aumento sostenido de homicidios y delitos violentos como encerronas, portonazos y balaceras. Esto acompañado con un creciente control territorial de bandas de crimen organizado y una frontera que tenía un débil control migratorio ante la migración irregular. Hemos logrado romper la curva de la tasa de homicidios al alza que venía hace años en ascenso.
Con un trabajo serio y sostenido de carabineros, de la PDI, de la fiscalía, de los gobiernos regionales y de los municipios, a todos quienes agradezco. Pero el Estado no está para buscar excusas ni solazarse, sino para dar soluciones. Porque quiero decirles, chilenos y chilenas, que no permitiremos jamás que se normalice la delincuencia, sea del carácter que sea.
Ante quienes afirman irresponsablemente que Chile está de rodillas frente a la delincuencia o que Chile se cae a pedazos, yo respondo que se equivocan. Que Chile está de pie peleando palmo a palmo contra quienes quieren arrebatarnos el derecho de vivir en paz. Y vamos a ganar esa batalla.
Algunos dirán malintencionadamente que no se ha hecho nada, pero no es cierto. Este mismo Congreso, ustedes han aprobado más de 60 leyes que han permitido modernizar nuestra institucionalidad ante las nuevas formas de delito y la mayoría de estas iniciativas ha tenido apoyo transversal. Ahí están la ley antinarco, las técnicas investigativas, la tipificación del robo de madera, la votación para tener más dureza con la reincidencia delictual, el nuevo Ministerio de Seguridad Pública o la modernización de la ley antiterrorista.
Pero aún falta. Y en particular me refiero a la ley de inteligencia económica, porque es urgente perseguir la ruta del dinero del crimen organizado y permitir que se levante el secreto bancario. No se puede, estimados congresistas, pedir en la mañana más eficacia ante el crimen organizado y votar contra levantar el secreto bancario en la tarde.
Porque si no aprobamos esta ley, son los cabecillas de las bandas los que seguirán impunes. Insto a este Congreso a avanzar ya en este proyecto. Logramos también el aumento significativo de los recursos a las policías, lo que les ha permitido renovar su equipamiento y contar con mejores herramientas para enfrentar la delincuencia.
Estas instituciones, en algo que es muy solicitado por la ciudadanía, y ustedes lo saben, a cada lugar en que vamos van a poder tener aumentos progresivos en su dotación, para que haya más carabineros, para que haya más detectives, para poder dar seguridad de manera más oportuna a nuestra gente. Ahí también está la nueva infraestructura lista o en construcción, una tarea de Estado para carabineros, para la PDI, en lugares como Arica, Antofagasta, Taltal, Oyagua, Iquilicura, Viña del Mar, Yumbel, San José de la Mariquina, Copiapoma, Ipuzan, Ramon, Tocopilla, Peñaflor, Peumolos, Andes. La nueva Escuela de Formación de Carabineros del Grupo de Concepción, que va a fortalecer la capacitación profesional y el despliegue de nuevos efectivos.
Ahí está, a la vista de todos, la destrucción en sólo tres años de más de 67.000 armas, lo que equivale al 30% de todas las armas destruidas en Chile desde 1990, porque pese a lo que promueven algunos, menos armas circulando es más seguridad para todos. Ahí está el descenso significativo de los actos de violencia en la macrozona sur. La cantidad de lesionados ha disminuido en más de un 70%, hubo un 60% menos de ataques incendiarios y se redujeron en 82% los inmuebles que han sido atacados.
Pero no nos conformamos, queremos que todo eso sea cero. Ahí está el reforzamiento de la frontera norte. Nuestra ministra estaba el día de ayer, en Arica, con las Fuerzas Armadas, mediante la reforma constitucional que habilitó el despliegue de las Fuerzas Armadas, aprobada también transversalmente, en una zona que se encontraba, digámoslo, desprotegida.
El resultado es que durante nuestro gobierno ha habido un descenso de 48% en la migración irregular, que fue uno de los malos legados del gobierno anterior. Ahí está también la nueva ley integral contra la violencia hacia las mujeres y los 24 centros de atención especializada en violencia de género. Y falta aún la aprobación de la Defensoría de Víctimas, que requiere un último esfuerzo y no me cabe ninguna duda que va a contar también con apoyo transversal, pese a las diferencias que tenemos.
Ahí está la recuperación de espacios públicos a lo largo de todo Chile, que es deber de todos cuidar, no sólo de las autoridades, de la sociedad entera, ahí está la eliminación de los narcomausoleos, la implementación y mejora continua del Plan Calle sin Violencia. De esto pueden dar fe los vecinos de la Plaza de los Cuncos en Renca o de la Plaza Augusto del Mar Oriente en San Ramón, y tantas, tantas otras comunas que se han visto beneficiadas y ven cómo se transforman en espacios llenos de vida, lugares que antes les fueron ajenos o que estaban abandonados o tomados por la delincuencia. Ahí está también el Plan Maestro de Infraestructura Penitenciaria, que va a permitir que en cinco años, y esto por lo tanto es una tarea de Estado, sumemos más de 15.000 nuevas plazas para enfrentar el aumento de la población penal y el hacinamiento en las cárceles. Los logros que he mencionado son hechos concretos, son indiscutibles en cuanto a realizaciones, pero no dan para celebrar ni tampoco para relajarse. Quiero decirles a todos que tenemos que seguir con más fuerza, con más decisión, con unidad, pese a las diferencias que tenemos, estimados y estimadas parlamentarias, pese a las diferencias que tenemos. También resulta fundamental el trabajo en la reinserción y en la prevención del delito, porque quiero decirles que es posible romper ese destino trágico en que la pobreza condena a algunos a la delincuencia.
Hay que prevenir y una vez ocurrido el delito no podemos dejar a esas personas a su suerte. Porque muchos de los jóvenes que caen presos ya tienen un familiar preso en la cárcel.
Y romper ese destino trágico es un deber moral de la sociedad. Y se puede, se puede lograr. Ese es el objetivo que tiene el nuevo servicio de reinserción social juvenil que fue puesto en marcha el 2023.
Y en esto los municipios, los municipios juegan un rol fundamental en la prevención del delito. Déjenme decirles que antes de nuestro gobierno los municipios tenían que competir por recursos para proyectos de seguridad, competir entre ellos y en donde generalmente ganaban los que ya tenían más recursos porque tienen más capacidad para elaborar proyectos. Desde el 2023 implementamos el Sistema Nacional de Seguridad Municipal que entrega recursos permanentes a 120 comunas y financiamiento rotativo para otras 255 comunas año por medio.
En definitiva mi mensaje respecto a la seguridad ciudadana es que reconozcamos todos juntos lo que se ha hecho y a la vez no nos conformemos con ello. Es lo que la sociedad nos exige. Y para seguir avanzando necesitamos estar unidos porque cuando nos unimos el crimen retrocede.
Falta para ello una comprensión más profunda de largo plazo de que la seguridad no puede ser una bandera partidista que se use para tratar de sacar réditos para la próxima elección sino una condición necesaria para que toda la sociedad pueda prosperar y vivir en paz como se merece. En este camino que es largo y difícil Carabineros de Chile la PDI y las Fuerzas Armadas han sido piezas fundamentales y por ello les rindo homenaje por su compromiso cotidiano muchas veces silencioso y siempre arriesgado por protegernos. El sacrificio el sacrificio de funcionarios como Daniel Palma, Rita Olivares, Alex Salazar, Carlos Cisterna, Sergio Arevalo, Misael Vidal de Carabineros o Camila Silva y Daniela Salazar de la PDI no puede pasar al olvido.
Ellos no son mártires ni de un gobierno ni de un sector son mártires de Chile y como tal debemos honrarlos. Hoy las policías cuentan con más dotación con mejores tecnologías y con un mayor respaldo jurídico y social. También tienen un mandato ético que es claro actuar con determinación ante el delito y siempre dentro del Estado de Derecho.
Defender la seguridad de todos y todas siempre con respeto a los derechos humanos porque desde esa legitimidad es de donde se construye fuerza eficaz confiable y respetada por toda la ciudadanía. El compromiso que tenemos es seguir avanzando no con promesas vacías sino con hechos concretos como los que he demostrado hechos que devuelvan la tranquilidad a nuestros barrios a San Pedro de la Paz donde se vivió hace pocos días un incidente inaceptable en donde adolescentes fueron baleados en su mismo colegio. No podemos permitirnos ni naturalizar que eso suceda.
Ahí falló la sociedad entera. Tenemos que trabajar con más fuerza porque queda mucho por hacer hechos que hagan de Chile un país mejor. Un país seguro, justo y que sea digno para todos.
Segundo eje, la seguridad social. La esencia de un gobierno progresista como el nuestro es que su práctica política apunte a la universalidad.
Es cierto que en nuestra sociedad persisten diversas formas de discriminación injustas que deben ser enfrentadas. Pero no podemos olvidar que, aunque se presenten como radicales, la política identitaria, cuando es aislada, suele terminar en una política de defensa de grupos de interés que no cambia la estructura de las desigualdades en una sociedad. Desde esta convicción, en el ejercicio de mi gobierno, hemos hecho políticas públicas que son universales.
Por eso impulsamos el Copago Cero, las 40 horas, la incorporación de un seguro social en las pensiones, el Royalty de la Gran Minería o la modernización y ampliación del transporte público, el Sistema Nacional de Cuidados o el aumento del sueldo mínimo. Y es que, en materia laboral específicamente, los avances para las y los trabajadores, no colaboradores, trabajadores, digámoslo claramente, son claros. Y no fue fácil hacerlo, porque el 2022, cuando asumimos el gobierno de manera responsable, implementamos un duro ajuste fiscal a una economía que estaba sobrecalentada y con alta inflación y precios de muchos servicios importantes congelados de manera razonable por la pandemia.
Mi primera definición en el gobierno fue que este necesario ajuste no lo iban a pagar los trabajadores ni los forcidos de la familia. Y cumplimos, porque aumentamos el sueldo mínimo de 350 mil pesos a 539 mil pesos mensuales, lo que significa la mayor alza de las últimas décadas y nos posiciona como el país con el salario mínimo más alto de Sudamérica. Y además, y esto es muy importante, lo hemos hecho bajando a tasas históricas la informalidad laboral.
A tasas históricas la informalidad laboral. Es parte de la palabra que exigí que me cobraran. Porque es la amenaza permanente a la que recurren quienes siempre encuentran una excusa para oponerse a aumentar los ingresos de los trabajadores.
La inflación interanual cayeron de 14% a 4,5% en conjunto con el trabajo tremendamente importante del Banco Central. Se han creado cerca de 600.000 nuevos empleos en el país, de los cuales más del 90% son empleos formales. Hemos recuperado la participación laboral de las mujeres a niveles pre-pandemia y hemos apoyado a las pequeñas empresas en este esfuerzo colectivo.
Y tenemos que seguir en esta senda, porque el número de desempleados en Chile sigue siendo alto. Por ello, anuncio que enviaré a este Congreso un proyecto de ley que unifica y optimiza los actuales subsidios al empleo para poder incentivar justamente la contratación de las mujeres y los jóvenes que están buscando trabajo. Pero sabemos que para alcanzar el pleno empleo no hay receta mágica ni atajos.
Tenemos que crecer más. Me detendré en este punto más adelante. Uno de los avances más emblemáticos de nuestro Gobierno es la reducción progresiva de la jornada laboral a 40 horas.
Todos recuerdan cuando se presentó este proyecto en 2017 que muchos afirmaron que era una fantasía, que iba a tener consecuencias catastróficas y sin embargo insistimos, aunamos voluntades, buscamos acuerdos entre trabajadores y empleadores y ese acuerdo social es el que lo hizo posible. Eso es gobernabilidad, generar acuerdos sociales entre quienes piensan distinto. Son cientos de empresas las que de hecho se adelantaron y bajaron su jornada laboral a 40 horas.
Por ejemplo, la empresa Fotio donde trabaja Pamela Martínez que nos está acompañando hoy día en esta cuenta pública. Eso es justamente la ley de 40 horas, la posibilidad de alcanzar a tomar once en familia, de participar en una organización social, de hacer deporte, de llegar a la casa antes que tus hijos duerman. Es ser dueños de nuestro propio tiempo.
Además, gracias a la conciliación, a la ley de conciliación de la vida laboral y familiar, desde el 2024 las y los trabajadores que cuidan a sus hijos menores de 14 años o de familiares con discapacidad o dependencia severa pueden también teletrabajar. Y muy importante, en Chile, este es un desafío que tenemos como sociedad y lo podemos abordar en el corto plazo. En Chile hay más de un millón de mujeres que queriendo no pueden trabajar remuneradamente porque tienen que cuidar a su familia, lo que también es trabajo.
El mercado laboral chileno está marcado históricamente por las brechas de género. La participación de las mujeres en el mercado laboral es sólo de un 53%, la de los hombres un 72%. Las mujeres tienen más obstáculos para conseguir trabajo formal y derecho efectivo a la seguridad social.
No es que tengan lagunas previsionales, como decían las AFP, es que habían tenido que trabajar sin remuneración, cuidando, y tenían más dificultades y eran discriminadas a la hora de buscar trabajo. También reciben menos ingresos que los hombres, una diferencia que incluso aumenta luego de tener al primer hijo.
Por ello es que quiero insistir en la urgencia de sacar adelante el Proyecto Salacuna para Chile. De aprobarse este proyecto que está en discusión actualmente, se reducirán de manera significativa las barreras a la contratación laboral femenina y las brechas salariales entre hombres y mujeres. Se va a incentivar la participación laboral femenina en el mercado laboral formal.
Se va a incorporar la posibilidad de dar cumplimiento a la obligación de Salacuna en establecimientos públicos, incrementando de esta manera su financiamiento y también la creación de nuevos jardines, que fue una de las políticas públicas notables, aprovechando que está acá presente quien hizo la Presidenta Bachelet durante su mandato. También, de aprobarse esta ley, se van a mejorar los estándares educativos tanto para instituciones públicas como instituciones privadas, porque las salas cunas van a deber contar siempre con reconocimiento oficial. Ahora, el proyecto sabemos que se puede perfeccionar, pero no podemos seguir postergándolo en discusiones infinitas, porque es una prioridad para la sociedad y llamo a que también sea una prioridad para este Congreso.
Para terminar sobre materia laboral, vamos a insistir en la discusión sobre la necesidad de tener mecanismos de negociación multinivel o ramal. Los sindicatos y las centrales sindicales lo han planteado desde hace años y como Presidenta de la República no concibo que haya discusiones vetadas en nuestra sociedad. La reforma de pensiones es otro gran hito, no de este gobierno, de este ciclo político.
Y es que, quiero insistir en esto, veo acá a varios quienes participaron activamente de haber logrado destrabarla, porque no es un logro exclusivo del gobierno, sino una demostración de la buena política. Y es que sepan que hubo más de un momento en que la posibilidad de llegar a acuerdo estuvo a punto de naufragar. Se soportaron ingentes presiones de todas partes, de todas partes, incluidas, por cierto, las FP, que fueron las principales opositoras a la reforma.
Fueron muchos los que nos combinaron, eran los que nos dijeron que teníamos que abandonar la reforma por no tener mayoría en el Congreso o por la distancia que existía entre oficialismo y oposición. Pero fuimos persistentes. Y aquí quiero hacer un punto, porque muchas veces se discutió en el comité político la posibilidad de poner en votación la reforma sin acuerdo y, por ende, esto significaba que se rechazaba.
También lo planteaban sectores de oposición cuando veíamos que estaba difícil conseguir un consenso. Eso hubiese permitido que cada sector pudiera decir a los suyos que había defendido sus banderas hasta el final. Pero quienes participamos de esta difícil negociación tuvimos la convicción de que los chilenos y chilenas no podían seguir esperando que la política continúe peleando por más de 10 años, mientras millones de trabajadores seguían con pensiones de miseria.
Todos tuvimos que ceder respecto de nuestras posiciones originales y hubo que pensar fuera de la caja. Esto nos valió enfrentar enconadas críticas de quienes afirmaban vehementemente que cualquier concesión equivalía a una derrota. No fue fácil, pero logramos sacar adelante la reforma y es al final del día la gente la que se va a ver beneficiada.
Quiero desde esta tribuna agradecer a quienes de derecha, centro e izquierda, a los técnicos, académicos, sindicatos, fuerzas sociales que actuaron pensando en Chile. Por ello, desde septiembre aumentará la PGU a 250 mil pesos mensuales comenzando con los mayores de 82 años. Tendremos un nuevo seguro social y un bono para corregir la discriminación hacia las mujeres.
Los empleadores pasarán a aportar a la cotización y las AFP estarán más reguladas reduciéndose el espacio para su abuso. En definitiva, son las pensiones de 2,8 millones de personas las que se van a ver aumentadas entre un 14 y un 35 por ciento fortaleciendo además de esta manera el ahorro nacional. Esto es una buena política hecha por todos nosotros, casi todos.
Esto es gobernabilidad. En materia de salud, la pandemia del COVID-19 fue un desafío gigante para el mundo entero pero por sobre todo para los sistemas de salud. Y si casi siempre Cuando un presidente en ejercicio ocupa la frase el gobierno anterior lo hace para lanzar una crítica, hoy quiero cambiar esta lógica y reconocer aquí la gestión del gobierno anterior en el difícil manejo de la pandemia en su aspecto sanitario que muchas veces en ese momento no fue justamente evaluada. Porque tanto en la gestión de las vacunas como en la reconversión del sistema para hacer frente a la emergencia, Chile con todos los dolores que nos dejaron las pérdidas de compatriotas estuvo a la altura. En esto el gobierno que me antecedió tuvo un rol central y el principal reconocimiento se lo lleva sin duda las y los trabajadores de la salud que dieron todo de sí y Chile entero les agradece por ello pero sabemos y me imagino que hay muchos trabajadores de la salud escuchando que no basta con palabras agradecimientos ni aplausos.
Por eso hemos impulsado mejores concretas para estos trabajadores como la materialización del reconocimiento histórico que nuestro país debía a quienes sostienen nuestro sistema público de salud, los TENS, mediante la creación de la asignación técnica para más de 57 mil trabajadores de los cuales 85% son mujeres. Esto representa mucho más que una mejora salarial y quiero destacar que esta medida logró respaldo unánime del Congreso. Esto se suma a las indicaciones que ingresamos para incorporar definitivamente a los TENS al Código Sanitario.
Estamos trabajando para que en Chile todos y todas puedan ejercer su derecho a la salud de manera oportuna y con calidad sin importar sus ingresos ni dónde viven. Los mejores ejemplos de esto son los planes pilotos que hemos impulsado en la política universal de APS y el copago cero y permítanme ilustrar a propósito del copago cero los beneficios que ha tenido con un ejemplo muy concreto. En 2022 Alessandra y Eduardo de alto auspicio tuvieron trillizos que al nacer estuvieron hospitalizados más de 80 días.
Su primera preocupación fue siempre la salud de sus niños pero no sabían cómo iban a poder pagar los más de 7 millones de pesos que les costó el tratamiento. Gracias al copago cero no tuvieron que pagar ni un peso y esta es una política pensada para nuestra clase media. Otra política universal de la cual Chile tiene una larga tradición es la vacunación.
El 2024 nos convertimos en el primer país del hemisferio sur en implementar la inmunización contra el virus sincicial. Esta medida significó que el año pasado por primera vez no fallecieran niños menores de un año producto del virus en invierno y además una disminución muy significativa en la hospitalización y por lo tanto un ahorro significativo para el sistema de salud. En esto quiero ser muy claro quienes se oponen a las vacunas desconocen la ciencia y amenazan la salud de la población.
En materia de fortalecimiento de la atención primaria de salud nuestro gobierno y esto también es una política de estado va a alcanzar un total de 70 nuevos dispositivos de atención primaria a lo largo de Chile desde la apuesta de salud rural de Cariquima en la comuna de Colchane hasta el nuevo CESFAM Tomás Fenton en Punta Arenas. Esta expansión de la red primaria significa acercar la atención médica de calidad a cada rincón del país.
También algo que era muy anhelado en abril pasado cumplimos con promulgar la ley de enfermedades poco frecuentes un trabajo por años de organizaciones de pacientes y sus familiares que también contó con un apoyo transversal. Y también ingresamos un proyecto de ley que mejora y da sostenibilidad al Fondo Ricarte Soto.
Quiero aprovechar la ocasión para anunciar que después de haber escuchado a cientos de mujeres que por diversos motivos no han podido tener hijos deseándolo, he instruido a nuestra Ministra de Salud elaborar y presentar un proyecto de ley para regular y facilitar la fertilización asistida tomando como base las mociones que han sido presentadas en este Parlamento. Compatriotas, cumpliendo con el compromiso que adquirí en este mismo lugar hace un año, hemos ingresado a este Congreso un proyecto de ley que termina con la ilegalidad y la penalización del aborto.
Por demasiado tiempo se ha tratado a mujeres que abortan como criminales. Son miles de mujeres al año, aunque no las quieran ver y se les ha obligado a la clandestinidad. Son muy pocas las que tienen los recursos y contactos para poder hacerlo de manera segura.
Y la gran mayoría camina por la cornisa sin saber si lo que pagaron a escondidas va a resultar o si deberán enfrentar dolores, urgencias y hasta poner en riesgo su propia vida. Temen de sangrarse y muchas llegan de todas formas a urgencias venciendo el miedo. Lo que le quiero pedir a este Congreso es que la tremenda diversidad de opiniones sobre la propuesta de legalizar el aborto con plazo que hemos ingresado no se nieguen a la discusión.
Esta diversidad que se expresa hoy día en el Parlamento tiene que analizarse de manera civilizada, discutiendo, no vetando la discusión y no negándole el derecho de las mujeres a decidir. Son generaciones de mujeres que han vivido y peleado por esto. Lo que les pido es que no les nieguen el debate democrático como ciudadanas plenas capaces de decidir.
No neguemos el debate democrático. Promover y proteger la salud mental ha sido otro de los énfasis de nuestra gestión en salud. Creamos la línea telefónica de prevención al suicidio 4141, aumentamos las becas de especialidad en psiquiatría e ingresamos el proyecto de ley integral de salud mental como anuncié en la cuenta pública anterior.
Además, cuando finalicemos el gobierno vamos a haber habilitado 15 nuevos centros de salud mental como comprometimos y dejaremos al menos otros 23 centros en desarrollo para que inaugure el próximo gobierno. Igualmente avanzamos en algo que es muy sentido y que me toca verlo mucho en terreno, la implementación de la ley del trastorno de aspecto autista, la ley TEA. Gracias a ella hemos destinado recursos para implementar decenas de salas y equipos multidisciplinarios en la atención primaria de salud para poder atender a niños, niñas y adolescentes con autismo a lo largo de todo el país.
Además hemos fortalecido la red de salud con especialistas como neurólogos, pediatras y fonoaudiólogos y para 2025 tenemos programado implementar otras 48 salas y equipos en la salud primaria y también incorporar 47 nuevos equipos de psiquiatras, terapeutas ocupacionales y psicólogos. Hay un hito que no me olvido que para mí fue muy significativo. Hace cerca de un año ya fui a la comuna de Mejillones, a la localidad rural de Michilla, en donde se ubica la escuela Lucila Godoy Alcayaga, que es una escuela unidocente. Y en donde la profesora Rosa Contreras me mostró, en esa única escuela de Michilla, la sala de contención que habían implementado el año pasado en la escuela para los dos niños con TEA de los 17 estudiantes que tenía. Y es que esta es una realidad que viven miles de familias.
Y ahí están los niños de Michilla. ¡Bienvenidos! Es un honor, es un honor tenerlos aquí.
Fue realmente conmovedora esa visita. Me presentaron la obra del Quijote cuando fui y recorrimos toda la escuela. Fue realmente hermoso.
Son un orgullo, son un orgullo para Chile. Pero como dos de los 17 niños de esa escuela eran TEA, sepamos todos que esta es una realidad que viven miles de familias que durante demasiado tiempo vivieron invisibilizados y discriminados. Ya no más.
Espero también que el Estado prontamente tenga los recursos. Cuando se firme el siguiente decreto GES para poder incorporar en un futuro cercano al TEA, al GES. A las garantías explícitas de salud.
Uno de los desafíos más importantes que tenemos en lo que resta de nuestro gobierno es seguir reduciendo las listas de espera en un sistema que ha sido muy presionado por el crecimiento de la demanda, por las consultas tras la pandemia y por el aumento también de beneficiarios de FONASA después de la crisis de las ISAPES producto de su propio abuso. No obstante, el tiempo de espera para consultas nuevas de especialidad bajó en torno a 90 días respecto de diciembre del 2021 y para cirugías disminuyó en 366 días respecto de la misma fecha. Es decir, el tiempo de espera para cirugía se redujo en un año.
Ahora, esto, estimado y estimada, sé que no es suficiente, sé que hay demasiados chilenos y chilenas esperando y que acá tenemos que poner más esfuerzo, que acá tenemos que poner más pasión, que acá tenemos que poner más consenso para poder sacar adelante las listas de espera. Y seguimos trabajando para disminuir estos plazos. Justamente con el objetivo de brindar acceso oportuno a la salud y de manera equitativa en todo el territorio nacional, hemos continuado con la política de Estado, no de gobierno, de Estado de ampliación de la red hospitalaria que le cambia la vida a los habitantes de los lugares donde estos se instalan.
Nuestro gobierno ha concretado la entrega a la fecha de hospitales en Putaendo, en Quillota Petorca, en Carahue, en Huasco, en Curicó, en Maquiego y Padre de las Casas, en Alto Hospicio, en San Antonio, en Casablanca, en Collipulli, en Lonquimay y Villarrica. Y asimismo iniciará su operación y marcha blanca para antes del 2026 los hospitales de Diego de Almagro, de Margamarga, Melipilla, Curacautín, Queilen, Chile Chico, Cauquenes y Parral. El Salvador, el Instituto Nacional de Geriatría y el Hospital de Quellón.
Los futuros hospitales de Ancud, Ñuble, Buin, Paine, Constitución con una política de Estado que va más allá de este gobierno porque esto no lo hace un presidente en particular, lo hace el Estado de Chile con una política de largo plazo. Y recordando que este año se cumplen 20 años desde que se creó las garantías explícitas de salud y otorgó derechos exigibles en salud a los ciudadanos sin listas de espera, anunciamos el nuevo decreto GES que representa la mayor inversión desde la creación del sistema de aproximadamente 100.000 millones de pesos anuales adicionales. Este decreto va a incorporar tres nuevos problemas que son prioritarios y que afectan a muchísimos compatriotas.
Hospitalización para menores de 15 años con depresión grave, tratamiento tras el alta por cirrosis hepática para asegurar continuidad terapéutica de esta enfermedad frecuente y la cesación de cáncer. El consumo de tabaco para mayores de 25 años, incluyendo terapia farmacológica y apoyo psicológico. Pero además, vamos a fortalecer significativamente 10 problemas actualmente existentes con tratamientos de vanguardia, como sensores de glucosa para diabéticos menores de 18 años y embarazadas, ampliación de detección del virus del papiloma humano, mejores coberturas para la epilepsia refractaria, la leucemia, tumores del sistema nervioso central, cardiopatías congénitas, asma bronquial grave y enfermedad renal crónica.
Puede sonar un poco específico decirlo, pero seguro cuando ustedes, parlamentarios y parlamentarias, recorren sus distritos, conocen a mucha gente que padece estas enfermedades y que requiere de más apoyo. En materia de ISAPRES, estamos impulsando un proyecto de ley que termina con la discriminación por edad y el estado de salud, las famosas preexistencias, porque ya terminamos con la discriminación por sexo con la ley corta, que además obliga a las ISAPRES a cumplir plenamente con los principios de la seguridad social en el uso de las cotizaciones obligatorias de salud.
Y es menester reconocer que si bien durante nuestro periodo no pudimos hacer la reforma estructural de seguro único al sistema de salud que nos hubiera gustado, porque hay que decir también lo que no pudimos hacer, hemos avanzado en esa dirección, porque hoy FONASA no sólo garantiza atención gratuita en el sistema público, sino que a través de su nueva modalidad de cobertura complementaria va a ampliar las opciones para sus asegurados, permitiéndole acceder a los prestadores privados a menor costo con mayor libertad de elección.
Esta modalidad representa un paso fundamental hacia una complementariedad público-privada que sea más virtuosa, en donde los usuarios de FONASA se beneficien de lo mejor de ambos mundos, de la seguridad del sistema público y de la flexibilidad del sector privado, todo bajo un esquema de protección financiera mucho más robusto.
En materia de infancia, cada familia forja el futuro de nuestro país y cuando las apoyamos protegemos también a la niñez y a la adolescencia en toda su diversidad. En esa línea, un cambio que ha pasado desapercibido quizás para los grandes titulares, pero que ha beneficiado a muchísimas familias en Chile, es que el subsidio único familiar llega a 471.000 personas más que en el 2022, 471.000 personas más, y desde el 2024 se asigna sin necesidad de postulación a los menores de 18 años del 40% más vulnerable. Otro hito importante de nuestro gobierno es la Ley del Pago Efectivo de Pensiones de Alimento, que muchos conocen como la Ley Papito Corazón.
Esta ley ha sido una ayuda concreta para madres, principalmente madres, que llevan en soledad la tarea de mantener a sus hijos y a sus hijas. Y a dos años de su implementación, gracias a esta ley, se ha ordenado el pago de casi 2,5 billones de pesos, que es equivalente, para que nos hagamos una idea, a lo que recaudan 52 teletones. Imagínense toda la plata que padres irresponsables debían.
Y es que hay mujeres como Esperanza Núñez, que hoy está aquí con nosotros, para quien esta ley llega como un acto de reparación, años después de haber sacado sola adelante a sus hijos. Son demasiados los casos de padres irresponsables que abandonan a sus hijos y dejan toda la carga económica de la crianza en la madre. Con esta ley, a ellas y a sus familias les hacemos justicia, y sé que muchas nos están escuchando y que muchas han vivido el beneficio que significa.
También, implementamos la ley que crea el sistema de garantías y protección de los derechos de la niñez y adolescencia que demoró más de 10 años en tramitarse, y que consiguió también acuerdo transversal. Hoy, las oficinas locales de la niñez van a estar presentes en todas las comunas del país. Y por eso le quiero hablar a los niños, a las niñas de Chile, que además nos han dado tanto cariño y apoyo, aunque no puedan votar, no importa, los hemos estado escuchando.
Le hablo también a la Violeta del futuro próximo. Quiero decirles a estos niños y niñas que sueñen, que jueguen, que se expresen, porque Chile también es de ustedes. No están en el Parlamento, pero están representados acá.
Estamos trabajando para ustedes. Y en materia de cuidados, en Chile cuidar ha sido históricamente un trabajo invisible que ha sido sostenido casi siempre por mujeres que han debido postergar su vida para hacerse cargo de otras personas. Durante décadas esto se entendió como una responsabilidad privada sin reconocimiento ni apoyo y esa realidad no puede continuar.
Lo vemos y ustedes lo saben. Cuando una mujer cuida a su hijo con dependencia severa y a la vez a su madre con Alzheimer. Cuando una persona mayor cuida a otra que es aún más frágil.
Y tantos, tantos casos que nos toca ver en el día a día. Por eso como gobierno decidimos hacer del cuidado una prioridad. Y Chile Cuida es el camino que hemos trazado para poder enfrentarlo.
Hemos creado la credencial de la persona cuidadora que las reconoce y les permite acceder a atención preferente del Estado y a descuentos en empresas privadas que se han ido sumando a esta red. Hemos extendido la red local de apoyos y cuidados. Hemos también habilitado más de 100 centros comunitarios de cuidados en todo Chile.
Donde por ejemplo en Cerro Navia una mujer puede dejar a su madre unas horas para poder asistir a un taller de autocuidado. Algo que les cambia las vidas. Una mujer me dijo un día que cuidaba a su hijo con dependencia severa.
Que ella tenía recursos monetarios pero que era pobre de tiempo. Y esa pobreza también existe principalmente en las mujeres. Y eso es lo que estamos enfrentando justamente con el Sistema Nacional de Cuidado.
Ahora, el compromiso con una sociedad que envejece rápidamente requiere también como lo hemos estado haciendo fortalecer los centros diurnos para personas mayores. Los establecimientos de larga estadía, los condominios de viviendas tuteladas como el que por ejemplo hoy en Punta Arenas acoge a personas mayores que necesitan autonomía, comunidad y seguridad. Les quiero decir que los cuidados no pueden depender solamente de una administración.
Por eso los insto a este Parlamento a aprobar la ley que establece el Sistema Nacional de Apoyo y Cuidados. Compatriotas, una educación de calidad es la mejor herencia que una generación puede dejar a la siguiente. Hemos trabajado en conjunto con profesores y profesoras, con asistentes de la educación para abordar las consecuencias de la pandemia en las escuelas, para fortalecer la educación pública, para reparar las deudas que llevaban demasiado tiempo sin solución en esta área.
Parto por la educación inicial que es clave para abrir oportunidades y reducir las brechas de aprendizaje en desarrollo de niños y niñas. Después de años sin actualizaciones legislativas, logramos aprobar la ley de modernización de la educación parvularia, lo que va a permitir mejorar la calidad y el acceso a los jardines infantiles.
También, con la asesoría de un grupo transversal de especialistas, formulamos el plan de reactivación educativa para poder mejorar la asistencia que quedó muy debilitada después de la pandemia y enfrentar también las dificultades de aprendizaje que se derivaron de la misma. En esto se ha avanzado con hechos. Por ejemplo, en noviembre del año pasado, más de 17.000 estudiantes que habían salido del sistema volvieron a las salas de clases. 17.000 niños que habían dejado el colegio volvieron. Y entre 2022 y 2024, logramos bajar la inexistencia grave en casi 10 puntos. Asimismo, los puntajes del SIMCE del 2024 en cuarto básico fueron los más altos desde el año 2002, en donde los grupos socioeconómicos más bajos alcanzaron su mejor registro histórico. Sabemos, sin embargo, que los resultados del sexto básico y las brechas de resultados entre hombres y mujeres siguen siendo profundas y por lo tanto se requiere mucho más trabajo en educación. Para ello hemos dado un impulso decidido a la nueva educación pública.
Hemos escuchado las opiniones de expertos y expertas, hemos hecho ajustes para avanzar en forma responsable y cuando llegamos al gobierno había 11 servicios locales de educación pública en régimen, pero con demasiados problemas heredados, como lo evidenció la crisis en el servicio de Atacama. Al finalizar el gobierno vamos a tener 38 servicios instalados, lo que equivale al 50% de la educación pública, que se van a encontrar en una situación mucho más sólida que la que recibimos, porque recordemos que las municipalidades no eran capaces de hacerse cargo con la equidad territorial de este tremendo desafío. Y por eso los servicios locales tienen que funcionar mejor y no se imaginan el nivel de trabajo, de gestión que le está poniendo el ministro, la subsecretaria, los directores de servicio para poder sacar esto adelante, porque es una pega muy difícil.
Y más allá de lo que permanentemente repiten quienes no creen en la educación pública, lo cierto es que los estudiantes de los SLEP en el SIMSE del 2024 tuvieron mejores resultados que el año anterior en prácticamente todas las asignaturas y niveles. Mejoraron su rendimiento a un ritmo más elevado que los colegios privados, reduciendo de esta manera las brechas de desigualdad. Pero sabemos que aún queda demasiado por hacer.
No me olvido de dónde venimos, de las grandes movilizaciones estudiantiles en defensa de la educación pública y contra el negocio y el endeudamiento en educación. Por eso cumplimos con un importante compromiso con las y los jóvenes de Chile y sus familias. Enviamos un proyecto de ley para poner fin al CAE y crear un nuevo financiamiento de educación superior que sea más justo y solidario.
Y espero que este Congreso se ponga del lado de las familias y apruebe esta iniciativa, con lo que muchas generaciones van a ver que su deuda se alivia significativamente o derechamente se termina. Y los futuros estudiantes van a poder cursar sus carreras sin la mochila del endeudamiento que tanto pesa, retribuyendo cuando ya sean profesionales con un monto que sea acorde a sus ingresos. Además, de esta manera el Estado va a utilizar de manera más eficiente sus recursos.
Ya se han desembolsado más de 9.000 millones de dólares para financiar este crédito. Esto es un absurdo que no puede continuar. Por lo tanto, insisto, tal como nos lo repiten permanentemente también en todos los lugares donde vamos, a este Congreso a que apoye y promulgue la ley que pone fin al CAE.
Ahora, esto por cierto no resuelve los desafíos estructurales de la educación superior y por eso hemos iniciado una modernización integral del sistema, porque queremos instituciones inclusivas, tecnológicas, más descentralizadas, más vinculadas con sus territorios, con mejores condiciones para investigación y innovación, porque el desarrollo nacional exige más y mejor conocimiento especializado. Y eso implica abordar desafíos como la sobreduración de las carreras, la salud mental en las carreras, la igualdad de género, el fortalecimiento de lo público.
Han habido algunos avances en las carreras STEM, por ejemplo, la representación femenina ha aumentado significativamente, el programa PASE hoy llega a todas las comunas en las que hay un liceo público diurno y las matrículas de los EFT estatales pasaron de 8.400 a 18.000 estudiantes y tenemos la meta de llegar a 25.000 antes de cerrar nuestro periodo.
Además, antes de terminar el mandato vamos a contar con la primera estrategia de desarrollo de la educación superior y no vamos a dejar de insistir en la necesidad de aumentar el financiamiento basal a las universidades estatales. Y algo que considero también muy importante y emblemático, este año promulgamos la ley que reconoce y se hace cargo de la deuda histórica para dar justicia a más de 50.000 profesores y profesoras tras más de 40 años de espera y de lucha sostenida. Les cumplimos. Pienso en Patricia Garzo, en Nora Palma, o en Nora Zurita, que ya no está con nosotros.
Ellas y muchos otros profesores y profesoras se encargaron de recordarle permanentemente a todos los gobiernos que había que saldar esta deuda. Así, insisto, se hace la buena política, escuchando, conversando y llegando a acuerdos, porque el proyecto de ley que consagró esta solución fue apoyado por la gran mayoría de los aquí presentes.
En materia de vivienda, sin duda lo más significativo ha sido el Plan de Emergencia Habitacional, bajo el cual nos comprometimos a construir 260.000 viviendas durante nuestro periodo de gobierno. Ya llevamos más de 200.000, pese a las dificultades que pospandemia ha enfrentado el sector de la construcción. Para reactivarlo, creamos un Fondo de Garantía Estatal para el Crédito Hipotecario, una nueva ley de subsidio al dividendo, que fue recientemente aprobada por este Congreso y el programa de arriendo a precio justo.
Y es que cada vez que con el Ministro entregamos un conjunto habitacional, sentimos esa alegría profunda de los nuevos vecinos y les transmitimos que barrios bien integrados, en donde la comunidad se conoce, en donde la comunidad se organiza, se cuida y cultiva sus espacios comunes, son a la vez lugares más seguros.
Ejemplos de esto son las Villa Frei y las Villa Portales en Santiago, y estamos replicando las experiencias justamente de estas villas con el Plan Ciudades Justas, construyendo conjuntos habitacionales integrados que van a contar con espacios públicos como parques, jardines infantiles, centros comunitarios de cuidado y de salud mental, por ejemplo, en Antofagasta, en Copiapó, en Coquimbo, en Valparaíso, en Quinta Normal, en San Miguel, en La Pintana, en Cerrillo, en Talca, en Valdivia y en Punta Arenas.
Ahora, la reconstrucción ha sido una tarea constante de este Gobierno, porque nos ha tocado enfrentar grandes catástrofes, como los incendios forestales en el sur del país y las inundaciones de la zona centro-sur en 2023, y el mega incendio urbano-forestal de febrero del 2024 en la región de Valparaíso. Sabemos que el camino para volver a empezar es largo y doloroso, por eso hemos buscado desplegar una respuesta integral que aborde no solamente la reconstrucción de barrios y viviendas y la infraestructura, sino también la recuperación de los ingresos familiares, apoyos psicosociales, apoyos mientras dure la emergencia, pero sabemos también que eso no es suficiente, porque en un país donde cada vez se hacen más frecuentes las catástrofes naturales producto de la crisis climática, el Estado hoy día tiene limitaciones que son muy estructurales para poder responder con la rapidez y la coordinación a la complejidad de las acciones que estas tragedias exigen.
Cuando llegamos al Gobierno, habían todavía procesos de reconstrucción de tragedias de hace 10 años que no habían terminado. Por ello, el nuevo Ministerio del Interior ha incorporado la tarea de reconstrucción dentro del ciclo de gestión de riesgos en desastres, asumiendo así la conducción de procesos que históricamente estaban dispersos entre distintas instituciones para darle una solución con más rapidez a las familias que lo necesitan.
En materia de transporte, cuando llegamos al Gobierno le hice al Ministro de Transporte un encargo muy concreto, que no se olvide de las regiones y que siguiera mejorando el transporte público, que se asegurara de que todos los avances que impulse siempre tuvieran como horizonte la equidad territorial en todo Chile. Y por eso, cuando comparo el avance respecto de la primera cuenta pública, destacan trenes, buses, barcazas, porque queremos recuperar y estamos recuperando los trenes para Chile, nuestra rica historia ferroviaria. Ya conectamos Puerto Montt con Alerce, Puerto Varas y Llanquibue.
Llegaron dos trenes nuevos que van a modernizar el querido ramal Talca-Constitución, trenes para el Metrotren de Valparaíso, la línea 2 del Biotren y el Tren Araucanía. Y quiero también destacar el inicio de obras del servicio de Melipilla a la futura estación de metro Lo Errázuriz. Y la adjudicación de las obras del tren que va a ir de Batuco a Quinta Normal. Queremos llegar a transportar más de 150 millones de pasajeros al año. También ya está en proceso de adjudicación el estudio integral para el futuro tren que unirá a Valparaíso con Santiago.
Y nuestros buses eléctricos se han vuelto un motivo de admiración internacional. Hoy en Santiago operan más de 2.500 buses y pretendemos cerrar el gobierno con 4.400. Esto significa que para entonces dos de cada tres buses en Santiago van a ser eléctricos. La ciudad del mundo fuera de China con más buses eléctricos.
Ahora esto lo estamos replicando también en regiones. En Antofagasta, en Coquimbo la Serena, en Valparaíso, en Colina, en Rancagua, en Puerto Montt, en Copiapó. Y tenemos licitaciones adjudicadas por 304 buses adicionales en Arica, en Iquique Alto Hospicio, en Ovalle, en Tiltil, en Rancagua, en Temuco.
Y además la aplicación red regional que entrega información de cuándo van a pasar la micro los paraderos permite planificar de mejor manera los viajes modernizando el sistema de transporte público. Algo muy importante porque seguramente todos conocen a alguien que ha sufrido o ha perdido un familiar en un accidente vial es que el 2024 fue el año con menos personas fallecidas en siniestros viales en las últimas tres décadas gracias al plan Calles Protegidas. Trabajemos en conjunto para que esta estadística siga disminuyendo.
El metro es una política de Estado en la que cada gobierno aporta su parte para ir construyendo una red más amplia y robusta. En este periodo nos tocó inaugurar obras que comenzaron en gobiernos anteriores, las extensiones de la línea 2 y 3 beneficiando especialmente a vecinos de Quilicura, del Bosque, de San Bernardo. La futura línea 9 está próxima a iniciar obras y conectará Bajos de Mena, Puente Alto y La Pintana directamente con el resto de Santiago.
Y además quiero anunciar con mucho orgullo la futura llegada del metro al aeropuerto de Santiago desde la estación Huelen de la línea 7. Así, en tan solo 7 minutos, una persona va a poder conectar desde Cerro Navia hasta el Terminal Aéreo por vía subterránea. Lo vamos a hacer por vía subterránea, lo que pondrá a nuestro país y nuestra capital a la altura de las grandes ciudades del mundo.
Vamos a ser los primeros de Sudamérica en contar con una conexión directa vía metro al aeropuerto. Y como estas son el metro tareas de largo plazo, el próximo objetivo de la red de metro, apenas esté asegurado su financiamiento, va a ser llegar con la extensión de la línea 4A a la comuna de Lo Espejo y una nueva extensión de la línea 2 para llegar al poniente de Maipú. Un ámbito de especial preocupación ha sido el desarrollo portuario y en esto los proyectos más emblemáticos son el puerto exterior de San Antonio, que es el de mayor infraestructura portuaria en Latinoamérica, y también el acuerdo por Valparaíso, que logró después de años de divergencia destrabar la extensión portuaria en la ciudad con participación del gobierno regional, de la municipalidad y de la comunidad. A esto se suma la modernización de los puertos que van a ser parte del corredor bioceánico en Antofagasta, en Iquique y en Mejillones. Y además, en nuestro querido sur austral, el muelle Mardones de Punta Arenas va a contar con una inversión de más de 65 millones de dólares para su ampliación.
También estamos dejando en marcha un plan para modernizar los aeropuertos del país. En los de Valdivia, Santiago, Puerto Montt, Balmaceda y Punta Arenas y la ampliación de los de Rapanui, Puerto Natales y Concon. Y en materia de conectividad digital, la conexión 5G que cuando llegamos al gobierno alcanzaba a 136 comunas, hoy llega a 338 comunas. Y esta semana, esta semana vamos a firmar el contrato con Google para poder construir un cable submarino que conecta a nuestro país con Oceanía, que va a ser el primer cable de fibra óptica en el Pacífico Sur.
Compatriotas, como les decía antes, el crecimiento económico es fundamental. Sin embargo, su estancamiento se arrastra hace más de una década. Pienso que cuando se evalúe con perspectiva histórica, fuera de las pasiones del presente y las declaraciones electorales, se identificará a nuestro gobierno como uno que gestionó de manera responsable y justa la economía, que empezó a generar las condiciones para revertir la situación de estancamiento de la última década.
Como ha dicho el ministro, la inflexión en la economía ya se está produciendo y quiero justificar esta afirmación con hechos concretos. El estado de la economía al inicio de nuestro gobierno estaba marcada por dos aspectos fundamentales. La capacidad de crecimiento estructural estaba en torno al 2% y existía un sobrecalentamiento de la economía que llegó a ser de más del 14% anual.
Y estos desafíos los enfrentamos con una combinación de urgencia y visión de largo plazo. En primer lugar, ordenamos la economía, lo que fue clave para bajar la inflación y como dije antes, lo hicimos con una estrategia en donde la justa no lo pagaran los más pobres. Así, dimos cuenta de que la responsabilidad del manejo económico y la justicia social deben y pueden ir de la mano.
En segundo lugar, teníamos que crecer lo máximo posible en las condiciones estructurales que heredamos. Y así fue. Cada año crecimos más de lo que habían pronosticado.
¿Ha sido suficiente? Por supuesto que no. Pero hemos crecido todo lo que era posible en el contexto enfrentado.
Pero Chile requiere más y la economía chilena va a crecer más en los años que vienen. ¿Por qué? Porque la macroeconomía está ordenada.
Porque existe un conjunto amplio de inversiones privadas avanzando con montos de inversión récord inaugurando al sistema de evaluación ambiental. Porque estamos a semanas de aprobar una reforma estructural en los permisos sectoriales que sin bajar el estándar regulatorio va a permitir que estas inversiones se tramiten con mayor celeridad. Porque la reforma de pensiones va a generar mejores condiciones de ahorro en la economía.
Y porque hemos invertido más en ciencia, tecnología, conocimiento, innovación orientado a los desafíos productivos y ambientales de nuestra economía. Y también, y esto es muy importante y algo que cuesta reconocer, porque hemos demostrado que se puede llegar a acuerdos en políticas que estaban durante mucho tiempo detenidas por la falta de ellos. Y eso también dinamiza la economía.
Tomamos decisiones difíciles y sinceramos gastos importantes del Estado. En marzo del 2022, al momento de asumir, el aumento de la PGU no estaba completamente financiado y ahora sí lo está. También nos hicimos cargo de la deuda con los prestadores de salud generada razonablemente durante la pandemia.
En 2022 tomamos la decisión de hacer un ajuste sin precedentes del 23% en el gasto público que, por lo tanto, volvió a los niveles prepandemia y se ha mantenido ahí. Y nuestra administración frenó el rápido crecimiento de la deuda pública de los 15 años anteriores. Y en esto los datos no mienten, pese a que algunos quieran insistir en lo contrario.
Después, y que quien quiera chequee esta información, después de que la deuda bruta creciera a casi 13 puntos del PIB durante la administración anterior, en este periodo lo ha hecho en poco más de 5 puntos del PIB, según datos que todos pueden revisar. Si la comparecencia se hace en términos de deuda neta, la diferencia es aún mayor. Y sin embargo, los sueldos reales de los chilenos y chilenas llevan subiendo más de dos años consecutivos. La deuda total de los hogares se ha reducido desde el año 2002 y el último índice de desarrollo humano que mide el progreso en la esperanza de vida, la educación y los ingresos subió el puntaje de Chile a su máximo histórico y nos sitúa nuevamente como país líder en América Latina. Sin olvidar los desafíos que persisten, estas son buenas noticias, aunque algunos no las quieran ver.
Compatriotas, el modelo que permitió a nuestra economía crecer durante las décadas de los 90 y los 2000 está agotado y como decíamos hace ya más de 15 años, la productividad está estancada. Por eso, para volver a crecer con fuerza, debemos promover la inversión, diversificar y abrir nuevos mercados al mismo tiempo que construimos una economía que sea más justa y sostenible, aprovechando nuestras ventajas comparativas.
Los proyectos de inversión no se van a desarrollar si no logramos modernizar y agilizar la tramitación de permisos y esto es un diagnóstico compartido.
Los diagnósticos han sido muchos, pero ningún gobierno se había hecho cargo de construir una solución a este problema. Y estamos avanzando decididamente en esta dirección y espero que esta reforma se apruebe durante este mes en el Congreso sin por ningún motivo bajar los estándares ambientales y los estándares para proteger a las personas. Dicho esto, Chile necesita crecer y debe hacerlo con justicia social.
El crecimiento económico se transforma en desarrollo propiamente tal cuando hay distribución justa de la riqueza y el bienestar alcanza a todos y todas. Esto requiere tener más diálogo social, como por ejemplo el que se está llevando adelante en la región del BioBio con el Plan de Fortalecimiento Industrial, con sindicatos y empresarios trabajando codo a codo para generar más industria y más empleo. De ese diálogo social se trata justamente también el Royalty Minero que redistribuye la riqueza que se extrae de nuestra tierra.
También nos dijeron que era una reforma que no íbamos a poder sacar y persistiendo la logramos sacar adelante. Desde el año pasado, Chile a través del Royalty a la gran minería está llegando con recursos frescos a todas las regiones, eso los alcaldes lo saben, a 308 comunas, como he podido ver en terreno, por ejemplo, en Catemu, en Calama, en Tierra Amarilla o en Marchigüe. Hoy también Chile es un poco más justo porque tenemos una ley de cumplimiento tributario que combate la evasión y la ilusión, porque quienes evaden impuestos le hacen un tremendo daño a la sociedad y deberán enfrentar ahora todo el peso de la ley.
Una cosa de la que se ha hablado, que se habla poco pero que nos pone tremendamente orgulloso es que como chilenos, no como gobierno, es el turismo que se realiza en Chile, el turismo es una industria muy virtuosa, resalta lo mejor de lo nuestro, además genera mucho empleo, cuando se hace bien es sustentable y el 2024 rompimos récord con más de 5 millones de turistas extranjeros que visitaron nuestro hermoso país, un 40% más que el 2023. Pueden ver a diferentes influencers de otros países etiquetando y destacando las virtudes de Chile. Hasta abril el país ha recibido 2,5 millones de visitantes internacionales, lo que equivale a un incremento del 41% respecto del mismo periodo del año pasado.
El turismo puede ser una viga maestra de nuestro desarrollo. Chile ha sido y será un país minero y por eso la Estrategia Nacional del Litio constituye un hito histórico para el país, porque estamos construyendo un nuevo sueldo para Chile, porque en Chile tenemos las mejores y mayores reservas de litio del mundo y le hemos dado al Estado un rol fundamental en esta industria. También con protección medioambiental, con desarrollo científico y tecnológico en torno al litio y los salares. Y les aseguro que dentro de una década vamos a valorar haber seguido este camino, pues traerá consigo un legado de mayor recaudación, empleo y con ello, mejor calidad de vida para los chilenos y chilenas.
Y en este sentido estamos trabajando y avanzando para materializar el acuerdo que permita a Codelco, nuestra empresa del cobre estatal que es motivo de orgullo nacional, participar de manera mayoritaria en la producción del litio en el salar de Atacama. Así nuestra empresa estatal se va a convertir en un líder mundial en este mercado, como ya lo es en el cobre. Y el protagonismo de Codelco es bueno para Chile porque asegura que las riquezas del litio queden en nuestro país y la producción además no se vea interrumpida.
Estos proyectos además van a ocupar nuevas tecnologías de extracción de litio, las que permiten mayor producción y menos impacto en el medioambiente. Porque, y esto hay que recordarlo a partir de nuestra propia experiencia, no hay estrategia de crecimiento posible si no cambiamos de manera sustantiva la forma en que producimos y el vínculo con las comunidades donde están enclavadas estas industrias. Aprovecho de enviar un saludo a Mireya Morales de Diego de Almagro, que es dirigente de la comunidad colla más antigua de la región de Atacama, que ha sido justamente parte de este proceso.
Además, estamos avanzando en el compromiso inédito de aumentar la protección de glaciares y también la protección de los salares. Hoy solo está protegido el 8% de los salares en Chile y vamos a llegar a más del 30% con la red de salares protegido. Y estamos creando para tener industria y tecnología y conocimiento propio el Instituto de Litio y Salares que va a impulsar la investigación social y ambiental.
Al llegar al gobierno nos encontramos con una ENAMI, Empresa Nacional de Minería, con altos niveles de deuda y dificultades, serias dificultades operacionales. Y tomamos decisiones difíciles para revertirlo. Y gracias a estas decisiones difíciles, el año pasado ENAMI tuvo utilidades de 131 millones de dólares y además hoy está liderando un proyecto para aumentar la capacidad de fundición y refinería del país en Atacama, tal como me comprometí con la región.
Y en materia de energía renovable, Chile es uno de los líderes mundiales y estamos trabajando para que todo Chile tenga mejor acceso a la energía, con mejor infraestructura y estabilidad del suministro. Por ejemplo, con la ley de transición energética y también mejorando sustantivamente la capacidad de almacenamiento. Además, después de descongelar las cuentas de la luz post pandemia, nos preocupamos que las alzas sean mitigadas para las familias que más lo necesitan mediante el subsidio a 1.800.000 hogares. La energía es real, se siente y puede mejorar la vida de una comunidad. Lo hemos visto en decenas de escuelas a lo largo de todo Chile, donde sus condiciones de aprendizaje cambian radicalmente cuando estas escuelas se ven revestidas con nueva energía. En el Liceo Polivalente de Ancud ya no pasan frío en sus salas de clase.
En la Escuela Internado de Quinquén de Lonquimay, en invierno quedaban aislados por la nieve y ahora ya no. Hoy tienen electricidad y calefacción aseguradas. En la Escuela Neftalí Reyes de Vicuña tienen un resguardo del sol de la tarde.
Esos son cambios concretos, pequeños pero concretos, que le cambian la vida a comunidades para bien. Y para impulsar la industria del hidrógeno verde, elaboramos un plan de acción al 2030, avanzando en dar certezas regulatorias, en crear infraestructura necesaria para que la industria funcione y en capacitar a los trabajadores de este nuevo sector. Porque el país se construye de la mano del conocimiento y las nuevas tecnologías para producir más y mejor, para agregar valor y para cuidar el medio ambiente.
El 2024 lanzamos el Fondo de Financiamiento Estructural de Investigación y Desarrollo para Innovaciones en Universidades, que va a asegurar recursos para investigar a largo plazo, algo que marca la diferencia en los países que se han desarrollado con los que no. También el acceso al financiamiento es una de las demandas más sentidas por las empresas innovadoras, las start-ups, las scale-ups, que requieren de un impulso para que sus ideas puedan escalar y así aportar al desarrollo de nuestro país.
De esto se trata el proyecto de ley que ingresamos en 2024, que crea la Agencia de Financiamiento e Inversión para el Desarrollo, haciendo el símil con su homóloga alemana, que esperamos tenga una pronta aprobación de este Congreso. Un país que no invierte en inteligencia artificial corre el riesgo de quedar rezagado en el escenario global del mañana. En Chile estamos convencidos de que la innovación y la tecnología son herramientas clave para construir un futuro más inclusivo, más sostenible y competitivo.
Y por eso estamos trabajando para traer con determinación este futuro al presente, con talento y con infraestructura que nos permitan liderar esta nueva era digital. Y en esto quiero compartir un hito que nos llevan de orgullo y del que pronto van a haber más buenas noticias, que es que Chile está desarrollando, en conjunto con Brasil, el primer modelo de lenguaje en inteligencia artificial hecho desde y para América Latina. Porque el futuro digital también debe hablar nuestro idioma, nuestras voces, y Chile se está preparando para ello.
Ejemplo de esto es que nuestro país va a contar con dos nuevos centros de supercomputación especializados en inteligencia artificial, gracias a una inversión pública de 14 millones de dólares impulsada por Corfo y el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Innovación y Conocimiento. Para mí, que vengo de la región de Magallanes y Antártica chilena, la política antártica y la investigación allá es también muy importante. Al finalizar el gobierno habremos presentado el Plan Estratégico Antártico 2026-2030, que seguirá fortaleciendo la posición privilegiada de Chile como puerta al mundo para el continente blanco.
Hemos fortalecido nuestras capacidades, como por ejemplo con el inicio de las funciones del Rompehielo Almirante Viel, construido íntegramente en Chile, en Asmar, y que se enmarca en el Plan Continuo de Construcción Naval, que en un futuro no tan lejano va a poder construir toda nuestra escuadra nacional en Chile. Estamos soñando en grande. También quiero, en esto de soñar en grande, destacar la política nacional espacial que está llevando adelante la Fuerza Aérea de Chile y la consolidación del Sistema Nacional Satelital, que es liderado por la FACH.
En 2024 se comenzó a construir y este año vamos a inaugurar el Centro Espacial Nacional ubicado en la comuna de Cerrillos. Y quiero contarles, porque sé que nos acompañan ciudadanos de nuestras regiones extremas, que en los próximos días vamos a realizar la primera sesión de la Comisión Asesora Presidencial para la conmemoración del centenario del Tratado de Lima, Arica 100, cumpliendo con el compromiso que asumí junto a los parlamentarios de la región de Arica y Parinacota, que es un trabajo que va a durar ocho meses, que tal como en su momento la Junta adelanto, nos va a permitir proyectar los hitos que vamos a impulsar para el desarrollo de una región tan estratégica, pero también tan postergada.
Y en el otro extremo de Chile, en las regiones de Aysén y Magallanes, hemos transformado en permanente el Plan de Desarrollo de Zonas Extremas con el objetivo de que la evaluación de las propuestas presupuestarias de las políticas públicas no discriminen a regiones donde hay menos población, pero donde también se hace soberanía y se construye Chile día a día. En esta línea, sabemos que los gobiernos regionales que han democratizado la política en regiones, requieren de reglas claras para funcionamiento y un mayor presupuesto.
Para una mejor gestión presupuestaria, pondremos urgencia en el proyecto de ley regiones más fuertes, para habilitar nuevas formas de financiamiento, mejor planificación del gasto y alto nivel de transparencia y rendición de cuentas. Chile es también un país agrícola, que se debe a sus campos y a su gente. Estamos mejorando las condiciones para vivir del campo, para vivir en el campo.
Lanzamos, por ejemplo, el programa Tierras Vivas este año, con el fin de facilitar el acceso a terrenos fiscales para la producción agrícola con arriendo a precio justo. Además, con la modificación de ley de riego, en 2024 aumentamos en un 74% el apoyo a pequeños agricultores respecto del año anterior, y me ha tocado verlo con ustedes, muchos parlamentarios que tienen sectores rurales importantes. Recién hace poquito, en la región de Atacama, en los valles de la región de Atacama, que son increíblemente hermosos, en 2024 establecimos 200 mercados campesinos que permiten una mejor visibilización de sus productos, y hemos insertado también lo que se produce en Chile en diferentes economías extranjeras.
Y la pesca, otra de las grandes industrias del país en donde hemos dado un paso clave en un compromiso asumido desde el primer día, promover una nueva legislación pesquera que sea justa, sostenible y debatida con transparencia. La ley de fraccionamiento va a cambiar tras 13 años la esencia de la actual ley de pesca, y va a permitir una distribución más equitativa de las cuotas entre la pesca artesanal y la pesca industrial. Y además va a marcar un hito democrático porque va a cerrar un ciclo de ilegitimidad en la política pesquera del país.
No me cabe ninguna duda que los próximos días con este Congreso solucionaremos la situación de las cuotas de la merluza para poder completar así la exitosa redistribución que hemos logrado en las otras 21 pesquerías del país. Y ya terminando el tercer eje, casi, pero no falta tanto, no falta tanto. Durante este gobierno hemos trabajado para que el cuidado del medio ambiente y el desarrollo sostenible adquiera una centralidad en las decisiones del Estado, lo que implica cambiar las lógicas con las que el Estado ha actuado durante demasiado tiempo.
Un ejemplo de ello es la implementación de la ley de marco climático que fija el compromiso de ser un país carbono neutral a 2050, con la disminución progresiva de las emisiones que provoca la crisis climática hasta que sean equivalentes a las que absorben nuestros bosques y océanos. Esto nos va a permitir estar preparados para los crecientes efectos que tiene la crisis climática como sequía, olas de calor, incendios. También en esta misma línea va la aprobación de la Estrategia Nacional de Transición Socioecológica Justa.
Además, hemos modernizado la institucionalidad ambiental y quiero destacar el trabajo para poder sacar, después de 12 años de tramitación, el nuevo servicio de biodiversidad y áreas protegidas. Y a propósito de áreas protegidas, en estos años hemos creado 37 nuevas, como el Valle de Cochamó, el Mar de Pizagua, el desierto florido de Atacama y el Parque Glaciares en el Cajón del Maipo, que incluye el volcán Tupungato. Y esto se suma a la protección de nuestros océanos, por ejemplo con la entrada en vigencia de los planes de administración de las áreas marinas protegidas de Rapanui, Nazca Desventurada y del archipiélago de Juan Fernández, que por cierto vamos a seguir expandiendo, lo que refuerza nuestra candidatura a que Valparaíso sea la sede mundial de la protección de los océanos en el marco del tratado BBNJ.
Pero queremos ir más allá, en junio del 2019 el Presidente Piñera lanzó un plan de descarbonización comprometiendo la meta de una matriz sin carbón para el año 2040. Esa meta se ve difícil de cumplir bajo las condiciones actuales, pero con convicción, con responsabilidad, recogiéndolo trabajado por los gobiernos anteriores, quiero decirles que este desafío también nos abre una oportunidad, porque la inversión privada, el desarrollo económico y el cuidado del medio ambiente pueden confluir y no competir. Mientras haya más proyectos de generación limpia vamos a lograr descarbonizar antes y a la vez atenuar el alza de tarifas.
Por eso quiero anunciar que durante el segundo semestre ingresaremos el proyecto de ley de descarbonización acelerada para facilitar los proyectos de inversión que permitan terminar con las termoeléctricas a carbón y con la colaboración de todos los sectores podremos no solamente cumplir la meta que estableció el Presidente Piñera del 2040 sino adelantarla para el 2035 o antes dependiendo de la verificación institucional de las condiciones para aquello. Con eso vamos a lograr consolidar una transición energética inédita a nivel mundial.
Chileros y chilenas, es innegable que la demanda ciudadana por bienestar animal ha adquirido cada vez mayor transversalidad en la sociedad chilena y que la protección y el respeto a los animales es una preocupación muy sentida por la ciudadanía y si bien en el último tiempo ha habido avances legislativos en la materia como la ley Cholito todavía hay desafíos pendientes para alcanzar un marco legal que esté a la altura de los tiempos que corren. Por ello quiero asumir algunos de esos desafíos.
Para muchas familias los animales de compañía se han transformado en integrantes importantes del hogar y su partida trae no solo dolor sino además, como no existe donde enterrarlos, un problema sanitario, los cementerios clandestinos de mascota. Y para abordar esta realidad vamos a habilitar una línea de financiamiento piloto en la Subsecretaría de Desarrollo Regional que implemente los cementerios municipales de mascota. Igualmente vamos a impulsar a través de las respectivas organizaciones y las urgencias iniciativas como las que buscan reforzar el delito de maltrato animal y otorgar mayor seguridad a los dueños de mascotas mediante, por ejemplo, la prohibición del robo de mascotas o la creación de un registro de personas condenadas por maltrato animal.
Y sin perjuicio de ello aumentaremos desde ya la fiscalización a actividades para perseguir el maltrato animal en el marco de la actual legislación. Estimado Congreso Nacional, en tiempos convulsos la cultura nos recuerda quienes somos, porque al vivir nuestro patrimonio, al cuidarlo y al disfrutarlo también construimos tejido social. Y eso lo vivimos de manera tan alegre, tan feliz el fin de semana recién pasado en donde más de 3,5 millones de personas visitaron diferentes lugares patrimoniales de nuestro país en el Día del Patrimonio, que fue creado durante el gobierno del Presidente Lagos.
Ya creamos el Día del Patrimonio para niños y niñas que es el 23 de agosto, pero al ver el entusiasmo de la ciudadanía por conocer y habitar nuestros espacios comunes le he encargado a la Ministra de Cultura organizar una segunda fecha permanente del Día de los Patrimonios a realizarse durante el mes de febrero. Y es que la cultura, el patrimonio y las artes tienen un espacio relevante en nuestro gobierno. Por eso hemos avanzado en aumentar firmemente el presupuesto del Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, que ha crecido un 87% desde 2022, un paso significativo hacia la meta del 1%.
Estamos desarrollando un plan de infraestructura patrimonial que tiene obras emblemáticas como el Museo Regional de Atacama, la Biblioteca y el Archivo Regional de Magallanes, pero muchas otras. Por ejemplo, la creación de las Guaguotecas o del sector de literatura infantil en la Biblioteca Nacional, que hace más de 100 años que no estaba habilitado. Y este año tuvimos una nueva versión de los trenes culturales, que es un espacio hermoso de encuentro entre el arte y nuestra historia ferroviaria.
La Ministra de las Culturas viene llegando justamente del tren cultural en Arica, bajo el Morro, y este año vamos a completar 12 estaciones cuando lleguemos a Puerto Varas. Y hemos incrementado los recursos para la programación de nuestros museos, triplicamos la adquisición de colecciones bibliográficas, estamos invirtiendo en proyectos de mejoramiento de infraestructura y en 2025 celebramos los 80 años de la obtención del Nobel de nuestra poeta insigne Gabriela Mistral. Y lo hemos hecho incentivando su lectura, la lectura de su obra en todo Chile y en todo el mundo, apoyando además el proyecto transversal para que la región de Coquimbo lleve su nombre y proyectando una gran escultura en su honor en el eje de la media providencia. Y como Chile es un país de poetas y escritores, hemos recuperado por ley que el Premio Anual de Literatura se entregue todos los años. Invertir en cultura, aunque algunos crean que es algo poco deseable o algo accesorio, también crea empleo, también crea oportunidades para quienes deciden dedicar su vida al arte, que no son pocos.
Por eso hemos aumentado más de un 40% el presupuesto de nuestros fondos artísticos, creamos el mercado de industrias creativas e impulsamos una agenda en materia audiovisual y del libro para internacionalizar y enaltecer el nombre de Chile en el mundo. Esto, por ejemplo, me tocó hacerlo directamente junto con la Ministra en la India, con una de las industrias más grandes que es Bollywood.
Y este 2025, además cumplimos con un avance concreto para la sostenibilidad del sector cultural, entregando financiamiento directo y transparente a organizaciones de trayectoria a lo largo de todo el país, como por ejemplo la Escuela de Música y las Artes en Rapanui, de la gran pianista Mahani Teave, el Museo de Arte Moderno de Chiloé, el Ballet Moderno Austral de los Lagos, la Fundación Vicente Huidobro, el Festival de Cine del EBU, entre otros. La cultura es el espíritu del pueblo, no es algo accesorio. Tenemos que fomentarla, facilitarla, tenemos que financiarla, porque la cultura, además, es un trabajo.
Y en materia de deporte, hemos vivido una transformación aumentando en un 50% el presupuesto destinado al deporte de alto rendimiento, lo que ha permitido consolidar el mejor ciclo olímpico de nuestra historia y fortalecer el desarrollo de nuestros atletas y sus procesos de preparación. Hemos construido y renovado más de un millón de metros cuadrados de infraestructura a lo largo del país, no solo en Santiago, sino también en regiones. Un ejemplo emblemático es el Estadio Nacional, que está completamente renovado y se ha transformado en un parque deportivo de alto estándar, abierto a toda la comunidad, en donde conviven espacios públicos de calidad con los centros de alto rendimiento de nuestras selecciones.
Y en 2025, Chile va a ser sede de una serie de eventos internacionales de primer nivel, incluyendo los Juegos Parapanamericanos Juveniles, el Mundial Sub-20 de Fútbol, el Mundial de Ciclismo, el Mundial Junior de Hockey sobre Césped y la AmeriCup de Básquetbol, además de los torneos junior de tenis. Y logramos ser elegidos como sede del Mundial de las Olimpiadas Especiales 2027, lo que es un reconocimiento al país en la inclusión y en equidad. Así podremos nuevamente tener la alegría que tuvimos con la organización y el éxito de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos del 2023.
Estos esfuerzos que las instituciones públicas, que los atletas, que los deportistas, las y los deportistas, realizan día a día para que los eventos sean desarrollados con seguridad y como fiestas deportivas, lamentablemente no se observan de igual forma en el caso de los clubes de fútbol profesional de nuestro país. Las nuevas atribuciones del Ministerio de Seguridad Pública, así como las exigencias impuestas por la nueva Ley de Seguridad Privada que entrarán en vigor en noviembre próximo, exigen a los organizadores de eventos deportivos una responsabilidad mayor que las que han tenido hasta ahora.
Sacamos poco con que el Estado cumpla su parte de la pega si los clubes deportivos y su federación, en particular la ANFP, no asumen las obligaciones que le impone la ley, y en la medida en que se sigan resistiendo a ello, son ellos los responsables de privar a las familias de la alegría del fútbol. He instruido al Ministerio de Seguridad Pública que sea implacable en las nuevas exigencias impuestas por las normas y haga efectivas las responsabilidades a las organizaciones deportivas que las incumplan. Y en ese contexto nos parece relevante que prontamente sean despachados los proyectos que modifican la Ley 19.327 de Derechos y Deberes de Espectáculos en el Fútbol Profesional y el que regula las sociedades anónimas deportivas, que es de moción parlamentaria.
Necesitamos que más personas hagan deporte como un derecho, como un hábito, como una herramienta concreta para enfrentar el sedentarismo, la obesidad y sus consecuencias en la salud pública. Por eso esperamos aprobar este año el Proyecto de Ley que busca asegurar al menos 60 minutos diarios de actividad física en los establecimientos educacionales como un paso fundamental para mejorar la salud física y mental de nuestros niños y adolescentes. Y algo muy importante para nuestra democracia, probidad.
Somos más fuertes como sociedad cuando existe un Estado de Derecho robusto, en donde todos somos iguales ante la ley, cuando existe una nítida separación e independencia de poderes y cuando las diferencias que tenemos se resuelven de manera pacífica. En este contexto, a nadie escapa que en los últimos años hemos enfrentado una serie de casos de irregularidades, abusos, fraudes o delitos que han indignado con razón a la opinión pública. Frente a cada uno de estos casos, nuestra posición y mi posición como Presidente de la República ha sido la misma.
Todos deben ser investigados acuciosamente hasta el total esclarecimiento de los hechos, sin lugar alguno a la impunidad. Quienes han delinquido, defraudado o abusado de la confianza pública deben responder ante la justicia y recibir las máximas penas que establece la ley. Y es que la corrupción daña la democracia y en esta materia no hay empates posibles.
Estos delitos son acciones que deben ser condenadas legal, social y políticamente. Por eso, desde el inicio del Gobierno hemos venido trabajando en una Estrategia Nacional de Integridad Pública que ha contemplado más de 210 medidas orientadas a la integridad y transparencia y prevenir la corrupción, pero sabemos que no ha sido suficiente. Se suman a ello las recomendaciones que entregó el informe de la Comisión Asesora Ministerial que se conoce como la Comisión Jaraquemada, que abordó el traspaso de recursos públicos a entidades privadas y fundaciones y propuso nuevos resguardos y exigencias a partir del conocido caso convenio.
También en las sucesivas leyes de presupuesto hemos hecho una serie de cambios que han elevado los estándares de estos traspasos y hemos presentado o impulsado en el Congreso un conjunto de proyectos de ley como el que crea el servicio de auditoría interna del Gobierno, el que mejora la regulación del lobby, el de integridad municipal, el de transparencia 2.0, el de beneficiarios finales, entre otros. Llamo al Honorable Congreso Nacional a trabajar juntos para que sobre la base de estas iniciativas y otras tantas impulsadas por los propios parlamentarios, logremos un acuerdo transversal que nos permita reimpulsar con sentido de urgencia la Agenda de Probidad y Transparencia para Chile.
No permitamos que la corrupción permee nuestras instituciones. El poder no es algo que uno se merezca o de lo que se apropie, es un acto de confianza que la sociedad otorga, que debe ser honrado día a día y que aún así sólo está prestado para que se utilice siempre en busca del bien común. Nadie es dueño del poder y lo va a tener para siempre y nunca puede ser usado como un escudo para defender intereses propios. Por ello hay que cuestionar siempre las expresiones del tipo esto siempre se ha hecho así.
Uno debe ser capaz de desafiar continuamente la inercia desde la racionalidad, desde nuestros principios y la ética, porque la inercia nunca va a ser una buena explicación de cara a la ciudadanía frente a los abusos o hechos de corrupción que se cometen. El oportunismo, el abuso o la pillería incluso aunque se ejerza en el ámbito privado tarde o temprano contaminan lo público y si bien las normas leyes o reglamentos son necesarios para que el sector público sea más predecible y transparente estas nunca van a reemplazar el buen criterio porque no existe reglas o contratos que den cuenta de todas las circunstancias que concurren a la hora de tomar una decisión en un órgano o en autoridad pública.
Por eso la capacidad de actuar con criterio es un requisito para todo quien sea seleccionado por un cargo directivo desde el cual se ejerza la potestad pública y el deber de responder ante la ciudadanía por lo obrado es el sentido profundo de esta institución que es la cuenta pública.
En materia de transparencia e integridad no existe, insisto, no existe el empate político. Tratar de excusar los errores propios en los actos cometidos por otros no nos salva ni nos excusa sino que además nos hunde a todos juntos porque a los ojos de la ciudadanía no existen esas grandes distinciones entre gobierno, coaliciones, partidos, autoridades. Somos todos servidores públicos a quienes se nos evalúa continuamente y estas convicciones son especialmente importantes para quienes creemos en el valor de lo público en la que el Estado es la expresión institucional de la sociedad y que tiene una función noble que cumplir para la cual no existen sustitutos a nivel individual o del mero funcionamiento de los mercados.
Se trata de principios relevantes que debemos honrar para quienes creemos que las leyes están para defender a los más vulnerables, a los débiles del abuso, a los débiles ante el abuso de los poderosos y los violentos ya que las instituciones están aquí para hacer de este objetivo una realidad concreta. Creo, estoy convencido desde que no solamente desde que llegué al gobierno sino desde que me interesé por la política que ésta cuando se ejerce de manera honesta, desinteresada es una herramienta transformadora que puede mejorar la calidad de vida de la ciudadanía y me imagino y confío en que cada uno de ustedes aquí presentes también lo cree. Depende de cada uno de nosotros reivindicarla en este sentido profundo y sobre el tema de licencias médicas que ha impactado en las últimas semanas a la ciudadanía mi criterio ha sido muy claro.
Toda persona que haya hecho mal uso del derecho a la licencia debe asumir su responsabilidad y quedar sujeto a sumario administrativo incluso si posteriormente renuncia. La sanción que corresponde a una falta grave a la probidad a una falta grave a la probidad es la destitución del cargo.
Sin embargo, también quiero decir que acá no pueden pagar justos por pecadores contrario a lo que algunos escriben como pretexto para retroceder en derechos y jibarizar al Estado la institucionalidad pública chilena es robusta comparada a nivel internacional y también tenemos que valorarla, mejorarla sin lugar a dudas ser duro contra quienes vulneran los principios de la ética, de la responsabilidad, de la transparencia pero no destruirla y eso es lo que creo hemos estado haciendo porque años antes del informe sobre licencias médicas de la Contraloría General de la República el gobierno y este congreso ya estaban trabajando para disminuir el ausentismo del sector público por ejemplo con la promulgación de la ley 21.746 que endurece las sanciones contra el mal uso de licencia con multas de hasta 40…