En plena crisis de natalidad en Chile, existe un grupo de mujeres que, aunque quiere convertirse en madre, no lo consigue, debido a que padece endometriosis.
Se trata de una enfermedad crónica que provoca fuertes dolores pélvicos y, en el 50% de los casos, infertilidad. Actualmente, se estima que más de 600 mil mujeres en Chile padecen esta patología, cuyo diagnóstico tarda alrededor de ocho años, debido a la normalización del dolor relacionado con la menstruación.
Incluso, muchas se enteran de que padecen endometriosis sólo al visitar a expertos en fertilidad buscando un embarazo que no llega. Por eso, es clave su detección precoz para evitar que la enfermedad avance y se pueda preservar la fertilidad.
“La endometriosis es más frecuente que enfermedades como la diabetes o hipertensión. Es una enfermedad crónica e inflamatoria que acompaña a una mujer en toda su etapa reproductiva, provocando dolor y dificultades reproductivas, además de enfrentar cirugías de alto costo. Afecta mucho su calidad de vida. Hay estudios que dicen que 1 de cada 2 mujeres no logra completar sus estudios debido a la endometriosis y 1 de cada 3 mujeres señala a la enfermedad como la causa de su divorcio”, explica el Dr. Aníbal Scarella, director de la Clínica de Reproducción Humana de la Universidad de Valparaíso y presidente de la Sociedad Chilena de Medicina Reproductiva (SOCMER).
La endometriosis se caracteriza porque células similares al revestimiento del útero crecen fuera de esa zona, provocando inflamación y adherencias que se expanden y afectan a otros órganos.
¿Cómo afecta la fertilidad?
El Dr. Claudio Villarroel, gineco-obstetra y director del Instituto de Investigación Materno Infantil de la Universidad de Chile (IDIMI), detalla que “la inflamación crónica que provoca la endometriosis en la pelvis afecta la función del aparato reproductor femenino. A medida que avanza la enfermedad provoca adherencias y cicatrices en la pelvis que pueden obstruir las trompas uterinas y provocar infertilidad. O en las pacientes con endometriomas ováricos, es decir, quistes de endometriosis, existe una pérdida más acelerada de la reserva ovárica”.
Además, “las pacientes con endometriosis profunda suelen presentar dispareunia, que es el dolor durante las relaciones sexuales. Esto hace que las eviten debido al dolor pélvico que les provoca y tengan menor frecuencia sexual”, dice el Dr. Villarroel. Por lo tanto, si hay menos frecuencia sexual, hay menos probabilidades de lograr un embarazo.
Una opción en esta lucha contra el dolor pélvico es Ryeqo, un medicamento que llegó en abril pasado a Chile y, luego de varios estudios, promete disminuir esos síntomas en pocas semanas.
“Más del 50 % de las pacientes logró una mejoría significativa de sus periodos dolorosos tras ocho semanas de medicación y un alto porcentaje tuvo una mejoría del dolor pélvico no menstrual a las 12 semanas de tratamiento. Se toma una vez al día y demostró mejorar la calidad de vida, con alta eficacia para todos los síntomas de la enfermedad, como la dismenorrea, el dolor pélvico no menstrual y la dispareunia”, explica la Dra. Sawsan As-Sanie, ginecóloga jefa del Equipo de Dolor Pélvico y Endometriosis de la Universidad de Michigan, EE.UU., quien visitó Chile para dar una charla sobre los estudios del fármaco, que desarrolló Gedeon Richter.
“Los estudios demuestran que reduce en corto tiempo el dolor pélvico y esas tasas son acumulativas. Eso incluye la vida sexual de la mujer, alcanzando una mejora significativa de un 80%”, acota el Dr. Villarroel.
Técnicas de fertilización
No todas las mujeres con endometriosis presentan infertilidad, pero para quienes tienen esa consecuencia, el camino para intentar convertirse en madre es la cirugía y fertilización in vitro.
“Si la paciente es joven y tiene buena reserva ovárica, una cirugía conservadora que busca eliminar los focos de endometriosis mejora las probabilidades de embarazo en un 50% los primeros 6 meses a un año luego de la cirugía. Pero cuando las pacientes tienen edades más avanzadas y no está indicada la cirugía por compromiso de un órgano importante, es mejor hacer fertilización in vitro, cuya probabilidad de embarazo es del 40% por ciclo”, explica el Dr. Claudio Villarroel.
“En pacientes con muy baja reserva ovárica, la opción es la donación de óvulos con una tasa de éxito del 60%. Lo recomendable es que una paciente con endometriosis intente ser madre antes de los 35 años y, si lo quiere aplazar, considere la congelación de óvulos y así tener la opción de usarlos en un tratamiento de fertilización in vitro si presenta problemas de fertilidad en el futuro”, concluye el especialista.
