Este año será una Navidad distinta, con un poco más de normalidad dado que la pandemia nos ha dado algo de tregua, pero a pesar de ello la recomendación sigue siendo no recurrir a muchos lugares para hacer compras y tener en cuenta las normas de seguridad frente a las cepas de COVID-19, espacio que nos invita nuevamente a realzar el verdadero sentido de la celebración de Navidad, privilegiando las actividades en familia, tema que aborda la académica de educación de la Universidad Católica del Maule (UCM), Dra. Sandra Castro Berna.
“Nuestros niños y niñas luego de pasar por meses de actividades escolares y la presión de lo que conllevó las clases online o híbridas, esperan que cada día se dé la oportunidad de tener la compañía de su familia, compartir de forma más relajada, jugar y o ser parte de actividades que le reporten experiencias afectivas, de acercamiento y contención”, destacó la académica UCM.
Dar momentos de interacción, de diversión, una instancia de compartir y sentir verdaderamente la unión y comunión familiar, deben ser también la guía a seguir según Castro Berna.
“Estos años en pandemia y confinamiento nos han dejado mucho que reflexionar, es tiempo de dar un vuelco a la costumbre de regalar sin medir el gasto económico, ofrezcamos y regalemos a los seres queridos con el verdadero sentido de la Navidad; época de alegría y felicidad de estar juntos y de comunicar el cariño y amor que nos profesamos como familia, y potenciar los valores de la bondad, la generosidad, el amor y la amistad”, expuso la experta UCM.
Además, la doctora Castro Berna, puso el acento en que eduquemos a las nuevas generaciones a valorar lo más importante que es estar juntos en familia, disfrutando del tiempo compartido, divirtiéndose con los más pequeños y disfrutando de los adultos mayores. “Necesitamos hacer un significativo cambio de mentalidad y de prácticas, apostemos por algo diferente y que nos reporte ganancia en el vínculo afectivo; recordemos que el adulto es un modelo observado e imitado”, afirmó.
Qué hacer en Navidad
Junto a los demás familiares, detalló la académica de la Escuela de Educación Parvularia de la UCM, se puede decorar la casa con adornos hechos por cada uno, confeccionar adornos para el árbol de Navidad, o preparar adornos para la mesa con su sello personal.
También, escribir bienaventuranzas para cada integrante de la familia, vecinos y amigos, y otros; hornear galletas con figuritas navideñas para la familia, amigos o vecinos; leer la Biblia para conocer sobre el nacimiento de Jesús y narrar cuentos e historias de Navidad con una enseñanza valórica.
“Otras actividades son el elaborar un calendario de adviento en un tamaño fácil de manipular y con muchos materiales, incluso del reciclado. Hacer una lista de personas importantes para la familia y hacerles una video-llamada para cantarles o recitar un mensaje elaborado por la familia. Elegir juegos de mesa o inventar juegos para divertirse en compañía. Seleccionar juguetes en buen estado para donar en los diferentes puntos de la ciudad. Crear sus propias ideas para que se conviertan en tradición familiar. O simplemente, dejar que los pequeños decidan qué hacer en Navidad, ellos también tienen expectativas para este día tan especial”, puntualizó la doctora Castro Berna.