La contaminación ambiental no solo está presente en las calles o en el exterior, sino que en muchos casos también puede estar dentro de nuestros hogares. Esto se debe, principalmente, a la presencia de fuentes contaminantes para calefaccionar las casas en esta época, junto al mayor encierro por bajas temperaturas y lluvias.
A esto se le conoce como contaminación intradomiciliaria, lo cual se refiere a la presencia de agentes nocivos en el aire del interior de casas, departamentos y otros espacios cerrados. Estos contaminantes pueden provenir de estufas a leña, cigarrillos, productos de limpieza, velas, cocinas a gas mal ventiladas, polvo y moho.
“Estar expuestos por mucho tiempo a estos contaminantes puede provocar o empeorar distintas enfermedades, como neumonía, infecciones respiratorias, descompensaciones en personas con asma, enfisema e incluso cáncer pulmonar. Puede afectar con más fuerza a los niños, adultos mayores, embarazadas y personas con enfermedades crónicas”, explica el Dr. Pablo Strodthoff, médico broncopulmonar del Centro de Enfermedades Respiratorias y Alergias de Clínica Universidad de los Andes.
Además de las patologías antes mencionadas, también se puede experimentar:
- Bronquitis
- Alergias respiratorias
- Infecciones respiratorias recurrentes
- Irritación en los ojos y garganta
- Mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares como infartos
- Dolor de cabeza, fatiga y problemas de concentración
Para evitar la contaminación intradomiciliaria no se requieren grandes cambios, sino que se deben adoptar ciertas medidas que ayudan a mantener un espacio más sano. Entre ellas están:
- Ventilar diariamente: al menos 10 a 15 minutos abrir ventanas y puertas para renovar el aire.
- No fumar: el humo del cigarrillo es uno de los principales contaminantes en espacios cerrados.
- Limpiar con productos naturales o de baja toxicidad: muchos limpiadores tienen químicos y fragancias que pueden afectar las vías respiratorias. Siempre que se pueda, se recomienda elegir opciones más naturales.
- Usar estufas eléctricas: evitar usar aparatos que funcionen a gas, parafina y a combustión, ya que desprenden más gases y material particulado.
- Eliminar el moho y controlar la humedad: no colgar la ropa húmeda dentro de la casa y utilizar deshumidificadores si es necesario.
“La contaminación intradomiciliaria es silenciosa e invisible, sin embargo, puede tener un impacto acumulativo en las personas”, concluye el especialista.