En la actualidad la ciberseguridad no es restrictiva de las empresas, hay tanto acceso a información en teléfonos y dispositivos que ha tomado un rol importante en la vida de las personas. “Un ejemplo de ello es la seguridad ciudadana a gran escala, como el proyecto de Sistema Interconectado de Televigilancia con Inteligencia Artificial (SITIA), presentado por el gobierno, que cuenta con cámaras y dispositivos de televigilancia en base a IA. Pero también se observan sistemas domésticos fortalecidos en seguridad como el acceso y control de visitas en condominios con sistemas como Kastor que permiten la gestión y control de visitas a los edificios y de esta manera proteger a los residentes, así como brindarles notificaciones, gestión y otros elementos”, explica Iván Llanos, académico de la Escuela de Ciberseguridad de Universidad de Las Américas.
El experto enfatiza en que “no solo las organizaciones deben incorporar la ciberseguridad en sus procesos cotidianos, sino que también las personas tienen que aprender a implementarla en sus hogares, dado que cada día hay más dispositivos interconectados, teniendo como ejemplo los diversos teléfonos, tablets, notebooks, Alexa u otros asistentes, IPTV, Chromecast, domótica y una serie de aparatos con Internet (IoT), todos con acceso a nuestras redes, cuentas e incluso tarjetas de crédito”.
¿Cuál es el riesgo?
El profesional de UDLA señala que hoy todos los dispositivos pueden transmitir información, interconectarse con otros e intercambiar data con o sin nuestro consentimiento. Por lo mismo, es muy importante saber delimitar estos aparatos y poner las medidas de protección adecuadas para proteger nuestra información personal y la de nuestra familia. En esta línea, el profesional comparte las siguientes recomendaciones:
Antes de la compra de un dispositivo, verificar las certificaciones de calidad que posee y las posibles falencias físicas y de seguridad que este pudiera tener anunciadas en foros, blogs, etc.
Al contar con los dispositivos, conocer las medidas de seguridad que este tiene antes de ingresar cualquier dato sensible.
Cambiar contraseñas y configuraciones por defecto que tenga el dispositivo para mejorarlas de acuerdo con las necesidades del usuario.
En lo posible no conectar los aparatos a redes públicas o gratuitas, solo a redes de confianza.
Configurar controles parentales para el acceso de los menores de edad.
Modificar periódicamente contraseñas y registrarlas en un lugar seguro.