El Día de la Chorrillana se conmemora cada 13 de agosto, y para El Carnicero, cadena con más de cien años de tradición familiar, esta fecha es la excusa perfecta para disfrutarla con cortes de primera: lomo liso, asiento, posta negra y punta paleta, disponibles en todos sus locales ubicados en la Región Metropolitana, Valparaíso, O’Higgins y Maule y en www.elcarnicero.cl.
“La chorrillana es un emblema de nuestra cocina popular. Reúne en un solo plato lo que más nos gusta a los chilenos: generosidad, sabor y momentos para compartir. Es un símbolo vivo de nuestra identidad culinaria y de la calidez que caracteriza nuestras mesas”, destaca Catherine Escobar, Gerente Comercial de El Carnicero.
Un poco de historia…
El origen más aceptado de esta preparación se remonta a la Guerra del Pacífico (1879-1884), específicamente a la batalla de San Juan y Chorrillos en 1881, donde las tropas chilenas improvisaron este plato con los ingredientes que tenían a mano para alimentarse durante la campaña.
Otra teoría popular indica que la chorrillana nació en la década de 1970 en el casino de suboficiales de Carabineros en Valparaíso llamado J. Cruz, cuyo dueño buscaba ofrecer un plato económico, calórico y compartible para estudiantes universitarios que llegaban a beber y quedaban con hambre.
El nombre chorrillana no tiene relación con la localidad peruana de Chorrillos ni con que el plato se “chorreara” por sus jugos, sino que fue un nombre elegido por su creador porteño para diferenciarlo. Con los años, ha sumado variaciones como longaniza, chorizo o champiñones.
Sabrosa Chorrillana tradicional (4 a 5 personas)
Ingredientes:
4 tazas de papas (listas para freír o cortadas y fritas en casa)
500 g de carne de vacuno de El Carnicero (cortada en tiras)
400 g de fiambres (longaniza, chorizo, tocino o salchichas), en trozos
1 cebolla grande, cortada en pluma
1 cucharada sopera de azúcar
3 huevos
Aceite vegetal para freír
Merken (opcional en caso se le quiera dar un toque de picor a la preparación)
Sal y pimienta al gusto
Paso a paso:
Preparar las papas: freírlas en abundante aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Reservar sobre papel absorbente.
Caramelizar la cebolla: en una sartén, calentar un poco de aceite, agregar la cebolla y el azúcar, y cocinar a fuego medio hasta que tome un tono dorado. Reservar.
Cocinar los fiambres: en la misma sartén, saltear los fiambres hasta que estén bien dorados. Reservar.
Sellar la carne: subir el fuego, agregar un poco más de aceite si es necesario y cocinar la carne hasta el punto deseado. Salpimentar.
Freír los huevos: con yema blanda, para que al romperse se integren con las papas y la carne.
Montaje: sobre una fuente, colocar la base de papas, luego la carne y los fiambres, encima la cebolla caramelizada y finalmente los huevos fritos. Si se gusta, poner una pisca de merkén para un gusto más picantito a la preparación ¡Solo queda disfrutar!