“Las denuncias que pesan sobre dos funcionarias de la Segegob en el Maule son gravísimas. No solo por tratarse de un caso muy serio de acoso y discriminación, sino porque además al menos una de las trabajadoras sumariadas fue premiada con estabilidad y aumento salarial”.
De esta manera, la candidata a diputada por el Distrito 17, Elia Piedras, reaccionó a los supuestos hechos ocurridos al interior de la Secretaría Regional Ministerial de Gobierno, que dejó al descubierto un reportaje de “The Clinic”.
La crónica publicada este miércoles reveló los presuntos abusos que cometieron Nicole Román, jefa de Gabinete de la mencionada repartición; y Claudia Rojas, encargada de la Unidad de Administración y Finanzas, en contra de una funcionaria trans.
“Según datos de Transparencia, Román fue traspasada a contrata con un sueldo de $2.500.000 en enero de este año, muy a pesar de un sumario en curso. Aquí no basta con discursos: las funcionarias involucradas en este escándalo deben ser separadas de sus cargos y la denunciante, en cambio, protegida como manda la Ley Karin. Esta normativa, impulsada por el propio Gobierno, no es un simple curso online, es un marco legal que exige medidas concretas para erradicar el maltrato en el Estado y el sector privado”, señaló Piedras, quien se desempeñó como seremi del Trabajo y Previsión Social en el último mandato de la presidenta Michelle Bachelet.
“El feminismo no puede ser una fachada mientras en la práctica se encubre y protege a funcionarias denunciadas por hostigamiento y humillaciones”, añadió.
The Clinic tuvo acceso a una carta de trabajadores de la Seremía que exige “que los sumarios se retrotraigan a la etapa de las declaraciones de testigos, toda vez que, quienes participamos de dichos sumarios en su oportunidad no fuimos capaces de decir la verdad por diversas razones, la principal fue temor, a represalias por parte de ambas”.
El documento continúa e forma lapidaria: “Los hechos que hemos vivenciado individualmente, como la falta de trabajo efectivo para con una funcionaria, el trato desigual respecto de una misma situación entre distintos funcionarios, la descalificación constante, a través de comentarios como ‘flojos’, ‘solo pido que hagas tu trabajo’, ‘son tontos’, las referencias permanentes respecto del cuerpo, edad, maquillaje, ropa, no saludar, burlarse de compañeras de trabajo, son algunas de las situaciones a las que hemos estados expuestos por mucho tiempo”.