Con la intención de prevenir la venta y uso de fuegos artificiales, Carabineros intensificó su trabajo de control y fiscalización en las calles de Curicó. Dentro de este contexto, el personal de la Oficina del Modelo de Integración Carabineros Comunidad (MICC) de la 1ª Comisaría Curicó está fortaleciendo su trabajo preventivo tendiente a evitar la venta ilegal de estos productos que pueden generar graves daños a niños y a la familia en general.
Por este motivo, el personal comunitario fortaleció sus consejos, reiterando el llamado a la comunidad a no usar, no comprar, ni vender fuegos artificiales. Estas acciones de prevención también se están difundiendo a través de redes sociales, señaló el encargado de la oficina suboficial mayor Carlos Guzmán, explicando que buscan crear conciencia en las personas a erradicar el uso de fuegos de artificio debido a las consecuencias que conlleva la manipulación de estos productos ilegales.
Además, esta labor preventiva, dijo el suboficial mayor Guzmán, los principales protagonistas son los padres, quienes deben evitar que sus hijos manipulen estos productos y por esta razón, se reitera el llamado a la comunidad para que actúe con responsabilidad y conciencia, por cuanto estas fiestas no pueden ni deben verse empañadas por actos irresponsables, que infringen la ley que prohíbe el uso doméstico de fuegos de artificio.
Peligros de los fuegos artificiales
Estos productos que contienen pólvora, como fuegos artificiales, bengalas, petardos, saltarinas, estrellitas y muchas otras variedades que pueden generar un grave riesgo, los cuales al encenderse, se pierde el control de su reacción, según explicó el encargado de la oficina MICC, suboficial mayor Carlos Guzmán al referirse sobre el peligro de estos elementos.
Estos fuegos artificiales, pueden provocar lesiones auditivas, el hecho de estar frente a una explosión que cause demasiado estruendo puede causar problemas en los oídos, desde un trauma acústico hasta incluso problemas de audición, quemaduras, contusiones, laceraciones que podrían llegar a producir amputaciones y las lesiones que con mayor frecuencia ocurren en manos, dedos, ojos, cabeza y la cara.
Así también, si se derrama pólvora de forma accidental porque uno de los petardos o bengalas no está en buenas condiciones, podrían causar una explosión involuntaria que cause heridas, daños o incluso pérdidas en extremidades. También existe el riesgo de incendio, intoxicaciones y envenenamiento, por lo mismo es importante que las personas sean responsables y no ocupen ni comercialicen estos elementos.