TALCA.- Un segundo retiro del fondo de las AFP’s podría reducir en casi un cuarto el monto final de una pensión, según afirmó el académico de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Talca, Rodrigo Saens, quien fue enfático en reiterar los efectos de estas acciones en las jubilaciones de los chilenos.
“El primer retiro ya significó una caída promedio en las pensiones del 13%, ese es el costo. Un segundo retiro podría aumentar una caída de 13% a un 23%, es decir a casi un cuarto de una pensión. Vale decir una persona que esperaba una pensión de $400 mil caería a un poco más de $300 mil”, sostuvo.
El economista indicó que, entendiendo la emergencia generada por la crisis sanitaria, y los ya más dos millones de personas que han quedado sin trabajo, el haber retirado por única vez parte de los fondos previsionales, debiera entenderse como un auto préstamo “que uno estuviese obligado a devolver en cuotas anuales, por ejemplo, en la declaración de impuestos, en la medida que se va recuperando el empleo, de manera de no tener un efecto tan negativo sobre las pensiones”, agregó.
Saens sostuvo que las lagunas previsionales son determinantes en las bajas jubilaciones. Añadió que en Chile los hombres cotizan, en promedio, 18 años de los 40 de vida laboral. En el caso de las mujeres, la cotización es en promedio de 13 años de un total de 35. “Con el 10% definitivamente no nos alcanza. Esto debimos haberlo discutido hace 15 o 20 años atrás pero lamentablemente no se hizo”, enfatizó el académico.
Con respecto al proyecto de reforma previsional, actualmente en tramitación en el Senado, y la eventual propuesta de indicación del Ejecutivo, que contemplaría dividir en tres la cotización adicional del 6%, y destinar un 2% a cuentas individuales; un 2% a seguros; y 2% al componente solidario, el economista se manifestó a favor de la existencia de un seguro de longevidad.
“El objetivo que tiene es sacar la tabla de mortalidad de las pensiones y transferir el riesgo de longevidad completamente a un ente asegurador. La pensión así se podría calcular con una edad cierta, por ejemplo, 86 años. Cuando una persona vive más que dicha edad, la pensión tendría que ser pagada por una compañía de seguros”, dijo el profesor.