TALCA. SENDA dio a conocer los resultados regionales del Tercer Estudio de Drogas en Educación Superior, que arrojaron una disminución en la prevalencia de consumo de alcohol y marihuana, pero que entre quienes lo hacen es con mayor intensidad. Otro antecedente es el aumento en el uso de tranquilizantes sin receta médica.
La encuesta -de carácter online- fue respondida por 1.096 estudiantes de seis establecimientos de Educación Superior de la Región del Maule, entre el 15 de mayo y 27 de julio reciente. De acuerdo a la distribución de la muestra, según sexo, el 63,8% corresponde a mujeres; 34,6% hombres y 1,6% prefirió no responder.
La prevalencia de consumo de alcohol para el último mes fue de 40,2%, la cual es levemente mayor para hombres (42,5%) que mujeres (39,2%). Entre quienes han consumido alcohol en el último mes, un 58,2% declara haberse embriagado en al menos una ocasión. La embriaguez es levemente mayor para hombres (59,6%) que para mujeres (56,9%). En comparación a 2021, se observa una disminución de 21,4 puntos porcentuales en la prevalencia de consumo de alcohol al mes (61,5% en versión anterior).
En marihuana, la prevalencia de consumo en el último año declarada por los estudiantes fue de 19,3% en 2025, la cual es mayor en hombres (23,8%) que mujeres (16,9%). Por su parte, la prevalencia de consumo de marihuana en el último mes llegó a 11,1%. Esta prevalencia es mayor en hombres (15,6%) que mujeres (8,6%).
Las prevalencias de consumo el último año de otras drogas (sin receta) en estudiantes de educación superior declaradas en 2025, fueron: Tranquilizantes 7,0%; Analgésicos 4,3%; Éxtasis 1,3%; Cocaína 1,4%; Tusi y/o Ketamina 1,1%. El uso de tranquilizantes sin receta médica, reportado por el 7% de los estudiantes (fue de 5,7% en el estudio del año 2021), puede ser explicado por una forma de afrontamiento ante la presión académica o dificultades de salud mental. Este tipo de consumo sin receta plantea la necesidad de integrar la salud mental y el bienestar estudiantil dentro de las estrategias preventivas, y de fortalecer los espacios de orientación y acompañamiento dentro de los planteles.
RIESGOS
En la medición de percepción de riesgo para alcohol y otras drogas, el 88,5% señaló como riesgoso consumir cocaína frecuentemente. El 75,5% de los estudiantes de educación superior considera riesgoso fumar una o más de una cajetilla de cigarrillos al día; el 78,3% piensa que tomar 5 o más tragos diariamente posee un gran riesgo. En tanto, el 52,7% declara como riesgoso fumar marihuana frecuentemente, y el 86,7%% señala como riesgoso consumir tusi frecuentemente.
La proporción de estudiantes de educación superior que declara haber recibido ofrecimientos de marihuana durante el último año es de 35,8% en 2025. Un 6,3% señala que le ofrecieron cocaína en el último año; el 3,4% indica haber recibido ofrecimientos de éxtasis en el último año; un 8,9% declara que ha recibido ofrecimientos de tranquilizantes sin receta médica y un 5,9% de analgésicos sin receta médica. Un 1,9% de los estudiantes de educación superior, señala haber recibido ofrecimientos de pasta base en el último año.
Para la directora regional de SENDA, Ana María Rodríguez, estos resultados confirman que los consumos de sustancias tradicionales, como el alcohol y la marihuana, muestran señales de contracción y que están en línea con lo observado en los estudios nacionales en población general y escolar.
No obstante, indicó que una de las principales conclusiones son los patrones de consumo en ambas sustancias, por cuanto hay menos estudiantes consumiendo, pero quienes lo hacen tienden a hacerlo con mayor intensidad.
Detalló que entre quienes declararon haber consumido alcohol durante el último mes, el 58,2% señala haberse embriagado al menos una vez en ese período, lo que refleja patrones de consumo intensos que incrementan la probabilidad de daños y situaciones de riesgo.
Asimismo, precisó que el 11,1% del total de estudiantes que reporta haber consumido marihuana diez o más días durante el último mes, da cuenta de usos más continuos, que los expone a situaciones de riesgo.
La Directora Regional precisó que estos patrones describen uso intenso o mayor frecuencia, pero no un consumo problemático.
“Toda esta información permite a SENDA y a otras instituciones focalizar mejor los esfuerzos preventivos y las acciones de acompañamiento, ajustando las respuestas a los grupos y contextos donde los estudiantes se pueden exponer a riesgos, tales como espacios de ocio o fiestas”, resaltó la autoridad. De todas maneras, dijo que los patrones observados son potencialmente de riesgo y deben abordarse desde la prevención, con acciones como detección temprana, acompañamiento y también acciones vinculadas a la gestión de riesgo.
Para abordar lo anterior, SENDA cuenta con las Orientaciones Técnicas para la Implementación de un Modelo Preventivo, actualmente aplicadas por las 16 universidades del Consorcio de Universidades del Estado de Chile –CUECH- que promueven la detección temprana, la capacitación de equipos y la instalación de capacidades institucionales para abordar el consumo desde un enfoque preventivo y de cuidado.







