El pasado miércoles 10 de septiembre, el escritor Jorge Baradit se reunió con la comunidad talquina para reflexionar sobre cómo las distintas narrativas históricas han moldeado la identidad chilena. La actividad, realizada en el Centro de Extensión de la Universidad Católica del Maule, en la cual colaboró la Mesa de Cultura, Memoria y Derechos Humanos “María Isabel Beltrán Sánchez” y buscó poner en valor la memoria como herramienta política y cultural.
Ante un auditorio lleno, Baradit planteó que la historia no puede reducirse a los relatos oficiales ni tampoco a la versión de las élites. “La riqueza, los medios de comunicación, las Fuerzas Armadas, la Iglesia y la tierra siempre han estado en manos de los mismos. Lo que nos queda es el poder político y por lo que lo debemos cuidar”, señaló.
El autor de Historia secreta de Chile enfatizó que las narrativas tienen la capacidad de moldear las percepciones colectivas, incluso al punto de hacer que sectores sociales terminen defendiendo a quienes los han oprimido.
Al vincular su exposición con el 11 de septiembre de 1973, Baradit subrayó que la dictadura se sostuvo sobre un relato oficial que presentó el golpe como una “inevitabilidad” frente la crisis. “Ese discurso se instaló durante 17 años sin contrapeso y aún hoy hay quienes creen que fueron rescatados de una guerra civil que nunca existió”.
Para el escritor, proteger la memoria es una tarea fundamental en tiempos donde las redes sociales y la desinformación construyen nuevos discursos instalados en la sociedad. “La historia es la memoria de un país. Sin ella no sabemos quiénes somos, ni podemos elegir el camino correcto hacia el futuro” advirtió ante la audiencia.
La actividad finalizó con un llamado a la resistencia ante posturas negacionistas y a reforzar la dignidad social. “Frente a la mentira, la verdad. Frente a la agresión, la dignidad. Frente al negacionismo, memoria”, concluyó Baradit.
Vicente Molina San Martín