El aumento gradual del sueldo mínimo en Chile, cuyo monto incrementará de $460.000 a $500.000 a partir de julio de 2024, ha generado gran expectación y debate, especialmente entre las Pequeñas y Medianas Empresas (Pymes), que representan el grueso del tejido empresarial del país.
“Sin duda, esta alza tendrá un impacto positivo en el poder adquisitivo de los trabajadores, impulsando el consumo interno y dinamizando la economía”, explica Camila Castro, Directora de la Carrera de Contador Auditor del Campus Virtual en UDLA. Y añade que ”se espera que las familias destinen este mayor ingreso a cubrir necesidades básicas, como alimentación, vivienda y salud, pero también a bienes y servicios no esenciales, lo que beneficiará a diversos sectores comerciales”.
Sin embargo, este aumento también presenta desafíos para las pymes, principalmente en lo que respecta a los costos laborales. Para muchas empresas, especialmente aquellas de sectores con márgenes de ganancia ajustados, absorber un alza del 9% en los sueldos podría significar un duro golpe a su rentabilidad, incluso poniendo en riesgo su viabilidad.
Para enfrentar este nuevo escenario, la experta de Universidad de Las Américas comenta que las pymes deberán implementar estrategias que les permitan impregnar el aumento del sueldo mínimo sin afectar significativamente su competitividad. Entre las medidas que podrían tomar se encuentran:
- Aumento de la productividad: invertir en capacitación y nuevas tecnologías para optimizar los procesos productivos y reducir costos operativos.
- Diversificación de productos y servicios: explorar nuevas líneas de negocio o segmentos de mercado que ofrezcan mayores márgenes de ganancia.
- Búsqueda de financiamiento: acceder a créditos o subsidios estatales que apoyen a las empresas en la implementación de medidas de adaptación.
- Mejora en la gestión empresarial: implementar prácticas de gestión más eficientes que optimicen el uso de recursos y reduzcan gastos innecesarios.
Castro especifica que “junto con el alza del sueldo mínimo, también se ajustarán los montos de diversos bonos y asignaciones, como la asignación familiar y el subsidio de alimentación. Esto significa que, en algunos casos, el impacto real en los costos laborales para las pymes podría ser menor al del aumento nominal del sueldo mínimo”.
En este contexto, es fundamental que el gobierno, las organizaciones gremiales y las propias pymes trabajen en conjunto para encontrar soluciones que permitan minimizar los impactos negativos del incremento del sueldo mínimo y maximizar sus beneficios para los trabajadores y la economía en general.
La profesional explica que “el diálogo, la colaboración y la búsqueda de consensos serán claves para enfrentar este desafío de manera proactiva y convertir este aumento en una oportunidad para el desarrollo sostenible de las pymes y el bienestar de los trabajadores chilenos”.