El Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, presentó un proyecto de ley que busca eliminar la exención tributaria a bienes importados de menos de 41 dólares. La iniciativa, que forma parte de un plan para aumentar el cumplimiento tributario, busca recaudar unos 100 millones de dólares anuales.
“Actualmente, las compras en el extranjero por un valor inferior a 41 dólares no pagan arancel aduanero ni IVA. Sin embargo, el proyecto de ley propone eliminar esta exención, por lo que los consumidores deberán pagar el 6% de arancel aduanero y el 19% de IVA por cualquier compra en el extranjero, sin importar su valor”, explica Camila Castro, Directora de la Carrera de Contador del Campus Virtual de UDLA.
El Gobierno sostiene que la exención tributaria a las compras menores a 41 dólares ha sido utilizada para eludir impuestos, ya que permite importar productos de manera informal. Además, la medida permitiría recaudar recursos para financiar el gasto público.
Desde otra mirada, los consumidores y las organizaciones de defensa de los derechos de los consumidores han criticado la medida, argumentando que incrementará los precios de los productos importados y perjudicará a los consumidores. Además, sostienen que el Gobierno ya cuenta con herramientas para combatir la informalidad.
El proyecto de ley que se encuentra en trámite en el Congreso, si es aprobado, entrará en vigencia a partir del 1 de enero de 2025. Frente a este escenario, la profesional de Universidad de Las Américas explica los posibles efectos que traería la puesta en marcha de esta medida:
Aumento en los precios de los productos importados: el alza del arancel aduanero y del IVA a las compras menores a 41 dólares podría traducirse en un aumento de los precios de estos productos.
Disminución en la demanda de productos importados: el incremento de los precios podría provocar que los consumidores opten por comprar productos nacionales o que, directamente, reduzcan su consumo.
Aumento en la recaudación tributaria: el Gobierno estima que la medida podría recaudar unos 100 millones de dólares anuales.
“La propuesta parece ser una medida equilibrada entre aumentar los ingresos fiscales y regular el mercado de importaciones. Si bien es cierto que esto podría aumentar el costo de los productos importados para los consumidores, también es una forma efectiva de combatir la evasión fiscal y fomentar la formalidad en el comercio internacional. Sin embargo, es crucial se asegure que esta medida no afecte desproporcionadamente a los consumidores de bajos ingresos y que los ingresos adicionales se utilicen de manera eficiente para mejorar servicios e infraestructuras públicas. Además, es importante considerar la implementación de acciones complementarias que apoyen a los consumidores y fomenten la competitividad de los productos nacionales”, finaliza la experta de UDLA.