La salud se debe entender no como la ausencia de una enfermedad, sino como el estado de bienestar pleno de la persona. Esto aplica para la salud mental, frente a la cual los especialistas instan a mantener una actitud preventiva y protectora frente a posibles trastornos mentales.
Así lo plantea el director de la carrera Psicología de la Universidad Autónoma de Chile, Dr. Pablo Palma, quien sostiene que la promoción de la salud mental requiere no sólo de leyes y políticas sobre la misma, sino de la disposición de recursos públicos y particulares que generen entornos saludables.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora cada 10 de octubre, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), establece para este 2023 el lema “La salud mental es un derecho humano universal”, para una vida digna, con equidad, igualdad y respeto, frente a la diversidad de condiciones y pensamientos en sociedad.
“Es necesario que la salud mental sea vista como un derecho humano. La problemática ha existido siempre, pero ahora se cuenta con la capacidad de evaluarla y medirla. Si bien no hay muchos datos de años atrás, en los años recientes el número de trastornos ha ido en aumento en frecuencia, incidencia e incluso en la reaparición de enfermedades poco frecuentes”, comenta Palma, quien detalla que tras la pandemia por COVID-19, el sistema público chileno no ha sido capaz de dar respuesta a los requerimientos de atención en salud mental.
“Se genera el problema de equidad del acceso, porque las personas con mayores recursos pueden acceder a tratamientos privados, que incluso pueden llegar a tener una frecuencia mayor a una vez por semana, versus quienes esperan un cupo público que puede ser de una atención al mes… Es un problema estructural de la salud, porque las políticas públicas están”, indicó.
Se espera que el presente mes sea presentada la propuesta de la nueva Ley de Salud Mental, para ser discutida en el nivel legislativo para su aprobación.
Actuar preventivamente
Si bien se requiere de políticas y acciones que hagan énfasis en la prevención y promoción de la salud mental, así como en la generación de entornos saludables desde la etapa escolar y edad temprana, el llamado particular es a no sólo esperar a que el Estado genere el sistema, las leyes y los recursos, sino a ejercer de manera individual acciones preventivas, como:
-Mantener hábitos de vida saludables. Entre estos una alimentación equilibrada y con poco consumo de grasas, ya que hay estudios que demuestran una relación entre la sintomatología depresiva y este tipo de alimentos.
-Practicar actividad física. Lo recomendable es que sea un ejercicio o actividad que genere satisfacción y placer, puesto que en este caso no se busca el efecto físico, sino el bienestar mental. Por tanto, puede ser una práctica de bajo impacto físico.
-Mantener relaciones interpersonales saludables y evitar los entornos conflictivos.
– Construir proyectos de vida, a propósito de mantener metas y planes, como protectores de la salud mental.
– Contar con amigos. Los amigos asumen rol de confidentes, lo cual ayuda en temas de prevención de la salud mental. Si bien la familia es el pilar principal, esta no puede asumir ciertas responsabilidades de apoyo. El experto señala que, más allá de la realidad personal y/o laboral de cada persona, resulta beneficioso, que tanto hombres como mujeres, tengan al menos una actividad de camaradería por semana.
-Tener un hobby. Ver películas, puede ser uno de estos. Sin embargo, el especialista explica que no se trata sólo de ver cualquier tipo de película, a modo de descanso, sino de conocer más sobre el cine e involucrarse de una manera activa en la temática o actividad que se toma como hobby.
-Estar atentos a las señales. Si la persona abandona algún hábito o práctica de su gusto, esta puede ser una señal. Su círculo más próximo debe saber identificar estos signos de alerta tomar medidas al respecto.