Los somníferos son depresores del sistema nervioso central, lo cual causa el efecto de somnolencia y letargo que lleva a la persona a dormir. Estos pueden ser útiles a la hora de tener un episodio de insomnio esporádico o para regular el sueño tras un largo viaje, y han demostrado ser accesibles, disponibles y eficaces.
Lamentablemente, estos medicamentos son altamente adictivos y la tolerancia a ellos se desarrolla con rapidez. “Tienen efectos adversos como la resistencia al medicamento, la dependencia y el acostumbramiento, logrando empeorar algunas patologías del sueño”, explicó el neurólogo de Clínica Somno, el Dr. Ignacio Gutiérrez.
Es por esto que siempre es recomendable consultar a un médico y generar hábitos propios para conciliar el sueño de manera más sana y natural, pues el descanso logrado por el consumo de somníferos es inferior. “Este medicamento suprime las etapas de sueño REM que son importantes en el funcionamiento cerebral y en la parte metabólica del cerebro, por lo tanto el sueño bajo el efecto de hipnóticos no es estructuralmente normal; no es un sueño fisiológico, es algo artificial”, detalló el especialista.
Dentro del mismo informe del ISP, se pesquisaron 108 notificaciones de reacciones adversas a la Zopiclona, en las cuales se declararon molestias por somnolencia diurna, sabor amargo y taquicardia.