Como el desarrollo de instrumental para detectar olores está orientado básicamente a los de carácter puro y los que se generan en un proceso de fabricación de celulosa son fundamentalmente mezclas, lo más efectivo y eficiente para estos últimos es el olfato humano.
Por ello, en el marco de la Estrategia Ambiental Preventiva de Arauco, en las cinco plantas de celulosa de esta compañía en el país se estableció una red de monitores ambientales conformada por vecinos y trabajadores. En el caso de la Planta Celulosa Constitución se acaba de realizar un taller de capacitación de 14 vecinas y vecinos que residen en distintos lugares de la ciudad y que ayudarán a advertir alteraciones en variables ambientales -por ejemplo, en olores y ruidos- y con ello propiciar una actuación oportuna y preventiva para remediar la situación.
“La Planta y los trabajadores somos parte de la comunidad y estamos involucrados juntos en el desafío de tener cada vez una mejor calidad ambiental de la ciudad, tanto desde el punto de vista operacional de la Planta como de lo que pasa en el entorno. Por eso hoy trabajamos de la mano, estamos coordinados y los vecinos están muy comprometidos porque saben que son un actor fundamental y que permite a la Planta operar de buena forma”, señaló Nelson Bustos, Subgerente de Asuntos Públicos de Arauco, agregando que “mientras la Planta opere bien, todas las otras actividades de la comuna se pueden desarrollar de manera exitosa -particularmente el turismo- y eso es algo que nos beneficia a todos”.
La participación de los vecinos es clave. Para Jaqueline Márquez, quien vive en Constitución hace cuatro años y se acaba de capacitar en olores del proceso productivo de celulosa, “esto es muy importante porque nos ayuda a detectar cualquier evento que pueda dañar el medio ambiente y notificarlo a la empresa para que tomen las medidas y correctivos que corresponda”.
César Alegría es otro de los monitores que participó del taller de capacitación. Vive frente a la Planta de Celulosa y ha sido testigo de eventos de olores molestos, pero también de cómo ha mejorado su desempeño ambiental. “En el tiempo se ha visto un mejoramiento ambiental desde los años en que trabajé en la Planta (trabajó 25 años) y se nota mucho el cambio en el tema de los olores”, señaló.
Efectivamente, desde el 2005 a la fecha, Planta Celulosa Constitución ha venido realizando un esfuerzo consistente en este ámbito, incorporando inversiones en materia de emisiones atmosféricas, de ruidos y captación de gases, y que, a esta altura, suman más de 115 millones de dólares.
Juan Pablo Arroyo, Superintendente de Medio Ambiente de Planta Celulosa Constitución, también valoró el trabajo colaborativo con la comunidad. “Para nosotros es súper importante la participación de los vecinos porque nos permite identificar de forma oportuna cualquier presencia de olor y poder gestionar esta situación dentro de Planta para que justamente no pase a mayores”, sostuvo.
Esta iniciativa obedece a un compromiso mayor de la Compañía con la sustentabilidad, con el propósito de mejorar el desempeño ambiental de sus instalaciones productivas, el uso eficiente de sus recursos y la gestión y valorización de sus residuos.