Por el gran consumo de la papa en Chile y en el extranjero, expertos de la Universidad Austral de Chile (UACh), con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), desarrollan dos nuevas variedades comerciales que se adapten al estrés hídrico, uno de los efectos del cambio climático.
El proyecto, a cargo de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de dicha casa de estudios inició en 2018 y se ejecuta en las regiones de Los Lagos, Los Ríos, La Araucanía y Biobío a fin de evaluar las líneas mejoradas de papas nativas, un patrimonio fitogenético nacional.
A la fecha, cuenta Carolina Lizana, directora a cargo del proyecto, uno de los resultados es que “de las 22 líneas mejoradas que se analizaron, 2 son las que tenemos seleccionadas para llegar a convertirse en una variedad con alto valor en propiedades funcionales y nutricionales en un corto plazo”
Entre sus características, dice Lizana, está la mayor eficiencia en el uso del agua, no muestran efectos negativos por un aumento de la temperatura de 3°C, tienen alto contenido de antocianinas y capacidad antioxidantes. Una tendrá aptitudes para fritura (baja en azúcares reductores, crocante y con baja absorción de aceite); y la segunda, con cualidades para cocida (firmeza de la pulpa, sin harinosidad y baja degradación del almidón).
“Se han realizado por tres años consecutivos ensayos evaluando el comportamiento de las líneas frente a estrés térmico e hídrico, lo que ha permitido determinar aquellas con rendimientos más estables, ante estos eventos climáticos. Esto se ha complementados con ensayos en el campo de agricultores ubicados en la región de la Araucanía y la región de Los Lagos quienes utilizan diferentes prácticas de manejo del cultivo, con excelente resultados”, detalla Lizana.
En ese mismo ámbito, Anita Behn, directora alterna del proyecto, añade que las líneas mejoradas, “han presentado atractivos colores, sabor y firmeza de la pulpa post cocción en el caso de las papas cocidas. Las líneas han sido evaluadas dos temporadas en su aptitud para frito y cocido”.
Por su parte, el director ejecutivo de FIA, Ávaro Eyzaguirre, sostiene que “las evaluaciones de los cruzamientos realizados con materiales del Banco de Germoplasma de Papa más antiguo de Chile seguirán dando respaldo a los alimentos que tienen gran producción nacional. Tal como indica el registro de Odepa se produjo más de 1 millón de toneladas de papas en la última temporada, siendo las regiones de Los Lagos y La Araucanía las más altas en producción, así que debemos, desde la innovación, entregar más herramientas para que el cultivo siga siendo resistente a las condiciones adversas que nos presenta el cambio climático”.
Parte de los resultados del proyecto se obtuvieron tras evaluar el comportamiento fisiológico, rendimiento y resistencia a enfermedades, de líneas preexistentes en el banco de germoplasma de papa de la Universidad Austral de Chile, permitiendo determinar las propiedades saludables y/o funcionales de las líneas mejoradas y material básico, bajo condiciones potenciales de estrés.
En prospección, se espera generar un modelo de negocio y protección intelectual para futuras variedades generadas. Además de difundir y transferir los resultados del proyecto a través de las plataformas públicas gratuitas.
Por ello, dice el decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Alimentarias de la UACh, Dr. José Dörner, sostuvo que “esta investigación aplicada, cobra relevancia en el contexto actual del cambio climático, abordando un problema específico y proponiendo innovaciones para potenciar un cultivo de gran importancia para la alimentación de las personas como es la papa, que en este caso tienen un sello particular porque corresponden a papas nativas de nuestro país, derivadas del banco de germoplasma de papas que mantiene nuestra Facultad”.
Impacto
Además de entregar nuevas variedades de papas al comercio, el proyecto aumenta la disponibilidad de padres de cruzamiento con características demandadas por el mercado futuro (adaptación al cambio climático y alto valor funcional), lo cual podría acelerar la salida al mercado de variedades en el medio nacional; además de contribuir con líneas avanzadas (en algunos años más variedades) con características especiales, que aumentarán el valor de la cadena de producción, con mayores retornos para el productor y las empresas procesadoras y comercializadoras de estos productos.
“Se ha dado un gran paso en el aprovechamiento del germoplasma de papa chileno y, con ello, al desarrollo de variedades con características que las hacen muy aptas, para satisfacer a un consumidor cada vez más demandante e informado”, cierra el gerente general del Consorcio Papa Chile, Luis Miquel.