Quiero compartir con ustedes una reflexión que nace desde lo más profundo de mi experiencia personal y que también está presente en el mensaje de mi video “¿Y si Boric pudo?”, el cual pueden revisar en mis redes sociales. Esta frase, que muchos han compartido como meme, lleva una verdad poderosa: todo es posible si tienes la convicción de luchar por lo que crees. No se trata de comparaciones, sino de inspirar a cada persona a perseguir sus sueños, sin importar las circunstancias.
Nací en una familia humilde en San Clemente, hijo de un campesino y una dueña de casa que nos enseñaron el valor del trabajo duro y la perseverancia. Nunca imaginé que algún día estaría aquí, hablando no solo de mi historia, sino de cómo la voluntad puede transformar vidas. Como en la película “En busca de la felicidad”, creo firmemente que nadie debe decirte que no puedes hacer algo. Cada persona tiene la capacidad de romper las barreras que otros intentan imponer y de superarse a sí misma.
Cuando era joven, el camino no fue fácil. Hubo obstáculos, fracasos y momentos en los que parecía que todo estaba perdido. Pero siempre recordé que los sueños no se cumplen sentándose a esperar, sino trabajando con pasión y disciplina. Logré formar mi propia empresa y, más tarde, dar un paso hacia la política, impulsado por el deseo de aportar al bienestar de mi comunidad. Hoy, como senador y precandidato presidencial, quiero llevar este mensaje a todos: no hay sueño demasiado grande ni meta inalcanzable.
El video “¿Y si Boric pudo?” no busca desmerecer a nadie, sino recordar con humor y simpatía que los límites están en nuestra mente. Muchas veces subestimamos nuestras capacidades por miedo al fracaso o por las voces de quienes nos dicen que no somos suficientes. Pero es precisamente en esos momentos cuando debemos levantarnos y decir: Sí, puedo. Este mensaje resonó en tantas personas porque todos, en el fondo, queremos creer que el cambio es posible y que nuestros sueños tienen valor.
Quiero invitar a cada uno de ustedes a reflexionar sobre sus propias metas y a nunca dejar que nadie las limite. Si yo, un hijo de campesinos, pude construir un futuro, ustedes también pueden. La clave está en creer en uno mismo y en trabajar con determinación. Porque, al final, los sueños no tienen dueño, y todos tenemos derecho a perseguirlos con valentía.
Juan Castro Prieto
Senador del Maule