En un contexto de incertidumbre donde la inseguridad de lo subjetivo domina y se interpelan los procesos en búsqueda de nuevas formas de pensar la sociedad, la carrera de Trabajo Social de la Universidad Autónoma de Chile en Talca celebró el XVIII Seminario Internacional de Trabajo Social “Pandemia, postpandemia y otras complejidades: lecturas en clave del Trabajo Social contemporáneo”, instancia que convocó a expositores nacionales e internacionales, y a más 500 asistentes, quienes durante dos días se congregaron de manera online a propósito de generar reflexión.
La inauguración del seminario fue liderada por autoridades como el Vicerrector Académico de la universidad, Dr. Hernán Viguera Figueroa, quien valoró la continuidad del trabajo científico y académico demostrado con esta convocatoria, no sólo por su trayectoria y tradición, sino por las tensiones generadas en pandemia, profundización de los indicadores de pobreza y fragilidad de los entornos, los cuales exigen de los trabajadores sociales nuevos procesos de adaptación, ajuste e innovación. “El desafío del Trabajo Social internacional está en la co construcción inclusiva y sostenible, que considere los efectos para generaciones futuras”, precisó.
Por su parte, el Decano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades, Dr. Tomás Duval Varas, destacó la importancia de analizar las implicaciones de la pandemia a partir de los diferentes grupos sociales y desde la interdisciplinariedad, puesto que las ciencias sociales deben ayudar a comprender la realidad y ponerla sobre la mesa.
Desafíos del trabajo social
La jornada inició con la Doctora en Trabajo Social y Sociología, académica de la Universidad de Chile, Teresa Matus Sepúlveda, quien presentó la ponencia “Innovar en contextos de crisis: desafíos para trabajar lo social”, bajo la premisa de que es necesario viabilizar innovaciones pendientes en la formación, quehacer profesional y la transdisciplina, así como concretar una agenda estratégica de avances colaborativos para un desarrollo sostenible.
“Debemos hacer una enorme innovación en el quehacer profesional. La idea de renovarlo no es sólo enchufarnos a sistemas métricos, sino generar enfoques, datos e imágenes como una nueva forma de trabajar lo social…Necesitamos que nuestros proyectos de investigación, de formación y formas de entender el Trabajo Social sufran una profunda descripción, interpretación y reflexión crítica para poder transformarnos para transformar”, analizó.
Formación de profesionales
Patricia Duque Cajamarca, Doctora en Ciencias Pedagógicas y académica de la Universidad Colegio Mayor de Cundinamarca (Colombia), fue otra de las ponentes y presentó “Reflexiones sobre la formación de trabajadores sociales en tiempos de pandemia”. Sostuvo que la formación de los profesionales debe darse desde el cuidado de la salud mental en los currículos, en el entendido de que educar es un proceso y “la universidad un espacio de trayectoria e incidencia”.
Subrayó que la pandemia ha dejado secuelas en la salud mental, y para enseñar y aprender se debe alcanzar una mirada integral de bienestar, por lo cual es necesario pensar cómo articular al sujeto (estudiante, docente, egresado y directivo) dentro de los procesos y reflexionar sobre aspectos afectados por la pandemia en los currículos.
Duque sostuvo que “un individuo sano mentalmente es capaz de sentir, amar, trabajar, jugar y tener fe en el futuro…Si logramos tener esto, tenemos los elementos para formar trabajadores sociales con una visión integral, interdisciplinaria, éticos y capaces de pensar y construir”.
Vida cotidiana
Como exposición de cierre, la académica de la Universidad Complutense de Madrid (España) y Doctora en Trabajo Social, Maribel Martín Estalayo, analizó el “Trabajo Social para la vida cotidiana: una reflexión sobre lo endémico, lo pandémico y lo posible”, como invitación a apropiarse y reivindicar la cotidianidad como centro del pensamiento del Trabajo Social, contexto de intervención social y marco de sentido en el desarrollo de la profesión.
“Esta apropiación de lo cotidiano supone un esfuerzo, pero dicho ejercicio es imprescindible si queremos indagar sobre lo propio, posibilidades y límites, y sobre su transformación al albor de las condiciones sociales, sanitarias, económicas, políticas, culturales…Si algo ha conseguido esta pandemia ha sido sacarnos radicalmente de nuestra cotidianidad y azuzar las nostalgias de la vida corriente y, a su vez, revalorizar la sencillez. No sé cuánto durará este impasse, pero me parece una buena oportunidad para intentar identificar y dialogar con algunas cuestiones, ideas o acciones que son cotidianas en el Trabajo Social pasado (lo endémico), presente (lo pandémico) y futuro (lo posible), tales como conocer la política social, tomar postura, resistir discretamente y ser coherentes”, analizó.