En el marco del inicio de la vendimia 2022, el Servicio Agrícola y Ganadero recuerda que esta temporada comienzan a regir nuevas exigencias para productores de uva de mesa, así como para productores y elaboradores de vino con uva de mesa y sus intermediarios.
De acuerdo a una serie de normativas publicadas durante el año pasado en el Diario Oficial, existen nuevas obligaciones que para mantener una estricta trazabilidad de la uva de mesa y su producción a través de toda la cadena elaboradora del vino.
Es así como los tenedores de uva de mesa que destinen su producción a vinos hechos con uva de mesa, deben contar con una empresa certificadora autorizada para llevar un correcto registro y trazabilidad de los kilos producidos de uva de mesa (Resolución Exenta 2902/2021).
Por su parte los productores, elaboradores y/o distribuidores de vinos hechos a partir de uva de mesa también deben contar con una empresa certificadora autorizada que lleve registro y trazabilidad de los litros de vino producido con uva de mesa a partir de este año 2022.
Los intermediarios, que corresponden a personas que participan en la primera transacción de uvas destinadas a vinificación, deberán tener su inicio de actividades ante el Servicio para estar registrados en la nómina de intermediarios del SAG, y deberán certificar la uva que comercializarán a través de una empresa certificadora autorizada por el Servicio.
El control en la vendimia
Los operativos de vendimia se realizan hace más de 10 años por parte del SAG, con una cobertura que se extiende desde las regiones de Arica y Parinacota hasta Los Lagos. La fiscalización del Servicio contempla la verificación del origen de las uvas que ingresan a las bodegas elaboradoras de vino, el proceso de vinificación de la uva de mesa evitando su mezcla con uvas y vinos de cepajes tradicionales, algo que se encuentra prohibido por la Ley de Alcoholes.
Además se desarrollan controles carreteros al transporte de carga de uva, fiscalizaciones nocturnas y en fines de semana, algunas de ellas junto al SII para verificar el origen de las materias primas y conocer los destinos de las uvas para vinificación.
Maule
El rol fiscalizador del SAG ha permitido la ejecución de un número importante de actividades a las distintas instancias existentes en la región. Es así como parte de los operativos de vendimia realizados el 2021, el Maule ejecutó 248 fiscalizaciones; entre las cuales se encuentran bodegas productoras y elaboradoras de vinos y otras instancias de la cadena.
Las principales infracciones detectadas por el SAG, y que generaron la apertura de un proceso sancionatorio, dicen relación con problemas de potabilidad de los vinos; nuestros equipos en el Maule cursaron, el 2021, un total de 78 actas de denuncia y citación; de las cuales el principal incumplimiento dice relación con infracciones por problemas de potabilidad e infracción a la normativa de viñas y vinos”, así lo señala el director regional del SAG, Fernando Pinochet.
En relación a fiscalizaciones realizadas a productores, distribuidores y otras instancias del rubro; éstas fueron más de 230 en toda la región; destacando principalmente las provincias de Curicó y Talca, donde se ejecutaron la mayor parte de ellas.
Las actividades este año están dirigidas también a poder realizar un número similar de fiscalizaciones, las cuales van a permitir mantener la trazabilidad de la producción, así como también verificar el cumplimiento a la normativa vigente.