Estudio realizado por ONG No Chat y Mutual de Seguridad determinó que la lectura y el envío de mensajes a través de ésta u otras plataformas es el elemento más riesgoso durante la conducción, superando incluso a contestar el teléfono en trayecto.
La investigación permite contar con evidencia empírica en nuestro país que demuestra que el uso del celular tiene importantes efectos negativos en la capacidad de reacción, así como en los factores psicológicos que influyen en las decisiones de los conductores.
También muestra que el uso del sistema de manos libres no elimina los efectos adversos. Con o sin este dispositivo, el contenido transmitido durante la conversación tiene una influencia significativa en la reducción de la conducción atenta, concentrando la atención del conductor en el mensaje y no en las condiciones de la ruta y de tráfico.
Con el inicio del año laboral y escolar de forma masiva, es previsible un aumento de las condiciones de riesgo frente a accidentes viales. Si bien hay un efecto de la pandemia que reduce la movilidad en el espacio público -por efecto de las restricciones de circulación decretadas por la autoridad en el Plan Paso a Paso-, los siniestros de tránsito siguen afectando a los usuarios vulnerables de las vías, registrándose en el último año un aumento de siniestros de ciclistas (25,9%) y de motociclistas (19%).
Las causas que provocan estos accidentes son el exceso de velocidad y la conducción distraída, y este factor a su vez está vinculado de manera directa con el uso y manipulación del celular. Así lo evidencia el estudio “Estimación de riesgo de sufrir un siniestro vial a causa de manipular el celular”, realizado por la ONG No Chat junto a Mutual de Seguridad. Se trata de mediciones desarrolladas con simuladores de conducción de realidad virtual de última generación, para establecer cuáles son las conductas que representan más riesgo durante la conducción. La medición se realizó a 60 personas, de entre 18 a 72 años, hombres y mujeres con licencia de conducir vigente.
Graves efectos de uso del WhatsApp
Uno de los indicadores más alarmantes del estudio guarda relación con el uso de WhatsApp. Los resultados indican que la utilización de esta popular aplicación de mensajería a través de teléfonos celulares o dispositivos electrónicos triplica la posibilidad de generar un atropello y eleva en 27 veces la conducción distraída, esto es manejo en zigzag, baja de velocidad de forma intempestiva, subir a la vereda, detención en la mitad de la vía, desplazamiento en contrasentido, irrespeto de señaléticas y semáforos, entre otros.
Además, se logró comprobar que el uso de esta aplicación deteriora significativamente el rendimiento en la conducción, quintuplicando la probabilidad de participar en un siniestro de tránsito. Todos estos antecedentes llevaron a concluir que la interacción con el teléfono para usar WhatsApp es el factor de riesgo más importante durante la conducción.
Desde hace más de 7 años estamos levantando datos que evidencian el riesgo de conducir distraído y los efectos que genera en el entorno vial. Sabemos los riesgos de siniestralidad al chatear, hablar con o sin manos libres, por lo que este estudio viene a reforzar la idea de que son conductas altamente peligrosas durante los desplazamientos y que deben ser erradicadas de forma urgente”, asegura Claudia Rodríguez, directora ejecutiva de ONG No Chat y presidenta del Consejo de la Sociedad Civil de la Subsecretaría de Transportes.
Motociclistas y peatones los más afectados
Al analizar este contexto, Luis Alberto Stuven, Gerente de Seguridad Vial de Mutual de Seguridad, explica que “es de extrema importancia abordar las causas de fondo que inciden en los accidentes viales, en particular la conducción distraída, más aún en un escenario donde la movilidad cambió. Según nuestras cifras, que se abordan desde el ámbito del trabajador, el más afectado durante el año 2020, específicamente entre los usuarios vulnerables, el que presentó más accidentes con resultado de muerte fue el motociclista (20%), seguido del peatón (15%)”.
Asimismo, explicó que se aprecia que “los siniestros de tránsito asociados al trayecto, es decir cuando el trabajador se traslada desde y hacia su lugar de trabajo, analizados desde 2018 a la fecha, muestran una tendencia al aumento durante los primeros tres meses de cada año, según cifras de Mutual de Seguridad. Por lo tanto, este contexto de pandemia no nos puede llevar a la tranquilidad, sino a la cautela”.
“A pesar de estar aún bajo los efectos de la pandemia, que tenemos empresas que optaron por la modalidad de teletrabajo, y que se pueden aplicar medidas de cuarentena, no debemos dejar de lado que se produjo un retorno de veraneantes a su lugar de origen y que más personas se están reincorporando al trabajo presencial, lo que va a provocar un aumento de usuarios en las vías y probabilidad de accidentes”, concluyó Stuven.
Dispositivos móviles y manos libres
El estudio también logró echar por tierra algunas creencias sobre el uso del denominado “manos libres”, que hoy en Chile está permitido por la Ley de tránsito. Pese a que en la actualidad los conductores de vehículos motorizados pueden hablar por teléfono a través de este dispositivo, la investigación arrojó que en ningún caso elimina la posibilidad de protagonizar un siniestro vial, sólo la reduce.
La conversación usando el sistema de manos libres en comparación con quienes no lo hacen, aumenta en 7 veces la conducción distraída y en 5 veces la posibilidad frenado intempestivo, en cuatro veces el desvío de trayectoria.
Asimismo, recibir y contestar una llamada sin la utilización de algún dispositivo manos libres aumenta en 13 veces la posibilidad de frenado intempestivo, en 11 veces la conducción distraída y en 7 veces el desvío de trayectoria.
Ley No Chat
Este proyecto endurece las penas por conducir desatento, tipificándola como una infracción gravísima con multa de hasta 3 UTM y suspensión de licencia de conducir y sobre ello, la directora ejecutiva de ONG No Chat, Claudia Rodriguez, plantea que “con los datos objetivos que hemos entregado desde hace años a la opinión pública, al Ministerio de Transportes y a los parlamentarios, y en un contexto de aumento de fallecimiento de actores vulnerables de las vías como ciclistas y motociclistas, solicitamos que exista voluntad legislativa para aprobar este proyecto, presentado en 2014 y que hoy se encuentra en segundo trámite legislativo en el Senado”.