Según cifras del Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), casi un tercio de la población mayor de 15 años en Chile ha sufrido un trastorno psiquiátrico en su vida, y dentro de ellos, los que más predominan son los trastornos de ansiedad.
A esto se suma que en Chile 7 de cada 10 personas declara haber tenido alguna enfermedad o problema psicológico como angustia, estrés laboral, académico o estrés postraumático.
Ante ese escenario surge la filosofía Blue Mind o “Mente Azul”, un concepto que describe el estado mental de calma, conexión, bienestar y felicidad, que se experimenta al estar cerca o en contacto con el mar, lagos, ríos o incluso piscinas, debido a una combinación de factores, como la estimulación visual del color azul, el sonido del agua y la sensación de flotar o estar sumergido.
Respecto a esto, el ingeniero civil industrial titulado de la Universidad de La Serena, Marcelo Muñoz, presidente y cofundador de la Corporación Surf Therapy Coquimbo, relató que “en nuestra organización promovemos la profunda convicción de que el mar puede sanar y transformar a las personas”.
Muñoz, quien empezó a surfear cuando tenía 10 años, dijo que “me fui de la región buscando el éxito laboral y volví a Coquimbo el 2021, con mi salud deteriorada, muy mal personalmente. Yo llevaba ocho años sin meterme al mar y cuando pude regresar al océano, sentí como pase de tener una mente gris, en un estado de burnout y depresión, a un estado de mente azul, es decir un estado de calma, felicidad y conexión con la naturaleza, y nació la idea de crear esta iniciativa”.
En apoyo a esto, Muñoz advirtió que “muchas personas también pueden estar en un estado de mente roja, es decir, de alerta constante, hiper focalizado en muchas cosas a la vez, lo que puede ser muy bueno cuando quieres completar una tarea, pero cuando se vuelve cotidiano, genera mucho estrés”.
“Nuestro objetivo es lograr que nuestros participantes puedan alcanzar este estado de mente azul por medio de nuestra terapia de surf, que es la metodología que está detrás de nuestra organización”, explicó.
Actualmente Surf Therapy está compuesto de 17 socios activos y más de 40 voluntarios, entre los que se incluyen instructores de surf, salvavidas, ingenieros, psicólogos, psicopedagogos y trabajadores sociales, quienes se han capacitado en esta metodología.
“Lo que hacemos es sacar la terapia de las cuatro paredes y trabajar en colaboración con el océano como si fuera un coterapeuta y aunque hay organizaciones que realizan programas similares, nosotros somos pioneros en Chile en utilizar la metodología Surf Therapy y en integrar la mente azul como metodología curricular, como algo basado en evidencia y estructurado”, destacó.
Metodología
Durante las sesiones de Surf Therapy, que generalmente duran alrededor de 3 horas, se entregan herramientas para lidiar con el estrés y la ansiedad, a través de meditaciones, juegos, educación medioambiental, círculos de reflexión y otros momentos de aprendizaje, y al cierre de la jornada los participantes aprenden a surfear en el océano.
Pese a esto, Muñoz hizo hincapié en que “esta no es una escuela de surf, el deporte es solo una de las partes de la terapia”.
Las terapias se realizan los días sábados, mediante un programa de 8 sesiones seguidas, las que se llevan a cabo en distintas playas de la Región de Coquimbo, incluyendo a la que queda frente al casino de Enjoy en Peñuelas, La Herradura, Punta de Choros y Totoralillo.
En cuanto a quienes va dirigida esta iniciativa, Muñoz señaló que “nuestro público objetivo son niños, niñas y adolescentes (NNA) en situación de vulnerabilidad, con quienes trabajamos por medio de nuestra terapia de surf que hacemos sin ningún costo asociado para los participantes, ya que trabajamos a través de donaciones, aportes, fondos concursables y autogestión.”.
En suma a esto, la Corporación realiza las Experiencias Surf Therapy, que son actividades gratuitas y abiertas al público.
“Nuestra Experiencia Surf Therapy más reciente fue a inicios de junio y estuvo enfocada en niños de entre 6 y 12 años, y haremos nuestra próxima actividad abierta en los próximos meses. Avisaremos la fecha a través de nuestras redes sociales, @surftherapycoquimbo. También trabajamos con niños que viven en lugares alejados del mar, como Andacollo”, indicó.
Surf Therapy también le facilita a sus participantes los trajes, tablas, protector solar, hidratación, colaciones y transporte, entre otros los implementos necesarios, para que puedan practicar este deporte.
“También hacemos sesiones de Surf Therapy corporativo, con bomberos, docentes y trabajadores de la salud, desde el punto de vista del autocuidado. Este año, trabajamos con profesionales del centro médico de especialidades Maz Center, quienes además son nuestros colaboradores más cercanos, y con docentes de las escuelas de lenguaje Arbolito y Santa Luisa”, aseguró.
Desde el 2021, Surf Therapy ha trabajado con más 720 niños, niñas, adolescentes y adultos, y actualmente trabajan con 17 NNA de la residencia Centro de Vida El Puente, ubicado en El Llano de Coquimbo, y el Centro de Vida Chile, ubicado en La Serena. “Lo que les ha ayudado a mejorar su rendimiento escolar, calidad de sueño y a disminuir los conflictos internos en las residencias”, según Muñoz.
“Durante el segundo semestre trabajaremos con 18 niños y niñas de la Escuela Rural de Totoralillo, incluyendo esta terapia de surf dentro de su curriculum. El año pasado también trabajamos con ellos, pero eran 20, a quienes después de sus 8 sesiones, les hicimos una graduación”, recalcó.
Requisitos para ser voluntarios
Al ser consultado por las condiciones para formar parte de esta cruzada, Muñoz afirmó que “como requisito le solicitamos a nuestro voluntarios una copia de su cédula de identidad, un documento que certifique que no hay inhabilidad para trabajar con menores de edad, además de rellenar un formulario donde nos indiquen sus motivaciones para trabajar con NNA”.
De acuerdo al “emprendedor social”, antes de trabajar con los NNA, los voluntarios deben pasar por una capacitación para familiarizarse con los protocolos necesarios para trabajar con NNA, seguido de una video inducción, que narra la historia, la misión y visión de Surf Therapy y una entrevista individual. Luego viene la parte práctica, que incluye la observación de una terapia de surf y la posterior realización de esta.
“También estamos creando un sistema donde los antiguos voluntarios de Surf Therapy apadrinen a los nuevos, antes de trabajar directamente con la infancia”, adelantó.