En la región del Maule sólo dos comunas fueron calificadas con un nivel de calidad de vida urbana medio alto, de acuerdo al Índice de Calidad de Vida Urbana (ICVU) 2021, elaborado por el Núcleo de Investigación sobre Gobernanza y Ordenamiento Territorial del Instituto de Estudios Urbanos y Territoriales de la Pontificia Universidad Católica de Chile (PUC) y la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) que este año analizó a 99 comunas del país con más de 50.000 habitantes, lo que representa alrededor del 79% de la población en Chile.
Este fue el caso de Talca, comuna que destacó principalmente en sus las dimensiones de Conectividad y Movilidad y Vivienda y Entorno y Curicó, la que también obtuvo un nivel de calidad de vida urbana medio alto, destacando sus condiciones Laborales y Socio Culturales.
Por su parte, Maule, Linares, Constitución, San Javier y Molina fueron consideradas comunas con un nivel de calidad de vida bajo, teniendo múltiples desafíos en las distintas variables referidas a las seis dimensiones que considera el estudio.
Asimismo, el ICVU evidenció este año que aquellas comunas que presentaron un nivel de calidad de vida alto o medio alto mostraron una menor dependencia al fondo común municipal. Este es el caso de nuestra capital regional, la cual posee menos del 40% de dependencia a dicho instrumento, caso opuesto a lo que ocurre en el Maule cuya dependencia se eleva sobre el 55%, lo que está correlacionado con su nivel de calidad de vida urbana bajo.
Arturo Orellana, coordinador del equipo de trabajo PUC, explicó que lo anterior “tiene que ver con que en la medida que las comunas tienen baja inversión privada, significa que existe menos poder de recaudación de patentes comerciales o permisos de edificación, entre otros. Asimismo, si un porcentaje importante de las viviendas no paga contribuciones merma también las posibilidades de financiamiento municipal y por lo tanto se hace más proclive a tener mayor financiamiento vía fondo común municipal. (…) Por lo tanto, si uno quiere disminuir la dependencia al fondo común municipal debiera promover la inversión pública para que atraiga la inversión privada, como mejoramiento en temas de seguridad, espacios públicos, veredas y servicios de forma que, de alguna manera, se haga atractivo invertir en esas comunas en proyectos de desarrollo inmobiliario o de otro tipo para poder tener una mejor recaudación en los municipios”.
Otro de los aspectos destacados en el ICVU de este año fue que Talca – Maule se presenta como una conurbación de más de 250 mil habitantes, lo que potencialmente la convierte en un área metropolitana, dejando nuestra capital regional su condición de ciudad intermedia.
En este contexto, el académico destacó que “la conurbación entre Talca y Maule debe estar generando un proceso de metropolización en ciernes y que probablemente agregue otras comunas como San Rafel, Pelarco y probablemente también San Clemente. Éste es un fenómeno típico en el que la capital regional está concentrando el desarrollo y la inversión y finalmente las comunas colindantes se transforman en espacios más residenciales de propagación de proyectos de urbanización, pero solamente residenciales, carentes de infraestructura y servicios y eso claramente repercute”.
A lo que agregó “es por eso que me parece que es urgente tener una planificación a escala metropolitana, más prospectiva para que distribuya de buena manera también los recursos de inversión pública porque probablemente también comunas como Maule tienen escaso presupuesto municipal y finalmente son solo destinos residenciales. (…) Probablemente con la nueva ley 21.074 los gobernadores y gobernadoras tienen la posibilidad de liderar el direccionamiento de las áreas metropolitanas, de acuerdo a la ley, en materia de transporte, medio ambiente y planificación y particularmente en este énfasis está la idea de distribuir de mejor manera los recurso, particularmente para atraer la inversión privada”.
Por su parte, Patricio Ponce, presidente de la Comisión Ciudad y Territorio de la CChC Talca señaló que “queremos ayudar a que las ciudades ofrezcan una mejor calidad de vida a todos sus habitantes. El ICVU es un aporte en este sentido, ya que, por ejemplo, puede orientar políticas públicas y el uso de recursos públicos y privados”.
A lo que concluyó que “para avanzar en la calidad de vida de nuestras ciudades las autoridades y los distintos actores públicos, privados y comunales debemos observar la región, como un gran sistema colaborativo en términos productivos y de prestación de servicios, donde el rol articulador de la Gobernadora es fundamental, para alcanzar más rápidamente un desarrollo sostenible para todos los habitantes del Maule”.
¿QUÉ ES EL ICVU?
Es un índice que mide y compara en términos relativos la calidad de vida urbana de nuestras comunas y ciudades a partir de un conjunto de variables agrupadas en seis dimensiones que reflejan la provisión de bienes y servicios públicos y privados y sus impactos socioterritoriales. El ICVU se aplica a 99 comunas (de las 346 existentes) que superan o están próximas al umbral de 50.000 habitantes y que concentran casi el 80% de la población total de nuestro país.