Entre el 1 y el 30 de septiembre se mantuvo en veda biológica la merluza común, conocida popularmente como pescada, y cuya pesquería se encuentra en un estado de sobreexplotación según el “Estado de la situación de las principales pesquerías chilenas, informe 2022” elaborado por la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura (Subpesca). Esta medida de administración prohibió la captura, comercialización, transporte, procesamiento, elaboración y almacenamiento de este recurso y sus derivados.
Desde el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, Sernapesca, se indicó que durante todo el periodo que abarcó la veda, se fiscalizaron 78 toneladas de diversos recursos de las cuales 0,5 no cumplieron con la acreditación de origen legal. Asimismo, se realizaron 94 controles en la cadena productiva, donde se inspeccionaron 508 agentes desglosados en: 241 controles carreteros, 220 centros de comercialización y consumo, 28 puntos de desembarque, 17 fiscalizaciones en zona de pesca y la revisión de 2 plantas de procesos.
“Queremos relevar el trabajo realizado tanto por las y los inspectores de Sernapesca, como por las demás instituciones que son parte activa de la Red Sustenta, como Carabineros, Autoridad Marítima, Servicio de Impuestos de Internos y Seremi de Salud, quienes velaron –a través de sus distintas atribuciones- porque se cumpliera la normativa de la veda biológica para esta importante y estratégica pesquería. Además, queremos destacar el alto porcentaje de cumplimiento que alcanzó el 99,4% lo que demuestra el compromiso tanto de pescadores y pescadoras, transportistas, agentes comercializadores y la ciudadanía” indicó Soledad Tapia, directora nacional de Sernapesca.
Cabe destacar que desde el 1 de octubre se comenzó nuevamente a comercializar este recurso en estado fresco, por lo que las chilenas y chilenos ya pueden volver a disfrutar de las bondades que ofrece la pescada, dentro de las que destacan su alto valor nutricional debido a la cantidad de proteínas y vitaminas que contiene. La recomendación es comprar y consumir en locales establecidos que respeten la normativa vigente, y elegir locales con sello azul de Sernapesca, de modo de apoyar la sustentabilidad de los recursos hidrobiológicos.