Durante el verano se producen más casos de Hantavirus que en invierno, ya que las personas salen de vacaciones a zonas rurales, visitan cabañas que han permanecido un largo tiempo sin ocupar y se generan más trabajos agrícolas de temporada, por lo cual, aumenta el riesgo o exposición de la comunidad. Lugares en los cuales pudo haber deambulado el ratón de cola larga.
Los casos de Hantavirus, en la Región del Maule, en el presente año, ya son tres. Los mismos tres casos que ocurrieron durante el año 2021. En el periodo 2022, fueron cinco casos y en el año 2023, se dieron seis casos.
A raíz de lo anterior, Gloria Icaza, Seremi de Salud Región del Maule, señaló que:
“Tenemos que hacer prevención, la ciudadanía tiene que conocer las maneras de prevenir el Hantavirus y esto tiene que ver, por ejemplo, en ir a camping autorizados y usar sus senderos que se proveen para aquello”.
Agregó que “el roedor, generalmente es silencioso y no lo vemos y nuestra preocupación va porque sus heces, su saliva, los fluidos del ratón son los que contienen el virus. Por lo mismo, tenemos que guardar muy bien la basura en los lugares que están provistas para aquello o traerla de vuelta a la ciudad y dejarla para su retiro domiciliario”, concluyó Icaza.
Entre las personas que están más expuestas, y en mayor riesgo de contraer este virus, encontramos a las y los trabajadores agrícolas, forestales y de aserraderos, a las personas que trabajan en áreas rurales o quienes hacen picnic o acampan al aire libre o en zonas de camping, que a veces no se encuentran desmalezadas. Además, de las personas que pernoctan en cabañas o lugares que han permanecido cerrados por mucho tiempo y finalmente, las personas que realizan actividades de limpieza en el campo.
Las principales causas de contagio no solo van por la línea de contacto directo con el ratón infectado para contraer la enfermedad, ya que, el ratón elimina el virus por la orina, heces o saliva y la transmisión al ser humano es fundamentalmente a través de la vía respiratoria.
La Autoridad Sanitaria, advierte que la enfermedad se transmite por: Respirar aire contaminado con heces, saliva u orina de un ratón infectado. Ingerir agua o alimentos contaminados con heces, saliva u orina de un ratón infectado.
¿Cuáles son los síntomas?
Inicialmente, las manifestaciones son muy parecidas a un cuadro gripal, por lo tanto, se aconseja informar al personal de salud, que está atendiendo a la persona enferma, que esta o estuvo de vacaciones o ha realizado actividades de picnic.
Fiebre alta, Dolores musculares intensos, Dolor de cabeza, Decaimiento, Dolor abdominal, a veces con náuseas y vómitos, que duran 3-5 días. Además, la persona, puede presentar: Tos, dificultad respiratoria llegando rápidamente a una falla respiratoria severa y shock cardiovascular.
A diferencia de la gripe, en la fase inicial de la infección por hantavirus es infrecuente el dolor de garganta y la secreción nasal.
Medidas para prevenir el contagio:
• No ingresar en habitaciones o recintos que hayan permanecido cerrados por algún tiempo, limpiarlos con agua clorada y ventilarlos durante al menos 30 minutos.
• Mantener las malezas y pastizales cortados a ras de suelo, despejado de desechos y escombros en un radio de 30 metros alrededor de las instalaciones.
• Selle con planchas de lata, pegadas y clavadas, con cemento u otro material las aberturas que tengan un diámetro igual o mayor a medio centímetro, en escuelas, viviendas, galpones y bodegas.
• Mantenga medidas generales de higiene en su cocina y utensilios. Guardando los alimentos en recipientes cerrados y no deje restos de comida sobre mesas, muebles, pisos, etc.
• Guarde la basura en recipientes con tapa. Si no hay recolección de basura, entiérrela a 50 centímetros de profundidad y a 50 metros de la vivienda. Si detecta presencia de roedores.
• Si presenta síntomas de gripe fuerte y repentina, busque atención médica e informe que ha estado en lugares de riesgo.
En nuestro país, el Hantavirus presenta casos desde la región de Coquimbo hasta la región de Aysén. La letalidad es cercana al 60 por ciento en sus inicios, ha disminuido alrededor de 40 por ciento en los últimos cuatro años, producto del mayor conocimiento de la enfermedad, mejor capacidad de diagnóstico y la instauración de tratamiento precoz.