Un llamado al Gobierno a presentar e implementar en el más breve plazo posible un plan maestro para la reactivación económica de Licantén, comuna que no sólo se vio afectada por dos graves inundaciones hace algunos meses, sino que también por el cierre de la planta de celulosa Arauco que por décadas funcionó allí, formuló la Senadora por el Maule, Ximena Rincón González, quien recalcó que esa comuna se vive una crisis social y económica de proporciones.
“Nos preocupa y nos duele la lentitud del gobierno para abordar multidimensionalmente la tragedia social y económica que se vive en Licantén, donde a más de dos meses de la última inundación y el cierre indefinido de la planta de celulosa, no hay ninguna propuesta ni plan maestro para levantar la economía de la comuna costera. Es preocupante la falta de propuestas de este Gobierno para una economía que está en el suelo, sin agricultura y sin una industria que era clave para un alto porcentaje de sus habitantes”, aseguró la parlamentaria.
Añadió que en el país ha habido situaciones similares y que los gobiernos de turno, con errores y aciertos, propusieron planes especiales para evitar que diversas comunas vivieran una crisis social que, si se profundizaba, sería imposible de controlar. “Lo vimos, por ejemplo, en Lota, donde se impulsó un plan de reconversión, que tuvo falencias, pero que demostró que había un Gobierno preocupado por esa comuna y sus vecinos y vecinas o, más recientemente, vimos como Santa Olga se levantó con una intervención del Estado potente, no sólo en materia de vivienda. Eso esperamos ahora, que el Gobierno reaccione y entienda que no basta sólo con un aporte en materiales para recuperar casas o enseres, sino que se requiere una intervención planificada, profunda y que demuestre interés por el drama que se vive en Licantén”, planteó la legisladora.
Agregó que junto al concejal Víctor Saavedra han estado en diversos sectores de la comuna, lo que le permitió constatar la enorme preocupación que existe entre vecinos y vecinas que ven que pasan los días sin ayuda para agricultores, comerciantes ni para todas las personas que perdieron su fuente laboral, producto del cierre de la planta de celulosa.
Al respecto, el edil licantenino planteó que ahora, dada la situación con la celulosa y la agricultura, debe existir una decisión política para invertir en turismo y aprovechar el inmenso potencial de la comuna para esta actividad económica y así posibilitar una reactivación más rápida y efectiva.