La Superintendencia de Salud, a través de entidades acreditadoras privadas, ha reacreditado en los últimos 4 meses a un total de seis hospitales de la red de atención maulina, instancia que busca principalmente entregar seguridad en la atención y trato digno a los pacientes.
Nicolás Ochoa, Jefe de la Unidad de Acreditación del Departamento de Aseguramiento de la Calidad de la Dirección del Servicio de Salud Maule, informa al respecto que actualmente los 13 hospitales de la región se encuentran acreditados, pero deben solicitar la reacreditación cada tres años, ya que se establecen exigencias incrementales.
“Y qué es lo que se pide en la acreditación. Principalmente son dos pilares de la Calidad: por un lado, que las prestaciones sean seguras y que cada vez haya un mejor trato hacia los pacientes que nosotros atendemos en nuestros establecimientos de salud”, indica el profesional.
Los hospitales señalados son: Santa Rosa de Molina, Curepto y Benjamín Pedreros de Chanco que obtuvieron su 2ª reacreditación en diciembre del 2022; hospital de Linares, General Carlos Ibáñez del Campo, que logró su 3ª reacreditación, también en diciembre pasado; A su vez, el hospital de Parral consiguió su segunda reacreditación en enero de este año y el hospital de Licantén lo acaba de obtener en marzo (2ª reacreditación).
En este sentido, Ocho explica que la acreditación de los establecimientos es importante, ya que corresponde a la cuarta garantía de régimen general de Garantías Explícitas en Salud (GES) que establece que el Estado se compromete a cumplir: Acceso (donde se atiende el paciente); Oportunidad (que se resuelva su necesidad de salud cuando el paciente lo requiera); Protección Financiera y Calidad.
Esta última implica que las prestaciones serán otorgadas por prestadores individuales, profesionales y técnicos que estén registrados como tal en la Intendencia de Prestadores de la Superintendencia de Salud y que todos los establecimientos donde se otorgue este tipo de prestaciones con GES estén acreditados, ya sea establecimientos privados o públicos.
A esto añadió que el rol del Servicio de Salud Maule en este macro proceso de acreditación es supervisar, lo que implica controlar que estos procesos avancen en los establecimientos y asesorar al equipo de salud local, tanto en los hospitales como en la APS.
Para lograr esta acreditación se miden 9 grandes áreas durante el proceso y de acuerdo a la complejidad del establecimiento. Estos estándares son dignidad del paciente, gestión de calidad, gestión clínica; acceso, oportunidad y continuidad en la atención; mantenimiento de equipos clínicos (desfibriladores, ambulancias, etc.), mantenimiento de instalaciones (redes de gases, techos, ascensores, etc.), registros, como fichas clínicas; recursos humanos, profesionales y técnicos de la salud (registrados en la Superintendencia de Salud y Seguridad Laboral) y servicios de apoyo que cuenten con los respectivos protocolos, como esterilización, anatomía patológica, laboratorio clínico y kinesioterapia.