Mientras que los sectores socioeconómicos altos (AB, C1A y C1B) crecieron en un 4,3% entre los años 2017 y 2022 y los sectores medios en un 4% (C3 y C2), los más vulnerables (D y E) disminuyeron en un 8,3% en proporción al total de la población.
Es la principal conclusión de la actualización del modelo de clasificación socioeconómica (GSE) de Chile, que se presentó en el seminario “GSE de Chile: Un país que cambia”, organizado por la Asociación Nacional de Avisadores, ANDA, con la colaboración de la Asociación de Investigadores de Mercado y Opinión Pública, AIM.
El modelo de GSE se basa en la Encuesta CASEN y la Encuesta de Presupuestos Familiares, ambas desarrolladas por el Estado, y considera el ingreso per cápita equivalente de los hogares, además del nivel educacional y la ocupación del principal sostenedor del hogar.
Los datos recogidos por el modelo y que expuso Carolina Cuneo, directora de AIM, muestran que, además, se han incrementado los hogares C2, C3 y D con educación superior entre 2017 y 2022 (aumento de 4%, 3% y 2%, respectivamente), así como el acceso a banda ancha (incremento de 8% en C2, 11% en C3 y 12% en D), en tanto ha disminuido la proporción de trabajadores no calificados (-2% en C3, -4% en D, -9% en E, C2 se mantuvo igual).
Por otra parte, se observa una tendencia hacia los hogares más pequeños y con menos hijos, que muestra que los hogares unipersonales pasaron de 8% en 2017 a 11% en 2022 en el segmento E, de 16 a 17% en el D, de 15 a 20% en el C3, de 17 a 22% en el C2, de 18 a 20% en el C1B, de 16 a 24% en el C1A y de 24 a 33% en el AB.
En cuanto a los hogares con hijos, en el grupo E disminuyeron de 77% en 2017 a 75% en 2022, mientras que en D pasaron de 62% a 60%, en el C3 de 63% a 59% y en el C2 de 60% a 56%.
En el evento, la subsecretaria de Evaluación Social, Paula Poblete, destacó la importancia de CASEN, pues “cumple una función pública como insumo muy relevante para la política pública, pero también tiene una función privada a propósito de la utilización que hace AIM de esa información. Ahí tenemos hartos desafíos desde el gobierno para caracterizar a las personas y poder llegar con la política pública más adecuada y, por otro lado, desde los privados, conocer quiénes son sus consumidores”.
La autoridad destacó que existe una demanda hacia el Estado de mayor apoyo por parte de los grupos más carenciados, con una complejización de las vulnerabilidades, la aparición de nuevos grupos prioritarios y una demanda por mayor igualdad, que constituyen desafíos prioritarios para la política social.
Fernando Mora, presidente de ANDA, valoró que “los datos muestran que Chile va disminuyendo la proporción de hogares más vulnerables, lo que es una buena noticia, pese a que aún persisten brechas importantes y un estado de ánimo más bien alicaído. Desde ANDA, creemos que darle una mirada al contexto para saber qué está pasando con los chilenos es muy importante y valoramos mucho el esfuerzo de la AIM por entregar información de valor y confiable, así como la sinergia entre el sector público y el privado para conocer verdaderamente a quienes viven en Chile”.
Percepción crítica
Pese a los avances que muestran las cifras, existe entre la ciudadanía una percepción crítica respecto del avance y progreso del país y su economía, de acuerdo con el informe “Los chilenos hoy: Percepciones y hábitos en años de crisis”, de Activa, presentado también en este seminario.
Es así como el 52,6% de la población estima que la economía es mala o muy mala y un 33,4% piensa que el país está en retroceso. Este dato coincide con el informe de los GSE, que muestra que todos los segmentos socioeconómicos del país consideran que Chile está en decadencia, siendo el grupo C3 el que tiene la percepción más alta, alcanzando un 67%, mientras que el grupo ABC1A tiene un 58%.