“Hay zonas en que la fruticultura está parada, no hay cosechas ni embalaje de fruta, siendo que estamos en plena temporada”. Así lo dice el presidente de Fedefruta Jorge Valenzuela a dos semanas de la Catástrofe Agrícola, tiempo en que los daños de las lluvias en los cultivos se han exacerbado por un avance agresivo de la pudrición y enfermedades fungosas en la fruta, a causa de bajas temperaturas en febrero y la alta humedad en los campos. Esto, al día de hoy, ha llevado a por lo menos triplicar las pérdidas de los productores, según el gremio.
“Las lluvias, en una primera etapa, provocaron daños de partidura, caída de fruta, de árboles y parrones, y eso se cuantificó en 150 millones de dólares. Pero conforme han pasado las semanas el daño en la fruta ha aumentado muchísimo”, comenta Valenzuela. “La pudrición y los hongos han avanzado de una manera tal, por la humedad alta y las temperaturas de los días posteriores, que en este minuto la uva de mesa no se está cosechando en la zona central, ni siquiera se está embalando”.
Con la información que Fedefruta ha recogido de reuniones con consejeros y productores, se proyecta que la pérdida en uvas de mesa blancas sea entre un 70% y 80% de la producción, desde la zona centro hacia el sur, y en uva roja, cerca de un 30% de las cosechas, “aunque aquella estimación está en veremos, dependiendo de cómo se siga comportando el clima”, afirma el presidente del gremio. Sin embargo, “todas las variedades están dañadas, incluso algunas más tardías como Red Globe, Crimson y Autumn Royal”.
El Valle del Aconcagua, en la Región de Valparaíso, ya reporta un 42% menos de producción a causa de esta catástrofe agrícola, en comparación al mismo período de 2020. Mientras, en la Región de O’Higgins, no hay certeza sobre cómo se van a cosechar variedades como Scarlotta, Crimson y Red Globe, “y hoy sería muy optimista pensar que podremos cosechar un 30% o 40%”, considera.
Rescate
“El rubro se quedó sin capital de trabajo, no hay cómo cumplir con los compromisos de esta temporada, ni cómo iniciar la próxima, mientras no haya un paquete financiero de ayuda específica para los productores, por lo que necesitamos un rescate del sector frutícola”. Eso es lo que concluye Jorge Valenzuela, cuyo gremio considera que las medidas de apoyo deben ser reforzadas y ampliadas a todos los fruticultores que reporten pérdidas que comprometan sus empresas.
“Las medidas están enfocadas a productores muy pequeños, cuando también hay muchísimos afectados que quedan al margen de alguna ayuda”, finaliza el presidente de Fedefruta. “Estamos trabajando para proponer un Fopage Frutícola, con una flexibilización de los requisitos para optar al instrumento, mayores garantías del estado como aval, años de gracia, etc.”.