La ley N° 20.084 que contempla un Sistema de Responsabilidad de los Adolescentes por infracciones a la ley penal, data del año 2005 y sigue un claro mandato del Derecho Internacional de los Derechos Humanos, contenido en tratados Internacionales ratificados por Chile. De éstos, el más importante es la Convención Internacional de los Derechos del Niño, que contempla en el Párrafo 2° del título II, artículos 29 y 30, una obligación para el Estado de Chile.
Esa obligación es la especialización y en palabras de la propia ley citada, obliga a los jueces de garantía, los jueces del Tribunal Oral en lo Penal, a los fiscales y a los defensores a estar capacitados en la materia.
En Talca esa especialización que propone, y al mismo tiempo obliga la ley 20.084, se ha hecho carne con una buena práctica que va más allá de lo que se ha hecho en la mayoría del país en la materia.
En efecto, autorizado por la Ilustrísima Corte de Apelaciones de Talca, se ha comisionado a un juez con competencia casi exclusiva a adolescentes, existiendo una sala especial que se ha mantenido largos años, generando jurisprudencia y una preocupación especial por los jóvenes maulinos que han tenido causas pendientes con la justicia penal.
Tal sala especializada sólo tiene parangón con lo que sucede en el Centro de Justicia en Santiago, en la que hay tres salas especializadas que conocen sólo causas de adolescentes.
Este nivel de compromiso de la región del Maule ha permitido gestionar con particular éxito las causas de adolescentes y la etapa quizás más decisiva de este tipo de causas, como es su etapa de ejecución, comprendiéndose de manera cabal su contenido esencial resocializador y por ello
respondiendo adecuadamente al mandato legal de una prevención especial positiva de la sanción.
Esa sala, además, se las ha arreglado para generar y patrocinar un seminario internacional que ya lleva varios años realizándose en la región, en que se abordan los temas de esta especialidad que ya ha cobrado bastante prestigio a nivel país.
Es por lo anterior que me gustaría destacar este esfuerzo que naturalmente debe ser replicado por otras regiones del país, porque lo bueno siempre es digno de ser imitado.