El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ha dado un importante paso en la protección de las fronteras del país con la incorporación de dos cachorros, Morro y Ross (4 y 5 meses), a su Brigada Canina. Estos jóvenes canes, donados por ChileCarne, han comenzado su intensivo proceso de formación, que les permitirá convertirse en piezas clave en la detección de productos de riesgo en los puntos de control fronterizo.
El entrenamiento de estos nuevos integrantes es un proceso exhaustivo y exigente. Durante tres meses, Morro y Ross aprenderán a identificar más de 40 olores específicos de productos de riesgo, como frutas, carnes y otros elementos que podrían portar plagas o enfermedades dañinas para nuestra agricultura. Este riguroso programa de formación se estructura en tres fases clave: Cobro Básico, donde los perros asocian olores específicos con recompensas en un entorno controlado; Cobro Dirigido, en el que identifican esos olores en situaciones más complejas y variadas, como equipajes y vehículos; y finalmente, Simulación de Detección, que los prepara para enfrentar escenarios reales de trabajo en puntos fronterizos, asegurando que estén completamente capacitados para detectar y señalar productos de riesgo en cualquier contexto.
«Estos cachorros no solo son entrenados para detectar amenazas, sino que se convierten en los primeros guardianes de nuestra frontera,» afirmó José Guajardo Reyes, Director Nacional del SAG. «Su capacidad para identificar productos de riesgo es crucial para mantener la sanidad agrícola de Chile, y su labor no puede ser subestimada.»
Una vez completado su entrenamiento, Morro y Ross se unirán a otros miembros de la Brigada Canina del SAG, que desde 2005 ha sido una línea de defensa esencial en los puntos de entrada al país, como aeropuertos, puertos y pasos fronterizos terrestres. Con una efectividad superior al 80%, estos canes detectores son capaces de realizar inspecciones rápidas y precisas, asegurando que ningún producto no autorizado cruce las fronteras chilenas.
«Cada día, nuestros perros demuestran su valor y compromiso en la protección de nuestras fronteras,» agregó Guajardo Reyes. «Estamos seguros de que Morro y Ross seguirán esta tradición y se convertirán en elementos clave en nuestra misión de mantener a Chile seguro.»
Además de su entrenamiento intensivo, estos canes reciben un cuidado integral que incluye atención veterinaria especializada, una dieta equilibrada y un entorno que fomenta su bienestar físico y emocional. Este enfoque holístico asegura que los perros no solo estén en óptimas condiciones para su trabajo, sino que también disfruten de una buena calidad de vida durante y después de su servicio. La dedicación y el esfuerzo invertidos en ellos reflejan la importancia que el SAG otorga a la protección de las fronteras y a la preservación de la sanidad agrícola del país.