Emprender desde el corazón es una de las alternativas que toda persona tiene a la hora de pensar en su futuro. Y es precisamente el núcleo central de las historias de emprendedores maulinos que hoy les presentamos con la campaña de empatía Prefiero el Maule y el portal web El Maule Informa.
Alan Moisés cuenta que su empresa de turismo sustentable se llama Millangërü que en mapudungun significa zorro plateado. “Eso viene porque yo de muy chico tengo una gran habilidad para la montaña y me ubico muy fácilmente. Nunca me pierdo. Me decían que era como un zorro que siempre llegaba. Y con el paso del tiempo mi pelo fue encaneciendo, por lo que mi mujer me dijo que la empresa tenía que llamarse zorro plateado. Y se nos ocurrió zorro plateado en mapudungun”, explica.
Millangërü Expediciones nació en 2018 y es “una empresa del Maule que operamos todos los destinos de turismo aventura de la región, como Paso Internacional Pehuenche, Radal Siete Tazas y muchos otros. Somos una empresa familiar en la cual soy el CEO y fundador, y trabajo con mi mujer”.
Agrega que “somos guías especializados en turismo aventura. Realizamos todo tipo de actividades como escalada deportiva, montañismo, travesías, expediciones, trekking y esquí Randonnee”.
Pero, la empresa va más allá del turismo pues ha creado una ecobrigada ya que “estamos comprometidos con el hecho de proteger esta zona que está siendo intervenida por este turismo masivo y que no tiene conciencia ambiental. Somos monitores de No deje rastro y también estamos intentando profesionalizar el área turística en la región del Maule”.
La idea es que “las personas entiendan que la contratación de un guía de turismo no es un gasto sino que una inversión para que el destino se mantenga y no sea impactado negativamente por la actividad humana”.
Alan apunta que “la Ecobrigada Paso Pehuenche que fundamos, en cierta temporada hace educación ambiental. Cuando vemos personas que están comiendo un asado a la orilla de la carretera vamos con una bolsa para que se lleve la basura, le entregamos la educación pertinente, no los 7 principios de No deje rastro, sino que le entregamos tres que son básicos”.
El primero es respetar a la flora y a la fauna, “esto quiere decir que nosotros no podemos alimentar a la fauna, tenemos que respetar la flora, lo que significa que vamos a caminar por los senderos habilitados, para que en la montaña queden solamente nuestros pasos.
El segundo principio y el más importante es que “tienen que llevarse su basura, porque si no lo hace, queda un fuerte impacto”.
Y el tercer principio es que “hay que respetar a los demás visitantes, es decir, respetar los horarios de subida y bajada, que la carretera esté en óptimas condiciones y si tiene que portar cadenas que lo haga y que le hagan caso a las disposiciones de las autoridades del Paso Internacional, Vilches y los destinos más importantes”.
Sobre sus inicios, indica que “decidí emprender en algo que me maravillaba. Caminar en la montaña, escalar y esquiar es algo de lo mejor que me ha pasado en la vida. En algún minuto dije que voy a trabajar en lo que yo amo y no en lo que no me hace vibrar el alma”.
“Ahora ya tenemos empresas asociadas para poder, por ejemplo, capacitar a los guías turísticos del Maule en base a la misma visión que he mencionado: hacer entender a la gente que no todos van a ser médicos, abogados o ingenieros, sino que emprendedores como yo podemos generar trabajo y estas instancias de poder contar y conversar nuestra historia de emprendimiento. Que más personas se maravillen con lo que uno hace que es conservar y preservar la zona en que trabajamos”, señala.
Alan recalca que “tenemos servicios turísticos con los mejore estándares de seguridad y calidad de la región y nos estamos posicionando de a poquito como una región donde hay mucho turismo aventura que esperamos que tanto chilenos como extranjeros puedan venir para acá. Este año estamos mirando a Brasil porque el turista brasileño llega a Santiago y sube a Farellones, pero está un poco cansado de lo mismo. Nosotros estamos a dos horas, tenemos la última nieve del año y muchas otras atracciones”.
Para el futuro, espera “posicionarnos como un operador que recibe y emite turistas, posicionarnos a nivel internacional, recibiendo turistas brasileños y europeos en la temporada invernal, desarrollar las actividades fuera de pista en la Laguna del Maule, impulsando otros formatos, tenemos arrendamientos, capacitaciones, guías. Esperamos que todo Chile venga para acá a conocernos para que puedan vivir una experiencia única en el Maule”.
Concluye explicando que “tenemos agenda abierta todo el año, por lo que los interesados nos llaman, nos da una fecha y tenemos un abanico de posibilidades. Acomodamos nuestros tiempos a las necesidades de nuestros clientes”.
Instagram: @millangeruexpediciones
Facebook:@millangeruexpediciones
WhattsApp: +56959238120
Ropa con tradición de tres generaciones
Bea Frías explica que su emprendimiento nace porque su mamá y su abuela de dedicaron a hacer ropa para niños desde la década de los 50 en adelante, pasando la tradición por tres generaciones. “Cuando mi abuela falleció sus nietas -yo y mi hermana Claudia- asumimos su tarea, seguimos armando este negocio. Es un estilo súper clásico. Trabajamos con costureras del Maule. Todo se diseña y corta en Talca y nos encargamos de llevar el material a las costureras para que ellas armen el producto en sus casas”.
Eso, porque “nos gusta que este trabajo sea compatible con la maternidad y la familia. Damos trabajo hoy a diez costureras entre Talca y Curicó y todo hecho cien por ciento a mano, con bordados y todos los detalles a mano”.
El emprendimiento lleva ya diez años y han ido creciendo con una tienda que abrieron en el Pueblo del Inglés, en Santiago, además de vender online.
Lo que también ha ido evolucionando son los tamaños pues al principios solo era ropa para bebés, pero a medida que los hijos han ido creciendo también lo ha hecho la ropa hasta llegar ahora a los 8 años que es la edad de su hija mayor. Los diseños también se han ido actualizando pero “en una línea que recuerda la niñez que tuvimos nosotros. Te recuerda esa niñez de barrio, con abuelas, con amigos. Han ido cambiando las telas por otras más entretenidas, con bordados, estampados, etc.”.
Agrega que al fallecer su abuela encontraron entre sus cosas revistas de diseños de los años 60 de donde ella sacaba ideas para inspirarse. Nosotros lo hacemos por internet pero en esa época eran las revistas de moda de Europa. Lo curioso es que son los mismos géneros que nosotras habíamos comprado antes de ver esas revistas. Es increíble como la moda va volviendo”.
En este sentido, hoy trabajan con algunas de las mismas costureras que tuvo su abuela o bien hijas o nietas de ellas con lo que de alguna manera se mantiene la misma mano y el mismo carisma.
Para el futuro “queremos seguir dando trabajo en Chile. No nos interesa agradarnos a China. Nuestro objetivo principal es que este trabajo sea compatible con la maternidad y poder mantener este oficio tan tradicional que se está perdiendo. Una de nuestras costureras es una ex monjita que aprendió a bordar en el claustro y que borda con una delicadeza increíble. Otras tienen gran habilidad para la actividad. Ellas son muy importantes para nosotros”.
Apunta que “la mayoría de las mujeres que trabajan con nosotros tienen alguna situación de vulnerabilidad. Por eso, somos muy cercanas. Yo soy cientista familiar y tengo la posibilidad de aconsejarlas y ayudarlas de diferentes maneras. Nuestro trabajo tiene un fuerte sentido social”.
Instagram: @beafrias.cl
www.beafrias.cl