Por estos días el Parlamento discute la modificación de la ley N°19.419, que regula actividades relacionadas con el tabaco, y el Código Penal, para proteger las playas de mar, de río o lago, de la contaminación con colillas de cigarrillo. Sobre este tema, el investigador de la Universidad Católica del Maule (UCM), Rodrigo Morales Vera, junto a la estudiante de la Escuela de Ingeniería en Biotecnología del plantel, Javiera Herrera, se refiere en entrevista, a la gravedad del actuar irresponsable de las personas que fuman y no se preocupan de eliminar adecuadamente las colillas de cigarro.
¿Cómo impactan al medioambiente las colillas de cigarro que desecha la gente fumadora?
Se estima que alrededor de 5 billones de cigarrillos son desechados al año, siendo el desecho humano más común en el mundo, por lo que el daño al ambiente es bastante severo. Las colillas liberan diversos compuestos tóxicos como arsénico, nicotina, hidrocarburos aromáticos policíclicos, alquitrán, metales pesados, entre otros, los cuales permanecen durante varios años en la zona afectando a las diversas especies de nuestro planeta, incluyendo al ser humano.
¿Qué tan grave es a su juicio este tema?
Es un tema no menor, este desecho puede encontrarse en todo el mundo, sin discriminación. Por lo tanto, varios ecosistemas a la vez se ven afectados. La mayoría de las colillas de cigarrillo, están hechas de fibras de celulosa de acetato un tipo de plástico, el cual pueden demorar hasta 12 años en degradarse, y considerando la cantidad de fumadores en el mundo, el problema solo se hace más grave.
¿Es mayor el daño que provocan al ser tiradas en las playas cerca del mar, rio o lagos?
El daño definitivamente es bastante grande en estas zonas, ya que por la naturaleza soluble del agua los compuestos tóxicos de las colillas de cigarrillo comienzan a liberarse en menor tiempo, pudiendo permanecer 10 años en la zona. Existen estudios que han determinado toxicidad severa para diversos organismos de agua, cladoceran o pulgas de agua dulce y bacterias marinas. Sin embargo, las colillas no sólo contaminan las aguas, estas también son ingeridas por los distintos peces y organismos del lugar, y dependiendo de la cantidad se han determinado intoxicaciones severas a los peces.
¿Qué importancia tiene que se legisle en esta materia en Chile?
Siendo Chile un país con un gran porcentaje de población fumadora, es de gran importancia que exista una legislación sobre ello, con el fin de reducir este contaminante. Sin embargo, también es importante crear conciencia real del daño que producen las colillas en el ambiente, a través de programas de educación para disminuir la libre disposición de este tipo de residuos en lugares no autorizados. En la actualidad es normal ver a los fumadores eliminar sus colillas en el suelo de parques, plazas, calles, playas, ríos, sin conocer el verdadero efecto que está generando en su entorno.
¿Cuál es el llamado que hace a la comunidad en este sentido?
Se llama a crear conciencia del daño que causa este desecho, que sepan que existen otras alternativas, como lo son los filtros biodegradables que si bien siguen causando un impacto en ambiente, es menor al ser comparado con las colillas convencionales. Por otro lado, se hace un llamado a los fumadores a por lo menos descartar sus colillas de cigarro en basureros y lugares autorizados para ello.
¿Qué experiencia investigativa tiene en relación a este tema?
Nosotros con Javiera Herrera, estudiante de Ingeniería en Biotecnología de la UCM estamos estudiando la degradación de distintas marcas comerciales de colillas de cigarro utilizando hongos y bacterias. Por lo anterior, Javiera acaba de ser finalista en un concurso de innovación en esta temática. Por otro lado, además de disminuir el efecto de este residuo, estamos investigando alternativas de reutilización o reciclaje fomentado así la economía circular.