El reciente sondeo del Centro de Estudios Públicos (CEP) correspondiente a marzo-abril 2025 encendió las alarmas y abrió un enorme signo de interrogación sobre el futuro presidencial del país: un 52% de los consultados no tiene aún una preferencia clara. Evelyn Matthei lidera la encuesta con un 15%, seguida por José Antonio Kast con 11%, pero el dato más relevante no está en quién va primero, sino en el votante que todavía no se siente convocado por ninguna de las candidaturas en disputa.
Para Rodrigo Durán Guzmán, académico, especialista en comunicación estratégica y política, el gran desafío de este ciclo electoral no será quién grite más fuerte, sino quién logre sintonizar con “el votante de centro, desmovilizado, sin militancia activa, que observa con distancia – y a veces con decepción – a la política tradicional”.
“Ese 52% representa un Chile silente, que no se identifica con los extremos ni con el mundo partidario clásico. Las campañas que quieran llegar a ese electorado deberán construir un relato cercano, creíble y con propuestas que le hablen al bolsillo, al empleo, a las oportunidades, a la seguridad y a la dignidad cotidiana”, sostiene el experto y académico.
¿Qué hacer mientras la izquierda define su primaria?
El momento es estratégico. Mientras el oficialismo hará primarias como mecanismo para definir a su representante, las candidaturas de la derecha y el mundo independiente tienen una oportunidad de oro para posicionarse ante ese Chile indeciso. Pero no basta con ocupar el espacio: hay que saber cómo ocuparlo.
A juicio de Durán, Evelyn Matthei, con su experiencia municipal y alta visibilidad, “debería enfocar su campaña en proyectar gobernabilidad, equilibrio y sentido común, características bien valoradas por los sectores de centro. Sin embargo, necesita diferenciarse del discurso más duro de la derecha sin alienar al electorado tradicional de Chile Vamos”.
En cuanto a José Antonio Kast, Durán explica que enfrenta el desafío de moderar su mensaje sin perder identidad. “Su perfil más ideológico lo limita ante los votantes moderados, por lo que ampliar su marco discursivo hacia temas sociales y económicos con foco ciudadano podría ser crucial”.
Consultado por Johannes Kaiser, el experto indica que “con un nicho consolidado en redes, debe decidir si seguirá jugando el rol de opinólogo provocador o si quiere instalarse como opción seria. Para ganar terreno en el centro, necesita pasar del comentario al proyecto de país”, indica Durán.
Por último, el caso de Franco Parisi sigue siendo una incógnita electoral. “Su mayor activo es su outsiderismo, pero si no logra demostrar presencia territorial y consistencia programática, el capital que tiene en redes podría diluirse”, explica Rodrigo Durán Guzmán.
El experto en comunicación estratégica y política afirma que “la gente ya no vota sólo por carisma o rebeldía. El votante indeciso está cansado de los personalismos vacíos. Quiere certezas, quiere propuestas viables, y quiere saber que el próximo gobierno va a mejorar su vida real, no sólo ganar peleas simbólicas en redes sociales”, agrega.
¿Quién tiene más opciones de conquistar al 52%?
Si las elecciones fueran hoy, ninguna candidatura tiene asegurado ese voto mayoritario e indeciso. No obstante, hay señales de que Matthei podría tener una mejor proyección hacia el centro, siempre que logre consolidar una imagen de liderazgo sensato y transversal. Kast, en cambio, deberá resolver cómo crecer más allá de su base dura sin desdibujarse.
“Matthei tiene la ventaja de la experiencia y del reconocimiento. Pero aún no conecta emocionalmente con ese Chile que no milita ni marcha, pero sí vota cuando siente que hay algo en juego. Ahí está su desafío. Si lo logra, puede convertirse en una candidata mucho más competitiva de lo que hoy reflejan las encuestas”, concluye Durán Guzmán.