Hace un par de semanas les contamos que las lluvias y la acumulación de nieve, caídas durante el invierno de 2022, en las diferentes cuencas de la región del Maule, dieron una luz de optimismo a los regantes. Sin embargo, a pesar de los buenos pronósticos la situación hoy se presenta compleja, lo que ha llevado a tomar medidas de emergencia para tratar que el déficit de agua no afecte tan gravemente.
Al respecto, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Maule, Carlos Diez, manifestó que “la condición hídrica que tenemos es compleja, ya son 14 años de sequía y las condiciones del clima han aumentado respecto a la temperatura, por lo que la capacidad de retención de nieve en la cordillera es muy baja. Lo que cayó en el 2022 se derritió demasiado rápido, los ríos cayeron a finales de noviembre, lo que es una consecuencia muy grave para el riego y a eso le debemos sumar, la poca capacidad de almacenamiento, ejemplo de ello, es que la Laguna del Maule está en un 25%, por lo tanto el aporte que hace es muy poco y con el convenio que tenemos con Colbún y Enel logramos ahorrar 224 millones que da el respaldo del riego”:
En esa misma línea Diez, agregó que “hoy en día utilizando toda el agua que tenemos en los ahorros más una parte de la Laguna del Maule, pensando en dejar algo para la próxima temporada, debido a que esta sequía va a seguir, la consigna que vamos a tener a partir de ahora en enero es un 55% de nuestros derechos y posteriormente bajaremos a un 50% al 31 de enero, febrero vamos a trabajar a un 45%, marzo 35% y en abril y 25%. Son consignas extremas, sabemos que es complicado, sabemos que esto va a dificultar el riego, pero estamos haciendo uso de toda el agua que disponemos y tratamos de repartirla lo mejor posible”.
Al ser consultado sobre qué consejo les daría a los regantes frente a este escenario, el presidente de la JVRM, indicó que “creo que debemos mejorar más en el cuidado del agua, poder distribuir lo mejor posible, trabajar asociativamente entre los regantes de aguas arriba y aguas de abajo. Es importante entender que debemos trabajar en turnos, no hay ninguna otra posibilidad dentro del reparto de agua y asumir que no hay más agua en el río, hoy tener un río con 80 m3/segundos es realmente catastrófico”.
Agregó que “hace muchos años que esta situación nos viene golpeando, por lo tanto hay que trabajar con mucha confianza que los sistemas de riego, tanto como las Juntas de Vigilancia, las asociaciones y las comunidades, están haciendo lo mejor posible por distribuir el recurso, y fundamentalmente, creer en los celadores, que son el ente importante que reparte el agua y confiar en los directores que están trabajando por sobrellevar de la mejor manera esta situación”.