El Congreso Nacional ha despachado el Proyecto de Ley de Presupuesto para el año 2025, y si bien esto puede sonar algo lejano o complejo, quiero en esta cadena nacional compartir con ustedes cuál va a ser el destino de estos recursos y cómo nos aseguraremos que cada peso invertido se traduzca en soluciones tangibles para las y los chilenos.
Y es que gobernar tiene sentido cuando mejoramos la vida cotidiana de ustedes, cuando se vuelve más seguro el viaje de ida y vuelta al trabajo, cuando niños y niñas pueden jugar sin miedo en sus barrios y plazas, cuando cuesta menos llegar a fin de mes y se puede comenzar a ahorrar o darse un gustito con la familia y los amigos, cuando una madre sabe que por fin sus hijos van a recibir la pensión de alimentos que les corresponde.
Por eso, como Gobierno, nos la jugamos por un presupuesto que está hecho para cumplir con Chile y sus necesidades. Las familias chilenas pueden estar tranquilas, porque con el Presupuesto 2025 las prioridades ciudadanas están bien atendidas. Me refiero a la seguridad, a la vivienda, a la salud y a la educación.
Al mismo tiempo, este presupuesto prioriza una gestión responsable y eficiente de los recursos del Estado, que son los de todos nosotros, cumpliendo con la política fiscal definida al inicio del Gobierno y elevando los estándares de transparencia.
Quiero valorar el diálogo y la búsqueda de puntos en común que, pese a las diferencias, permitieron la exitosa tramitación de este presupuesto en el Congreso. Desde el Ejecutivo incorporamos recomendaciones que nos hicieron, asumimos compromisos para facilitar este proceso y logramos entre todos sacarlo adelante.
En particular, destaco que la tramitación en el Senado haya permitido reponer recursos para áreas fundamentales para el desarrollo de nuestro país. Programas que son un orgullo nacional como Chile Crece Contigo debieran ser siempre parte de un acuerdo transversal y no una política pública que se pone en riesgo.
Existen diferencias legítimas que responden a distintas miradas del país, pero lo que está claro es que Chile no quiere retroceder en derechos conquistados. La ciudadanía espera que el país avance sobre lo que ya nosotros y las generaciones que nos antecedieron han construido, hacia un país más justo y más seguro. Y esto se consigue desde un debate que acoge las diferencias, pero con sentido de unidad y sin dar espacio a descalificaciones, a faltas de respeto, a peleas estériles que al final nada construyen.
En sintonía con las prioridades de las y los chilenos, este presupuesto consolida las prioridades del Gobierno que son las de ustedes, las tres seguridades: seguridad pública, seguridad económica y seguridad social.
En seguridad pública, como Gobierno, no hemos vacilado en poner los recursos donde se necesitan: prevenir el delito, fortalecer las policías, proteger nuestras fronteras, combatir el crimen organizado y el narcotráfico, y reforzar el sistema penitenciario.
Para seguir dando esta batalla, en 2025 vamos a disponer de más de $111.000 millones para ejecutar dos planes que han tenido buenos resultados, el Plan Nacional Contra el Crimen Organizado y el Plan Calles Sin Violencia. Para que se hagan una idea de lo que esto significa en concreto: una comuna, San Ramón. Allí hemos logrado recuperar 25 plazas, espacios públicos, y bajamos significativamente la tasa de delitos gracias al Plan Calles Sin Violencia y a la articulación de distintas políticas públicas. Lo que logramos en San Ramón lo podemos lograr en muchísimas comunas de Chile y en muchas estamos avanzando.
Y es que no vamos a cejar en esta cruzada para que nadie pierda un ser querido o sus bienes en manos de la delincuencia. Tendremos más policías al servicio de la ciudadanía, con 1.300 funcionarios adicionales de Carabineros y 243 nuevos funcionarios de la Policía de Investigaciones. Vamos a fortalecer su labor como lo hemos hecho antes, con la reposición de vehículos y nuevos elementos de protección personal.
Y es que, desde inicios de nuestro Gobierno hasta el 2025, habremos aumentado en un 12,6% el presupuesto con que cuentan Carabineros y la PDI para realizar su labor, después de años de cero crecimiento e incluso retroceso.
En prevención del delito estamos aumentando en casi un 30% los recursos, lo que nos permitirá consolidar el trabajo en terreno con los municipios para dar mayor seguridad a vecinas y vecinos, con trabajo en los barrios como lo hemos hecho, por ejemplo, en Pudahuel o en San Felipe con el Programa Somos Barrios o en La Cisterna con el Programa Lazos.
Fortalecemos también el control migratorio apoyando el funcionamiento a todas horas, 24/7, de los complejos fronterizos y aumentando significativamente el presupuesto del Servicio Nacional de Migraciones.
Y es que el ingreso de migrantes por pasos no habilitados ha disminuido un 45% entre el 2022 y 2024. Cuando llegamos las fronteras no estaban protegidas, considerando cada año hasta el mes de octubre y a partir de las denuncias y autodenuncias registradas.
En materia de cárceles vamos a iniciar la construcción de un nuevo recinto penitenciario de máxima y alta seguridad e implementaremos los inhibidores de señal telefónica en siete nuevos recintos.
Este presupuesto también incorpora fondos para enfrentar las emergencias a las que tan acostumbrados estamos como país, incendios, inundaciones, sequías que afectan especialmente a las familias más vulnerables. Para ello se requieren instituciones robustas y preparadas, y gente capacitada. Las autoridades tenemos que estar siempre alertas.
Si en 2024 fortalecimos sustantivamente a la Conaf, en 2025 es el turno de Senapred, que crecerá en recursos en un 30%, lo que nos permitirá en particular modernizar el Sistema de Alertas para Evacuación (SAE) para prevenir eventuales catástrofes, en especial aquellas que puedan cobrar vidas.
Chile es un país de mucho riesgo de desastres naturales y tenemos el deber de estar preparados. De hecho, este sábado, pasado mañana, estaré en Concón recibiendo un avión de gran capacidad, un súper tanker, para combatir incendios. Y en diciembre va a llegar un segundo avión de estas características para esta tarea. Ustedes ya los conocen.
Sin lugar a dudas, sabemos que Chile también necesita crecer a un mayor ritmo, con mayor dinamismo, con más energía y tenemos un inmenso potencial para lograrlo. Lo he visto en los emprendedores, en las pymes, en los empresarios. Y si bien hoy tenemos una economía que es más sana y dinámica que la que dejó la pandemia, como Gobierno no nos contentamos y queremos que el país crezca por sobre las proyecciones y de forma sostenible, que todos sintamos ese dinamismo, ese vértigo de crecer.
Para el 2025 hemos contemplado más de $3,8 billones para financiar obras públicas como el centro oncológico de Atacama, jardines infantiles y salas cunas en Las Cabras y Tucapel, o la creación de parques por sobre la carretera que divide la ciudad de Santiago.
Y nos estamos haciendo cargo de un problema que se ha esquivado por mucho tiempo, con un ambicioso proceso para dar coherencia y celeridad al proceso de tramitación de permisos para la inversión privada disminuyendo, de esta manera, los plazos y, así, haciendo mucho más rápida y eficiente la inversión.
Por ejemplo, estamos avanzando en tramitar en línea los permisos de edificación de obras y de autorizaciones sanitarias para locales de comida, y redujimos de casi seis meses a sólo 10 días la obtención de permisos que requieren los pequeños mineros para poder explotar sus faenas.
Chilenas y chilenos:
Como Estado debemos construir una vida más digna para cada familia de nuestra patria, en las ciudades y en los pequeños pueblos, ya sea en Antofagasta o en Putre, en Concepción o en Río Hurtado, en Punta Arenas, en Puente Alto, en Lanco, en Porvenir, en Coyhaique o en Temuco.
Tenemos que acelerar el acceso a la salud, asegurar que la casa propia sea un sueño posible, garantizar que niñas, niños y adolescentes reciban una educación de calidad en un ambiente seguro y amable, también para los profesores.
Como habíamos anunciado, este presupuesto incrementa los recursos del programa de inmunización para continuar con la campaña contra el virus sincicial, y así, salvar vidas de recién nacidos y lactantes, como lo logramos exitosamente este año.
También aumenta los fondos para seguir avanzando firmes con el Plan de Emergencia Habitacional, que por cierto, ya alcanzó su meta en la Araucanía y Magallanes, y que estamos pronto a cumplir en el Ñuble, Maule y Biobío. Hoy, justamente, estuve junto con el ministro Carlos Montes entregando viviendas en la comuna de Colina, donde 309 familias estaban cumpliendo el anhelado sueño de la casa propia en barrios integrados, dignos, con Cesfam, con servicios, con plazas. Eso es crecer con calidad.
Además, el 2025 la Beca de Alimentación BAES, que tan bien conocen los estudiantes, va a llegar a los $48.000, como me comprometí con las y los estudiantes de Chile. Cuando asumimos el Gobierno esta beca en $32.000 y no había tenido ningún reajuste en 10 años. Bien lo saben los estudiantes.
En salud estamos aumentando en un 68% los recursos para enfrentar el tremendo desafío que tenemos como país de bajar las listas de espera. Con esto buscamos realizar al menos 106 mil cirugías, tarea que constituye una prioridad para el Gobierno, y sabemos, para ustedes.
Además, estamos agilizando la atención. Para ello pondremos en marcha una nueva plataforma de gestión de tiempos de espera, incorporando inteligencia artificial y mejorando el flujo de información, de manera segura entre las distintas instituciones de salud.
Incorporamos mejoras a la atención de pacientes con cáncer junto a sus familias que requieren más apoyo del Estado. ¿De qué manera? Poniendo en operación el Registro Nacional del Cáncer en 2025. Con ello priorizaremos la resolución de listas de espera oncológicas y el Instituto de Salud Pública implementará un procedimiento para probar, de manera mucho más rápida, el uso de determinados productos farmacéuticos y biológicos, entre otras acciones.
Igualmente, estamos tomando medidas para contribuir a la sostenibilidad financiera de los Servicios de Salud y los hospitales, que sabemos no ha sido fácil y que también deberán realizar compromisos para poder mejorar su gestión.
Además, si los ingresos estructurales del sector público son mayores a lo presupuestado, se podrán destinar recursos extra para atender las listas de espera.
En educación, tan importante, acordamos medidas para seguir mejorando las condiciones y la calidad de la enseñanza en las escuelas y liceos del país, no sólo actualizando el currículum a los tiempos que corren, sino también fortaleciendo el Fondo de Infraestructura Educativa para que más estudiantes puedan estudiar en las mejores condiciones, como bien lo saben las y los estudiantes y toda la comunidad académica del Liceo Jorge Teillier de Lautaro o de la Escuela Municipal Pailimo en Marchigüe, donde estuvimos juntos con las comunidades educativas viendo la alegría de quienes tienen nuevos recintos para poder estudiar.
También reforzaremos los programas de convivencia educativa y salud mental, autorizaremos licitaciones plurianuales de la Junaeb para asegurar una distribución oportuna de los útiles escolares y aportaremos un mecanismo para apoyar el financiamiento del transporte escolar rural, sin dejar de lado ir mejorando la calidad de la comida que se sirve en los liceos y en los jardines a partir de la tremenda pega que realizan las manipuladoras de alimentos, a quienes aprovecho de agradecerles en esta cadena nacional.
Este presupuesto da continuidad, además, al proceso de desmunicipalización de la educación pública y destina financiamiento especial para fortalecer la gestión de los SLEP. Hemos estado abiertos a la evaluación del proceso y a poder recibir propuestas para mejorarlo, y hemos acordado ajustar el calendario de ingreso de nuevas comunas al sistema. Seguiremos avanzando a paso firme porque los SLEP ya están mostrando resultados positivos para la recuperación de la Educación Pública con mejores resultados en pruebas como el Simce.
En enero del 2025, además, que fue un acuerdo de este presupuesto, comenzará un trabajo de evaluación para mejorar el Sistema de Admisión Escolar. Entendemos que adaptarse al nuevo sistema no ha sido fácil para las familias y creemos que se pueden introducir mejoras, sin retroceder en modelos de selección escolar que sean arbitrarios y discriminatorios.
Por último, en materia educacional, quiero destacar que hemos logrado ir superando el rezago de los efectos que generó la pandemia en el sistema escolar. Cuando un niño o una niña abandona su colegio, como me tocó ver cuando entramos al Gobierno en el año 2022, afecta su aprendizaje, su desarrollo, su futuro y a toda su familia, y por lo tanto, les estamos fallando como país. En esto, hemos puesto acento y prioridad. De la última década, este año, el 2024, es el año con la tasa de desvinculación más baja de estudiantes vulnerables, quienes además tuvieron la mayor tasa de revinculación a sus comunidades escolares este año, lo que fue un trabajo muy dedicado.
Los SLEP, por cierto, fueron quienes más aumentaron la permanencia de sus estudiantes y quienes, además, como les contaba antes, más subieron sus resultados de aprendizaje en las asignaturas y niveles evaluados en el Simce del año 2023.
Pero avanzar hacia una vida más digna requiere también ser capaces de resolver ciertas deudas que habían sido postergadas por demasiado tiempo y que dejan a parte de la ciudadanía con una sensación de abandono e injusticia.
Por eso, necesitamos tener un nuevo Sistema de Financiamiento de la Educación Superior que reemplace el Crédito con Aval del Estado y que signifique un alivio al bolsillo de muchas familias que tuvieron que cargar con deudas injustas durante demasiado tiempo.
Además, vamos a pagar la “deuda histórica” a las y los profesores de Chile, respaldados en una propuesta que concitó amplio acuerdo entre ellas y ellos. Cuántos profesores y profesoras jubiladas me lo dijeron recorriendo el país: “No te olvides de la deuda histórica”. Hoy estamos cumpliéndoles.
Podemos, también, mejorar de una vez por todas las pensiones para las y los jubilados, ahora. Así se lo hemos propuesto al país y quiero instarlos a que terminemos lo que ya empezamos, saquemos adelante la Reforma de Pensiones para lo cual hemos resguardado recursos importantes, pensando en que es posible llegar a un acuerdo.
Queridos compatriotas:
Junto con dar orden a nuestras instituciones y apoyar directamente a las familias, estamos avanzando paso a paso hacia un Chile mejor para esta y las futuras generaciones; un Chile más justo, un Chile más igualitario.
Quienes participamos en política tenemos que ser capaces de mirar no sólo el corto plazo, de salir de la pelea de trinchera, de mirar el futuro del país que queremos forjar. Políticas como el Royalty Minero, que el próximo año va a aumentar en un 137% de recursos frescos a los municipios y en un 140% de recursos más a los Gobiernos Regionales, muestran que es posible concretar cambios que distribuyen mejor la riqueza que se genera en nuestro país y que otorga certezas para también el crecimiento de la industria.
Hemos puesto foco también en otro tema que yo sé les preocupa mucho y que ha sido tema de debate nacional, la salud mental, cuyo presupuesto ha crecido en un 49% entre 2022 y 2025. Y por ejemplo en mejorar la implementación de la Ley TEA, Trastorno de Espectro Autista, que tiene fondos asegurados para instalar 47 nuevos equipos multidisciplinarios en los 29 Servicios de Salud. Eso nos habla de un Chile más inclusivo, más amable con todos y todas, porque la salud mental importa y todos cabemos en Chile.
A diferencia de quienes lo pueden considerar un gasto superfluo o de última prioridad, también tengo la profunda convicción de que invertir en cultura es invertir en mayor cohesión social y en un país que avanza integralmente hacia el desarrollo.
Por eso, hemos aumentado significativamente los recursos para la oferta programática de la cultura, las artes y el patrimonio, acercándonos de esta manera al compromiso de llegar a que la cultura sea el 1% del Presupuesto Nacional.
Por ejemplo, el próximo año vamos a crear un pase cultural que otorgará $50.000 para que jóvenes y personas mayores puedan usar en salas de cine, teatros, librerías, y así generar también un mayor dinamismo en la industria. Incrementaremos en más de un 40% los recursos de todos los fondos de Cultura y vamos a financiar 15 nuevos proyectos de desarrollos artísticos en escuelas rurales porque sabemos que la creatividad, el talento, está en todos los rincones del país.
Así, además, vamos a financiar de manera permanente, para que no tengan que estar concursando año a año, iniciativas que ya son tradicionales en nuestra patria como la Bibliolancha, el Festival de Cine de Valdivia y otros tantos que nos merecen orgullo a lo largo y ancho de todo el territorio nacional.
También, este presupuesto implica más inversión en ciencia, innovación y tecnología, por ejemplo, para desarrollar el mercado del hidrógeno verde y crear un Instituto de Litio y Salares para aprovechar las tremendas oportunidades que nuestro país tiene de cara no al futuro, sino al presente en la transición energética que el mundo requiere para enfrentar la crisis climática.
Esto es lo que llamamos una nueva Estrategia de Desarrollo Productiva Sostenible para Chile, como lo hemos demostrado con el plan que estamos desarrollando en el Biobío para recuperar la capacidad industrial de nuestro país.
Nos estamos preparando también para un Chile que envejece con celeridad, construyendo una sociedad que reconoce y que valora el trabajo esforzado de quienes cuidan a otros que, en su gran mayoría, son mujeres. Son mujeres cuidadoras que requieren mejoras concretas en su día a día, que requieren reconocimiento, valorización de su labor y también socializarlo. No están solas.
Esto implica un cambio cultural mayor que debemos impulsar desde todos los ámbitos de la sociedad y queremos que los cuidados, en conjunto con la salud, la educación y las pensiones, se transforme en un cuarto pilar de la seguridad social en Chile.
Por eso, los recursos para Chile Cuida van a aumentar en un 37% este 2025, especialmente a través de la Red Local de Apoyos y Cuidados que va a entregar atención profesional en sus casas a 30 mil nuevas personas con dependencia y va a permitir que 30 mil nuevas cuidadoras tengan más tiempo para sí mismas o la tranquilidad para descansar, ver a alguna amiga, tener vida personal.
Sabemos lo que significa cuidar y queremos que todo Chile lo sepa y que, en conjunto, nos cuidemos.
Chilenas y chilenos:
Contamos con un Presupuesto 2025 que protege nuestros derechos, que consolida lo que hemos avanzado como sociedad y que nos permite seguir mirando hacia ese país más justo, inclusivo y amable con el que soñamos.
Como Presidente de nuestra patria veo el futuro de Chile con optimismo porque conozco a nuestro pueblo. He recorrido todas las regiones y sé muy bien de lo que somos capaces como nación. Lo que nos piden nuestros compatriotas a quienes estamos en política es unidad en la acción. Y es que en la noble tarea de hacer de Chile un país mejor, todas y todos tenemos algo que aportar, porque cuando trabajamos unidos y somos capaces de dejar las peleas de lado, Chile crece y avanza.
Siempre voy a estar disponible para escuchar y acoger las buenas ideas, no importa quién las proponga. Para eso pueden contar conmigo.
Invito a cada uno de mis compatriotas a mirar con esperanza al futuro, a los niños y niñas que nos están viendo a que sepan que estamos trabajando por ustedes, y todos a trabajar unidos por mejorar las condiciones de vida y el bienestar de nuestro pueblo y de todos quienes lo habitan.
¡Viva Chile!