Más de 10 mil hectáreas del Valle de Pencahue se ven beneficiadas con la planta de elevación que provee de aguas del río Claro al Canal Pencahue, el cual, en temporada de riego, sufre una dramática caída de su caudal. Este proyecto, que comenzó a operar en la temporada estival 2022, tuvo un costo cercano a los $2.500 millones y permitió la instalación de ocho bombas y sus succionadores, más el respaldo energético para generar la impulsión.
¡Sin embargo, a la fecha, dicha inversión no se encuentra operativa dado que en agosto, por precaución a la crecida del río, sus bombas fueron retiradas con el compromiso de volver a ser instaladas para la temporada de riego, lo que a inicios del 2023 aún no ocurre.
Situación que motivó al diputado Jorge Guzmán a oficiar al Ministerio de Obras Públicas, a la Dirección de Obras Hidráulicas, y a los órganos regionales respectivos, para solicitar a la brevedad la reinstalación de las bombas extraídas que permiten el abastecimiento del Canal Pencahue, trabajo que, de acuerdo con las proyecciones de agricultores, de no realizarse dentro de los próximos días, acarreará efectos catastróficos para los pequeños agricultores de la comuna (87% del total) y también su población, quienes a través de este proyecto de napas aseguran el uso de agua de consumo diario.
Para constatar la situación, el parlamentario Guzmán junto al Alcalde de Pencahue, José Miguel Tobar, acompañados por el presidente de la Agrícola Central del Maule, Luis Urrutia, el representante de la Asociación de Canalistas del Canal Pencahue, Abel Bravo, además de regantes y agricultores de la zona, realizaron una visita inspectiva a la planta, dando cuenta de los graves efectos económicos y sociales que significa no aprovechar esta inversión pública.
El diputado Guzmán afirmó que “aquí tenemos un problema social, tenemos personas que no les llega el recurso hídrico, producto de que se van secando sus pozos, tenemos un problema económico, por no poder producir la actividad agrícola, eso es muy preocupante, y todas las consecuencias asociadas, como la baja de empleo, el no poder generar productos y alimentos para la región. Y tenemos la solución a la altura de la mano. La planta está construida, que hoy día debiera estar operando, porque esa es la funcionalidad y la lógica de esa inversión pública”.
Por su parte, Abel Bravo, presidente de la asociación de Canalistas Canal Pencahue, señaló que “el problema de la sequía que estamos viviendo desde el año pasado es dramática, por lo cual el año pasado fue necesario tomar medidas duras para el racionamiento del agua para cubrir las necesidades de regadío del Valle de Pencahue, lo que se traduce en la disminución de la producción y los problemas que conocen bien la comunidad. La situación este año es que empieza a disminuir el canal por escasez hídrica, lo que significa que vamos a hacer racionamiento e implementar turnos dos por tres, o sea, dos días con agua y tres con agua, y que el año pasado llegó a ser diez días sin agua, un drama que impacta socialmente y económicamente”.
La disminución del caudal del canal ya es un hecho, lo que ha motivado la creación de turnos de riego, generándose una disminución en el nivel de las napas tanto para riego como para consumo humano y de animales, las que son alimentadas por el canal, entre otras consecuencias negativas para los cultivos de pequeños y medianos agricultores.