Pesimismo es la percepción que dominó tanto a empresarios como consumidores en la Región del Maule durante el año 2022 y que se reflejó en los indicadores mensuales elaborados por la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile que, con apoyo de instituciones como la Asociación de Industriales del Centro (ASICENT) y metodología de la Universidad del Desarrollo, indagó en los niveles de confianza respecto del estado actual de la economía y sus proyecciones.
En este contexto, tanto el Índice de Confianza Empresarial (ICE) del Maule como el Índice de Percepción del Consumidor (IPeCo) estuvieron dominados por percepciones negativas, con distintos matices. Incluso, ambos indicadores alcanzaron sus peores niveles en el tiempo que se lleva realizando estas mediciones, situándose el ICE en nivel “pesimista” en los meses de marzo, septiembre, octubre y noviembre, mientras que el IPeCo alcanzó el nivel “muy pesimista” en los meses de agosto y septiembre.
Ambos indicadores, además, salvo pequeñas excepciones durante el año, fueron registrando caídas sucesivas en las percepciones, lo que queda demostrado en que en el caso del ICE su evolución fue de “levemente pesimista” en la medición de enero a “pesimista” en noviembre. En tanto, el IPeCo partió el año con “levemente optimista” para pasar a “moderadamente pesimista” en noviembre. Aún falta el registro de diciembre, pero desde la Universidad Autónoma de Chile indicaron que la medición no debiera registrar mayores variaciones dada la evolución de ambos indicadores, que han sido muy consistentes con los datos que está arrojando la economía en materia de empleo, inversión o inflación, por ejemplo, tanto a mediano como a largo plazo.
“Respecto del Índice de Percepción del Consumidor, creo que va a haber una mirada donde se va a mantener la situación de pesimismo que hemos ido observando a lo largo de todo el año y probablemente en 2023 tendamos a ver una situación no muy diferente, debido a que la tasa de desempleo debería ir revelando en mayor cuantía la situación de estancamiento económico y es probable que ahí observemos una profundización de una percepción de un escenario no tan auspicioso. En el caso de los empresarios, sin duda que las proyecciones que se hacen para 2023 para la economía nacional son bastante contundentes respecto de que la economía va a tener una contracción y, probablemente, el gran desafío a enfrentar será la inflación, o sea, cómo finalmente se comporta este fenómeno del incremento en los precios y si efectivamente empieza a ceder en la medida en que el Banco Central espera para poder ir poco a poco dando cierta holgura a la política fiscal. Esto es muy importante tanto para los empresarios como para los consumidores porque impacta las tasas de interés, los patrones de consumo, el comportamiento de la inversión y finalmente vamos a ver que, sin duda, lo que se avizora en el horizonte para 2023 es un escenario mucho más complejo que el que vivimos hoy y eso redundará en percepciones menos auspiciosas que las que hemos observado durante 2022”, analizó la vicedecana de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile, Jennifer Rivera.
Confianza empresarial
Para noviembre, la confianza empresarial en el Maule mantuvo el nivel “pesimista” registrado en octubre, mientras que por sectores tres avanzaron, uno no mostró variación y en otro se retrocedió.
De esta manera, en los sectores Agrícola, Construcción y Comercio la confianza avanzó un nivel, el primero desde “muy pesimista” hasta “pesimista”, el segundo desde “extraordinariamente pesimista” hasta “muy pesimista” y el tercero desde “pesimista” hasta “moderadamente pesimista”. Por su parte, en Industria la confianza se ubicó, al igual que en octubre, en “pesimista” y en el sector Financiero la confianza empresarial retrocedió desde “levemente pesimista” hasta “pesimista”.
El informe entregado por la Universidad Autónoma de Chile señaló que, si bien las principales percepciones continuaron ubicándose de manera generalizada en terreno pesimista, su evolución mostró distintas trayectorias. En noviembre, tres de las seis principales percepciones avanzaron, una no mostró variación, mientras que dos retrocedieron. Dentro de las primeras, la relativa a Demanda nacional avanzó dos niveles desde “extraordinariamente pesimista” hasta “pesimista”, mientras que Situación del negocio y Situación de la economía avanzaron un nivel, la primera desde “muy pesimista” hasta “pesimista” y la segunda desde “extraordinariamente pesimista” hasta “muy pesimista”. Por su parte, el Nivel de inventarios se mantuvo en “moderadamente pesimista” y las relativas a Precio de los insumos y Contratación de trabajadores retrocedieron dos niveles, la primera desde “pesimista” hasta “extraordinariamente pesimista”, mientras que la segunda desde “levemente pesimista” hasta “pesimista”.
Consumidores
La confianza de los consumidores mantuvo el nivel “moderadamente pesimista” registrado en octubre. El indicador señaló que, tal como en octubre, la confianza en la actualidad (índice coyuntural) se ubicó en “neutral”, mientras que la confianza en el futuro (índice de expectativas) lo hizo en “extraordinariamente pesimista”.
Por estratos socioeconómicos, el informe de la Facultad de Administración y Negocios de la Universidad Autónoma de Chile, indicó que tres avanzaron, uno se mantuvo y dos retrocedieron. Es así como ABC1, C2 y C3 avanzaron un nivel, todos desde “levemente pesimista” hasta “moderadamente pesimista”, mientras que el estrato D mantuvo el registro de octubre en “muy pesimista” y, finalmente, el segmento E retrocedió un nivel desde “moderadamente pesimista” hasta “muy pesimista”.
Las percepciones que componen el índice coyuntural arrojaron que Situación económica actual avanzó tres niveles desde “moderadamente pesimista” hasta “levemente optimista” y que Desempleo actual retrocedió tres niveles desde “moderadamente optimista” hasta “levemente pesimista”. Por su parte, las percepciones del índice de expectativas, que se ubicó por sexto mes consecutivo en “extraordinariamente pesimista”, señalaron que Situación económica futura y Desempleo futuro se ubicaron nuevamente en “extraordinariamente pesimista”, mientras que ingreso futuro avanzó un nivel, desde “extraordinariamente pesimista” hasta “muy pesimista”.